En un país de otro porte espiritual, a la Pettovello se la mandaría a freír churros... con el perdón de los churros. Sólo una inepta todo servicio puede decir "chicos... ¿ustedes tienen hambre...? Vengan, que van a recibir ayuda...". Hay imbéciles o imbécilas a los que les hicieron la cabeza contra los "intermediarios que se roban la plata de los pobres" y así salen luego las cosas... Claro que todo esto no legitima que el método K para administrar la pobreza en la Argentina haya sido el mejor o no haya sido un cruel error. Empero, el fondo del asunto no es si hay o no intermediarios. El fondo del asunto es erradicar la obscenidad del hambre en el país de "los ganados y las mieses" y eso se logra con un país industrial. Y si se cuenta con la presidencia de la nación y con mayorías propias en el congreso (el kirchnerismo las tuvo), un país industrial se logra con decisiones políticas y a éstas las dicta la ideología, que es la cosmovisión y el conjunto de valores éticos y morales de los actores. Y estas decisiones políticas eran, por caso, rosquear la explotación de Vaca Muerta no con Chevron sino con Gazprom, pero para eso había que profesar una ideología y no otra. Bienvenido el debate, acaba de decir Cristina.

Las últimas noticias dando cuenta de que CFK es una feliz poseedora de acciones de Mercado Libre y que, asimismo, se refiere a Milei en términos entre comedidos, favorables y laudatorios, han causado más de una sorpresa al malevaje extrañao que mira sin comprender...

"Comunicadores" que parecían conocer el Ello, el Yo, y el Superyo de CFK mejor que lo que podría hacerlo el Dr. Freud, se largaron a interpretar su "silencio", que resultó no ser, al cabo, silencio, sino la pausa que exige la reflexión cuando ésta deviene kantiana acción por deber. Cristina no estaba abocada a ninguna táctica silente inspirada en el GOP norteamericano (Grand Old Party; partido Republicano), esto es, callarse para que fueran otros los que hablaran oponiéndose a los desatinos de Milei, sino que se hallaba reflexionando sobre el documento Argentina en su tercera crisis de deuda-Cuadro de situación, que vino con -incluso- una isagógica cita del verdadero Alberdi, que es el que se oponía al endeudamiento como política desaprensiva y frívola.

El caso es que a los pobres de este país sólo se les da de comer cuando se los necesita para la guerra, de lo contrario los gobiernos sólo les garantizan la vida y la suerte que le cupo a Ezequiel ese muchachito que murió electrocutado cuando quiso robar unos cables para, con esa "diferencia", comprarse las zapatillas que le permitirían ir a la escuela que tanto le gustaba pues allí era tratado con genuino amor por su maestra, Claudia Fernández Chaparro. Hay que leer lo que esta maravillosa mujer acaba de escribir.

Por todo esto, la estupidez de Pettovello no tiene mayor trascendencia y apenas hace juego con recientes descubrimientos de genetistas de la universidad John Hopkins que le secuenciaron el genoma y, en un momento dado, se toparon con la cigota de una comadreja. Pero se ha expresado últimamente, también, por las redes, un tal Sebastián@serequiereun que la tiene clara. En Twitter acaba de colgar un posteo que dice: "Adorni era vendedor de autos usados, Lemoine cosplayer, Lanari un lumpen de los medios, Pettovello daba clases de reiki. Todos fracasados que encontraron el trabajo de sus vidas en el Estado". Tal vez sea eso y no lo que dicen los científicos de la estadounidense y reputada casa de altos estudios. ¡Cómo saberlo...!

Hay quienes dictaminan que es un error caracterizar como fascistas a gobiernos como los de Milei en la Argentina o Bukele en El Salvador, pero es medio de Perogrullo afirmar eso. El punto no es ya si se trata o no de fascismo, sino que el punto viene a ser de qué se trata en realidad. Por lo que a América Latina toca, decimos que este tipo de esperpentos aparecen con una funcionalidad geopolitica y geoestratégica en línea con los intereses hegemónicos de los Estados Unidos en la región y en el escenario global.

El martes 13 del corriente mes de febrero, en horas de la noche, el muy ortodoxo economista liberal Roberto Cachanosky decía por el canal América 24 que ni Caputo ni Milei son liberales, lo cual es muy cierto. Pero también es cierto que a ellos les tiene sin cuidado no serlo. No lo son ni lo quieren ser. Pues Milei no ha venido a aplicar en la vida diaria de los argentinos los postulados de la "escuela austríaca". Eso es para consumo de la gilada, incluso de la gilada progre. Antes bien, controlar el Estado preventivamente en el marco de una inestabilidad mundial con potencial tendencia a radicalizarse progresivamente hacia la experimentación de modelos reñidos con el mercado capitalista, resulta vital estrategia estadounidense en el mundo de hoy, y eso es lo que impulsa la Casa Blanca en Latinoamérica, ya que Europa es un espacio menos permeable a injerencias de este tipo y allí, por lo demás, el "issue" que desvela a los atlantistas de Washington, es la turgencia aparentemente indetenible de experimentos fascsistoides antiglobalización.

Nuestro "patio de atrás", en cambio, admite ensayos a medio camino entre lo satírico y lo rudimentario, pero que se mueven en aquella apuntada dirección preventiva con el objeto de salirle al paso a eventuales conatos de insurgencia antimercado. Se trata de impedir que el enemigo se forme y ello requiere, entre otros insumos, la manufactura de "enemigos" artificiales que, aun cuando ya preexistían en la sociedad, vienen bien para exhibirlos con una envergadura que, ni de lejos, es la que les atribuye la propaganda sistémica cuando los demoniza de modo obsesivo y recurrente. El "kirchnerismo" argentino y las "maras" salvadoreñas, vienen al caso muy bien como para dar cuenta de cuál es el "nacimiento de la tragedia" en esta parte del mundo.

Si el "liberal" Milei ejerce constante violencia simbólica contra las opiniones adversas y si ideologiza de entrada su gestión embanderándose con dos de los Estados más violentos y belicistas que operan hoy en el mundo, y si, en simultáneo, proclama que "el comunismo" es su enemigo, de nada vale explicar que no hay comunismo en el mundo ni que entre autoritarismo y fascismo hay un océano de diferencias teóricas, esto ya lo explicó Poulantzas. Eso sería enredarse en juegos inconducentes. Milei no ha venido, principalmente, a aplicar ningún liberalismo sino a instalar a la Argentina como una función de la geopolítica global estadounidense.

En otras palabras y a propósito de un reciente chanchullo contra Venezuela y su gobierno, Víctor Hugo Morales lo ha dicho bien: "El avión venezolano robado por Estados Unidos con el gobierno argentino como alcahuete, es la expresión más redonda sobre el colonialismo." Y agregó: "El avión lo llevaron de madrugada, hora ideal para un asalto. Atravesó el aire del patio trasero de Estados Unidos sin patente. Fue fantasma en el cielo de Colombia y Venezuela y llegó al hangar del gánster internacional más temido". Ovidio no escribía mejor. Y Catilina no apostrofaba con más elocuencia.

No alcanza con un medroso WhatsApp para felicitar a Víctor Hugo. Hay que hacerle saber, en el espacio público, que apoyamos enteramente sus dichos.

Mientras tanto, ningún militante político argentino sinceramente interesado en su propia formación, puede dejar de leer la entrevista que el ex "Cadena Fox" estadounidense Tucker Carlson le realizara al presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin el pasado 9 de febrero.

La asombrosa formación histórica del entrevistado es enciclopédica, algo que pudo constatar Carlson, quien, de paso, ha probado que su homofobia y su racismo no están reñidos con el oportunismo. El mundo está hablando de esa entrevista. 

Pues sin formación en geopolítica global, nunca habrá buena política local.