-?
Haití es uno de los trece países que forman la América Insular, Antillas o Islas del mar Caribe, uno de los treinta y cinco países de América. Su capital y ciudad más poblada es Puerto Príncipe. Sus idiomas, el criollo haitiano y el francés. Si estuviera haciendo una referencia a Francia, el país “colonizador” de Haití, no debería aclara su ubicación geográfica, ni cuál es su capital, ni cual es su idioma. Tampoco diría de éste, que es el país más pobre del continente y que el 80% de su población vive bajo la línea de pobreza y sufren inseguridad alimentaria crónica, y el 22 % de los niños y niñas presentan desnutrición crónica, como sucede en Haití. Sí podríamos hablar de la Revolución Francesa, que constituye un hito histórico en lo que respecta a la organización política de occidente, pero nada se sabe del primer país en la historia universal que ha realizado dos revoluciones en una. La emancipación de sus colonizadores, y la revolución de negras y negros, formando la primera República negra del mundo, como lo hizo Haití. Mucho menos se sabe que en 1791, en Haití comenzó un proceso revolucionario de carácter abolicionista, y que la Revolución Francesa abolía la monarquía absoluta y proclamaba la República, pero no la esclavitud ni la libertad de su colonia. Haití fue ejemplo universal de democracia y libertad. Desterró la esclavitud 71 años antes que EE.UU. y casi 100 años antes que lo hiciera Brasil. La abolición de la esclavitud en Haití sentó un precedente definitivo para la supresión del comercio de personas en el mundo occidental.
Poco sabemos de Haití y mucho de Francia, por la sencilla razón que nuestro sistema educativo liberal y eurocentrista, desde hace más de un siglo y medio, se encarga de enseñar y hasta machacar la historia europea, su geografía, economía, filosofía. Es más, nuestra propia historia comienza a estudiarse a partir de Europa.
¿Qué sabemos hoy de Haití?
El Colectivo Défenseurs Plus, organización no gubernamental, denunció hace pocos días que la ola de violencia en Haití ha dejado un saldo de 600 asesinatos y 271 secuestros entre enero y junio de 2023. “El primer ministro Ariel Henry, quien gobierna el país desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse hace dos años, incumplió sus promesas y condenó a la nación a un estado de pobreza, inseguridad y vulnerabilidad frente a las catástrofes naturales y brotes de enfermedades como el cólera. La espiral de violencia se acrecienta ante el incremento de las pandillas que actualmente controlan más del 80 por ciento de la capital, Puerto Príncipe, mientras ganan terreno en otros departamentos”, asegura el informe de la ONG.
Si existiere alguna desconfianza en la información dispensada por esta ONG, podemos recurrir al último informe de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentado en la segunda quincena de marzo de este año. Difiere solamente en el número de asesinatos porque abarca un período menor de tiempo. Habla de 208 personas asesinadas por pandillas en las dos primeras semanas de marzo. La cifra de fallecidos por la acción de estos grupos criminales en lo que iba del 2023 se elevaba a 531 personas, la mayoría de ellas en Puerto Príncipe. “La mayor parte de las víctimas fueron asesinadas por tiradores que les dispararon de manera aleatoria mientras las víctimas estaban en sus casas o en la calle”, explicita el informe. Sumando a las personas muertas como si fueran bultos de mercadería, el informe de la ONU detalla que “531 personas murieron, 300 resultaron heridas y 277 fueron secuestradas en incidentes relacionados con bandas, de enero a mediados de marzo”. La funcionaria de la ONU en Haití, Helen La Lime detalló también que los miembros de estos grupos criminales están utilizando la violencia sexual contra las mujeres y las niñas de Haití para aterrorizar a ellas y a sus familias. Hasta la fecha, esta oleada de terror ha obligado a unas 160.000 personas a desplazarse a casas de familiares o amigos, donde a menudo deben compartir los escasos recursos hídricos, alimentarios y médicos con otras familias, agrega el informe.
Se reportaron casos de profesores y alumnos que murieron en tiroteos y se alertó sobre la falta de protección de los jóvenes en las escuelas, lo que los lleva en muchas ocasiones a ser reclutados por las casi 200 pandillas que operan en Puerto Príncipe. Lo que atrae a los jóvenes hacia las pandillas es el sentimiento de pertenencia, sentirse protegidos, y no tanto las drogas o el reconocimiento y estatus que crea el pertenecer a esos grupos.
Jimmy Chérizier, más conocido como Barbecue, trabajaba para la Policía Nacional de Haití. Es el líder del G9, una federación compuesta por los 9 grupos armados más poderosos de Haití. En un momento, se describió al G9 como un aliado cercano del presidente asesinado el 7 de julio Jovenel Moïse, quien le garantizaba impunidad a cambio de que impusiera orden en las calles. El 23 de junio de 2021, días antes del asesinato, Chérizier declaró que el colectivo de pandillas G9 lideraría una revolución armada contra las élites empresariales y políticas de Haití. Pero ningún informe internacional anticipa alguna revolución en el empobrecido país, muy por el contrario, la pobreza y la desigualdad se profundiza día a día.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sancionó a los líderes de las bandas armadas con medidas coercitivas, que implican la prohibición de viajes, el congelamiento de activos y el embargo de armas. Detrás de los grupos armados hay figuras políticas, tanto en el oficialismo como en la oposición. Suministran a las bandas armas, financiación o protección política. A cambio, las pandillas hacen el trabajo sucio, generando miedo, apoyo o inestabilidad, según se requiera.
Como Paraguay, que tiene una economía primarizada sin poder fabricar ni un clavo, como castigo por haber sido el primer país latinoamericano industrialista; Haití padece ser el país más pobre, más dependiente y más desgobernado, por haber sido el primer país de América en independizarse, en abolir la esclavitud y en declarar un gobierno propio.
No es un país con petróleo ni con un gobierno socialista, por lo tanto no es atractivo para invadirlo. Aunque en 1915 Haití fue invadido por Estados Unidos, quien popularizó el término 'zombie' alrededor del mundo, por las creencias de la religión vudú. Hollywood no se privó de aterrorizar con sus películas sobre el tema. Pero el verdadero terror lo viven en carne propia y todos los días, las y los haitianos.
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite