El discurso del presidente de la Nación se hizo esperar. No así sus consecuencias, que fueron inmediatas. En los mercados la divisa norteamericana subió a los pocos minutos alrededor de 40 centavos. En las redes las críticas se multiplicaron instantáneamente.

Neuquén no fue ajena a esta tensión. Mauricio Macri sólo cosechó los apoyos del intendente capitalino Horacio Pechi Quiroga y del diputado nacional Leandro López, adicto al oficialismo. Ni siquiera los socios radicales acompañaron, ya que eligieron el silencio antes que la crítica.

Desde el gobierno provincial, se corrió rápido el rumor de un viaje del gobernador a Buenos Aires, eyectado de su sillón tras enterarse del nuevo esquema de retenciones, que incluye a las exportaciones de gas.

A las cinco de la tarde, Omar Gutiérrez disparó desde su cuenta de Twitter un hilo crítico a la medida. Dijo que “toda medida que afecte el desarrollo debe ser revisada. Exigimos que se comprenda que dichas medidas afectan la capacidad productiva de la provincia y el país. Impactar con mayores impuestos a los sectores productivos es como querer cosechar antes de sembrar”.

Del otro lado del ring, el intendente Horacio Quiroga mostró sensibilidad hacia el primer mandatario. Pechi sostuvo en su cuenta de Facebook que “en el discurso que brindó esta mañana a todos los argentinos, vi a un presidente angustiado, pero firme y decidido. Angustiado por la realidad que nos toca vivir. Pero firme y decidido para llevar adelante las medidas que sean necesarias para sacar adelante a nuestro país, cueste lo que cueste, convencido de que el cambio –por más duro y traumático que sea- es para bien de todos. Y que llegó para quedarse”.

Desde el bloque de Unidad Ciudadana en la Legislatura neuquina, Guillermo Carnaghi fue crítico con Macri. Estableció que “crearon una expectativa desmedida alrededor de su mensaje, y la decepción luego fue mayor. Macri dio un mensaje que desnudó el rumbo errático de su gobierno, que no dio margen a una mínima autocrítica o cambio de rumbo y que profundizó el ajuste y la incertidumbre”.

Para Raúl Godoy, diputado del FIT, el escenario elegido fue la ruta. Desde allí posteó sendas fotos con una leyenda en la que describe que “así recibieron los anuncios del gobierno los obreros de la Planta Industrial de Agua Pesada. Sobre la Ruta 22 en defensa de sus puestos de trabajo”.

Entre los legisladores nacionales, sólo se pudo ver el apoyo inequívoco del diputado Leandro López, que no tuvo medias tintas. Sostuvo que “ha sido muy bueno el mensaje del presidente Macri, ha acelerado los tiempos de reducción del déficit fiscal. Equilibrar las cuentas públicas es la única manera de lograr desarrollo a largo plazo, tenemos que terminar con 70 años de déficit y lo vamos a lograr.”

Su par de Unidad Ciudadana, Alberto Ciampini, optó por el sarcasmo, pidió “que le avisen al presidente que ya es hora de volver de sus vacaciones. Debe creer que está en otro país, no puede ser que decida medidas de este tipo con la Argentina a punto del incendio”.

Menos ácida pero igualmente crítica, Lucila Crexell, senadora nacional por el Movimiento Popular Neuquino, refirió que “seguir insistiendo en que esto es producto de una herencia es no asumir los errores cometidos. Dos errores: el error de diagnóstico al asumir y el error en la implementación de un plan de gobierno para normalizar la macroeconomía y las instituciones del país”.