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15/10/2023

Centro, periferia e intercambio desigual

Centro, periferia e intercambio desigual | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Durante los años ’80 -conocidos como “la década perdida” para América Latina- debido a la crisis de la deuda externa, se transfirieron al centro 223.600 millones de dólares en intereses (el 72,1% de la deuda al momento de la crisis). Sin embargo, para 1990 esta había crecido desde 309.800 millones a 422.645.

Humberto Zambon

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El boletín periódico del IADE (Instituto Argentino de Desarrollo Económico), en una de sus últimas entregas, reproduce un trabajo de Dylan Sullivan (publicado en “New Political Economy”) en el que trata de cuantificar la pérdida desde 1960 del “Sur global” debido al intercambio desigual.

Antes de entrar en el tema, conviene recordar que el capitalismo, desde sus orígenes, se basó en la explotación de la periferia por parte del centro. En su comienzo (siglo XVI) fue lisa y llanamente el saqueo de las riquezas acumuladas por las civilizaciones americanas precolombinas y, luego, la creación de instituciones pensadas para la extracción del excedente económico; así nacieron la mita, especie de esclavitud temporaria de contingentes de nativos que las tribus estaban obligadas a aportar y que se aplicó principalmente a la minería, o la encomienda, especie de servidumbre medieval de nativos que trabajaban a cambio de la evangelización que el rey “encomendaba” a los conquistadores en territorios acordados, y que se aplicó en la agricultura y en la ganadería.

En la zona apta para cultivos tropicales, ante la escasa densidad de población nativa, su resistencia a ser sometidos y la repercusión que tuvieron las denuncias de los monjes domínicos al tratamiento que se le daba al indio, como la prédica de Bartolomé de Las Casas, el rey de España autorizó el tráfico de mano de obra esclava proveniente de África.

El excedente económico (definido como la diferencia entre el producto neto y el costo generado por el mantenimiento de los productores directos) fue muy elevado y en su mayor parte terminó en España, ya sea como “quinto real”, que consistía en el 20% de todo lo producido, como pago de las importaciones o directamente como acumulación privada del excedente en el centro.

España nadaba en riqueza y tuvo la primera inflación de los tiempos modernos (producida por el aumento del circulante monetario –metal precioso- mayor que el aumento de la oferta de bienes). Además, como suele ocurrir con los nuevos ricos, despreciaron al trabajo manual, así que dependían, en gran parte, de las importaciones para satisfacer su consumo y proveer de mercancías a América (tenía el monopolio legal de comercio con las colonias).

Los demás países europeos, que no tenían colonias o, que las que lograron, eran marginales y no les proveían de riqueza, vieron la posibilidad de hacerse del oro y plata acumulado por España mediante una balanza comercial superavitaria (exportaciones mayores a las importaciones). Es el período histórico que se conoce como “mercantilista” y cuyo resultado, en un proceso que duró siglos, fue la acumulación de capital en otros países europeos, especialmente Gran Bretaña y Francia, conjuntamente con el traslado del centro de poder mundial.

El aumento de riqueza se tradujo en incremento de la demanda global, especialmente de textiles, que se tornaba imposible de cubrir mediante el sistema de trabajo artesanal. Esta fue la causa que dio lugar a la revolución industrial, comenzada en Inglaterra, alrededor de 1770, y que caracteriza al capitalismo moderno.

En el siglo XIX se produjo el proceso de independencia política de América Latina (pero no la independencia económica) y, a partir de 1870, se inició otro proceso colonizador, encabezado por Gran Bretaña y Francia, en África y Asia, incluyendo, a partir de 1918, el reparto de lo que fue el imperio otomano. Se buscaba asegurar la provisión de materias primas y el mercado para la colocación de su producción y para invertir los excedentes de capital.

Finalizada la guerra 1939-1945 se independizaron prácticamente todas las colonias, quedando solamente casos marginales, como la Guayana francesa, las islas Malvinas o Gibraltar.

De todas formas, mediante colonias o con independencia política, el centro continuó con la explotación de la periferia, lo que el Papa Francisco denominó “nuevo colonialismo”, con la extracción de parte del excedente económico generado en esta.

Los intereses y ganancias corresponden a la exportación de capital, que señalaron como característica fundamental del período imperialista estudiado por los teóricos de comienzos del siglo XX (Hobson, Hilferding, Kautsky, Rosa Luxemburgo, Bujarín y Lenín).

Por ejemplo, durante los años ’80 (conocidos como “la década perdida” para América Latina) debido a la crisis de la deuda externa, se transfirieron al centro un neto de 223.600 millones de dólares en concepto de intereses (el 72,1% de la deuda al momento de la crisis). Sin embargo, para 1990 esta había crecido desde 309.800 millones a 422.645.

De todas formas, la principal forma de extracción del excedente es el comercio exterior, manifestado por el deterioro de los términos de intercambio, señalado por Prebisch al fin de la segunda guerra, y que diera lugar a la creación de la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina) de las Naciones Unidas.

Supongamos que el intercambio entre centro y periferia inicial sea 1 a1 (un producto equivale a una hora de trabajo en el centro y en la periferia). Si mediante el adelanto técnico en el centro se lograra un abaratamiento en el costo de la producción a la mitad, el intercambio justo sería 2 a 1 (2 unidades del centro por 1 unidad de la periferia); en cambio, si los términos de intercambio no variaran (1 a 1) todos los beneficios derivados del progreso técnico quedarían para el centro. Y si el tipo de cambio se deteriora para la periferia, como históricamente ocurre, el centro no sólo se queda con los beneficios de su adelanto técnico sino, además, con parte de los generados en la periferia. En el siglo XX, según datos del BID, se habrían deteriorado a un promedio del 0.6% anual.

Prebisch sostuvo que el fenómeno se originaba porque la exportación del centro era producción industrial y la de la periferia eran productos primarios y, por las características de las demandas y ofertas respectivas, el resultado era la pérdida en los términos de intercambio.

En los años ’70 del siglo pasado apareció el libro de A. Emmanuel “El intercambio desigual”, que tuvo gran difusión e incidencia en los movimientos de liberación nacional de esa época. Sostiene que el deterioro de los términos de intercambio no se debe a que son productos industriales versus materias primas sino a que son productos del centro y de la periferia, respectivamente, independientemente de su naturaleza o producción. Ocurre que en el centro los salarios son mucho más elevados que en la periferia (con una relación de hasta 1 a 40) y, entonces, también los costos totales y los precios.

Sullivan, en el artículo citado al comienzo de esta nota, ha tratado de medir la traslación del excedente económico en favor del centro durante el período 1960-2017 utilizando un método desarrollado por G. Köhler: valuar las exportaciones de la periferia aplicando a sus precios el índice PPA (Paridad de Poder Adquisitivo) de las Naciones Unidas y no a valores corrientes, es decir, al precio que tendrían si fueran exportaciones del centro. La conclusión es que sólo en el año 2017 “las economías en desarrollo y emergentes” perdieron 2,2 billones de dólares. Según el autor, cada ciudadano norteamericano recibió por año, en promedio y por este concepto, 2.634 dólares y el australiano 3.116. Desde 1960 las ganancias del “norte” originadas por el intercambio desigual representaron el 5,2% del PBI, porcentaje más alto que su tasa de crecimiento económico.

La cesión de recursos totales desde 1960 se origina, según el artículo en:

Lo que podrían hacer los gobiernos de la periferia con todos esos recursos, además de terminar con la pobreza extrema, sería un interesante ejercicio teórico para visualizar el daño producido por esta relación asimétrica.

29/07/2016

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