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22/10/2023

Elecciones al Parlasur: ¿Y qué es el Parlasur?

Elecciones al Parlasur: ¿Y qué es el Parlasur? | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Este domingo 22 de octubre no solo se vota por candidatos a presidente y vice, al Senado -en las provincias donde corresponde- y a Diputados, sino que además en un sector destacado de la boleta electoral están los candidatos al Parlamento del Mercosur, una institución tan denostada como desconocida.

Leandro Etchichury *

Después de ocho años sin elecciones directas, los argentinos votamos este domingo 22 de octubre a los 43 representantes nacionales que ocuparán los asientos del órgano deliberativo del Mercosur. El Parlamento del Mercosur (Parlasur) está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, y cuenta con un total de 187 miembros.

La dinámica de elección implica que se vote a un representante por cada una de las 23 provincias del país y por la ciudad autónoma de Buenos Aires; mientras que los 19 restantes son elegidos directamente en representación del conjunto de la Nación, tomando a Argentina como distrito único.

Es decir que los candidatos a parlamentarios aparecen dos veces en la boleta electoral. Al lado de quienes se postulan como presidente y vicepresidente de la Nación, están pegados los 19 candidatos a parlamentarios del Mercosur con representación nacional, y sus suplentes respectivos. A su vez, los candidatos provinciales aparecen más atrás en la tira. Son 24 en total, uno por cada provincia más uno por CABA.

En 2015, Argentina eligió por primera vez a sus 43 legisladores regionales por elección directa, en las urnas. Sin embargo, en 2019 la elección fue suspendida por disposición del entonces presidente Mauricio Macri. En efecto, en abril de ese año, los cancilleres de los Estados miembros acordaron suspender el párrafo del Protocolo Constitutivo que establecía el voto directo. Por lo tanto, en las elecciones presidenciales convocadas por Macri ese mismo año, no se incluyeron los parlamentarios del Mercosur. En octubre, la Cámara Nacional Electoral resolvió que la declaración conjunta de los cancilleres era inaplicable en el ámbito legal interno, ya que el Protocolo Constitutivo y la Ley 27.120, que modificó el Código Electoral Nacional en 2014, contemplaban la elección de los parlamentarios del Mercosur por voto popular. Como ya era tarde para convocar a elecciones, se resolvió la prórroga de los mandatos de quienes habían asumido en 2015.

Es relevante mencionar que los parlamentarios del Mercosur no reciben un salario por su labor. Sin embargo, el tema está judicializado, ya que existe un debate en curso sobre si se les debería pagar. Por lo tanto, el presupuesto nacional únicamente contempla los gastos de viáticos, alojamiento y pasajes a Montevideo, ciudad donde se encuentra la sede y se llevan a cabo las sesiones plenarias.

Creación y atribuciones

El 26 de marzo de 1991, cuatro países de América del Sur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- dieron inicio a un proceso de integración sin precedentes. Mediante la firma del Tratado de Asunción (la capital paraguaya), se estableció el Mercado Común del Sur, conocido como Mercosur. Este tratado sentó las bases para la creación de un bloque económico regional.

Uno de los puntos claves del Tratado de Asunción fue la creación de la Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur (CPC), cuya función era establecer una comunicación fluida entre los poderes ejecutivo y legislativo de los estados miembros. La CPC se convirtió en un actor importante en el proceso de desarrollo institucional del bloque regional, ya que, en 1994, mediante el Protocolo de Ouro Preto (ciudad brasileña), se creó la estructura del Mercosur, incluyendo a la CPC.

En el año 2006 los respectivos poderes legislativos de los países miembros aprobaron el Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur, que se convertiría en el órgano sustituto de la CPC. La sede oficial del Parlamento se estableció en Montevideo (Uruguay), y en diciembre de ese año se llevó a cabo la Sesión de Instalación, donde los parlamentarios asumieron sus cargos. En esta etapa inicial, cada país contaba con 18 representantes, designados por sus respectivos congresos nacionales.

En el año 2009 se acordó que las representaciones nacionales se establecerían a través de una proporcionalidad atenuada, que en la actualidad es la siguiente: Argentina 43; Brasil 75; Paraguay 18; Uruguay 18 y Venezuela 33. Por su parte, Bolivia se unió como Estado en proceso de adhesión al Mercosur, con derecho a voz y participación, pero sin derecho a voto. Una vez que se complete la adhesión plena de Bolivia al Mercosur (sólo resta la aprobación por parte del Senado brasileño), el país contará con 18 parlamentarios.

Cabe destacar que, en 2017, Venezuela fue suspendida del bloque regional. Sin embargo, en el marco de la 86ª Sesión Ordinaria del Parlamento del Mercosur, del presente año, una delegación de diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela abordó los mecanismos para la reincorporación plena del país. La situación sigue pendiente de resolución.

El Parlasur representa a unos 300 millones de personas. Los idiomas oficiales son castellano, portugués y guaraní. Y si bien cuenta con la capacidad de impulsar recomendaciones, resoluciones y otras propuestas al Consejo del Mercado Común, que es la máxima autoridad del bloque regional, sus decisiones no tienen poder vinculante con las leyes internas de las naciones. A diferencia del Parlamento Europeo, no tiene potestades supranacionales.

Entre sus competencias, el Parlasur debe velar por la aplicación de las normas del Mercosur, a fin de supervisar y garantizar que los países miembros cumplan con las reglas y acuerdos establecidos, promoviendo así la integración y cooperación efectiva entre ellos. Asimismo, tiene la facultad de solicitar informes acerca del proceso de integración. Esta función es esencial para mantener una visión clara y actualizada del progreso y las dificultades que enfrenta el Mercosur en su objetivo de fortalecer la unidad regional. Además, tiene la tarea de elaborar informes anuales sobre la situación de los derechos humanos en los Estados parte. Este trabajo permite evaluar y monitorear el respeto y protección de los derechos fundamentales en cada país y promover acciones para su fortalecimiento. Por otra parte, la institución recibe de la presidencia pro tempore del Mercosur un detalle de las actividades realizadas y el plan de trabajo, lo que le permite estar al tanto de las acciones y decisiones tomadas en el ámbito regional.

Otra labor importante del Parlasur es la elaboración de dictámenes sobre proyectos de normas vinculados al Mercosur. Esto implica analizar y proponer recomendaciones sobre las normas y regulaciones que afectan el funcionamiento y desarrollo del bloque. Por último, el Parlasur tiene la responsabilidad de elaborar estudios y anteproyectos de normas para los Estados miembros. Esta tarea implica investigar y proponer nuevas políticas con el objetivo de fortalecer la integración y promover el desarrollo sostenible en la región.

Cuenta, además, con el Observatorio de la Democracia del Parlamento del Mercosur (ODPM), creado con el propósito de contribuir con el fortalecimiento de los objetivos del Protocolo de Ushuaia sobre el Compromiso Democrático, y entre sus funciones se destaca el acompañamiento de los procesos electorales en los Estados miembros.

El Parlasur debe aún fortalecer su carácter como representante de la ciudadanía, por sobre las burocracias gubernamentales, y consolidarse como herramienta de construcción de identidad de los pueblos del sur del continente americano que buscan, con avances y retrocesos, su propio camino hacia un desarrollo integral, con un criterio independiente de los intereses de las grandes potencias que se disputan la configuración de un nuevo orden global.

Como destacamos desde este portal anteriormente (Ver nota del 25/07/2020), Perón sostenía que la voluntad de unidad debía llegar a los pueblos, ya que estos son los que permanecen, mientras los hombres pasan y los gobiernos se suceden. Se presenta así un desafío para los líderes políticos: construir nuevamente los vínculos que nos posicionen como actores relevantes a nivel internacional, en lugar de ser vistos como aquellos eternamente necesitados que mendigan por sobrevivir. Solo de esta manera podremos ser reconocidos como una región con voz propia que participa activamente en la toma de decisiones globales.



(*) Antropólogo y miembro del Observatorio de Pensamiento Estratégico para la Integración Regional (Opeir).
29/07/2016

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