A mediados de septiembre pasado, cinco días bastaron para recuperar, tras un paréntesis de doce años, el Encuentro de Escritores Patagónicos de Puerto Madryn. Esta vigésimo novena edición volvió a poner en escena la producción literaria y poética de la región y su reflejo en el mundo editorial.

En efecto, más de cincuenta autores y autoras presentaron sus libros, compartieron la lectura de su obra y realizaron actividades en escuelas y otros espacios públicos. También hubo talleres, intervenciones literarias y recitales de música.

Se pueden señalar tres características: la intersección entre géneros y disciplinas; la participación de autores del sur del continente, tanto de Argentina como de Chile y la incorporación de soportes diferentes del libro para la circulación y exhibición de la obra literaria. Una yapa fueron las acciones con estudiantes en escuelas y colegios de la ciudad anfitriona. Las características mencionadas señalan una tendencia que parece teñir acontecimientos similares, como las Conversaciones de Otoño de General Roca; las ferias y festivales de Comodoro Rivadavia y San Martín de los Andes, entre otros ejemplos.

Foto: Edith Galarza

Las caras visibles de la organización fueron la poeta Majo Roccato y el editor y fotógrafo Pablo Lo Presti. La preparación del programa comenzó con contactos casi personales a través de ese remedo del boca a boca que son las redes digitales. Así, Roccato y Lo Presti lanzaron, meses antes del encuentro y con el objetivo de desandar el aislamiento causado por la pandemia, una convocatoria a escritores y escritoras regionales quienes a su vez la difundieron en las provincias donde residen. De este modo Roccato y Lo Presti elaboraron un amplio programa con invitados de las seis provincias patagónicas y del sur de Chile.

Funcionó esa especie de red con que la literatura y la poesía de la Patagonia circulan sin pasar por ningún centro de prestigio cultural ni responder mandatos del mercado, como ocurre con otras ferias o encuentros similares. Esto explica la incorporación de la reflexión crítica, dado que la producción literaria no se agota en la coyuntura ni con la llegada de los libros a lectores y lectoras. Por el contrario, también es necesario reflexionar sobre el papel que cumplen, en estas sociedades, los escritores en sus diferentes especialidades, como trabajadores.

Foto: Edith Galarza

En una reunión plenaria y a modo de conclusión, los participantes evaluaron el desarrollo de las actividades y discutieron sobre la necesidad de continuidad, para lo cual se requiere “una decisión política”, según palabras de Roccato. Cierto, al no ser un espectáculo con figuras de la industria editorial -muchas veces, sucede que en las ferias se programan autores que no son escritores o escritoras pero cuyos libros son éxitos comerciales-, resulta necesario un sostén financiero e institucional que garantice su realización periódica, anual o cada dos años. Además, el encuentro de Puerto Madryn tiene un foco especial en la creación literaria regional.

La primera edición fue en 1977 durante la Fiesta Provincial del Cordero. En esa oportunidad, escritores y escritoras locales decidieron convocar a sus pares de la región para compartir sus obras, promover su lectura y analizar los problemas de difusión y circulación en la Patagonia. Desde entonces hasta 2010 el encuentro mantuvo una regularidad, condicionada por la disponibilidad de fondos y el apoyo de organismos oficiales y del sector privado. En varias de sus ediciones se programaron certámenes de poesía y literatura cuyo premio principal era la publicación del libro premiado.

Foto: Edith Galarza

Las actividades se realizaron en el edificio de la Universidad de Chubut entre el 14 y el 18 de septiembre en simultaneidad con la feria municipal del libro, de la que participaron librerías de Puerto Madryn y editoriales y librerías patagónicas -Remitente Patagonia, Pequeña Librería Doméstica, Facón Grande, el proyecto Salvaje Federal de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Distópica Libros, entre otras- e invitados especiales.

De la organización participaron también Diego Lacunza, subsecretario de Cultura municipal; Martín Bernade y Alejandro Castro, de la radio en AM LU17 Golfo Nuevo y Paraíso FM y la Universidad de Chubut. También hubo apoyo de empresas radicadas en la ciudad. El encuentro fue declarado de interés cultural por el municipio de Puerto Madryn y por la Legislatura de la provincia. Además, tiene apoyo del Parlamento patagónico.