Columnistas
03/10/2021

Sopa

Sopa | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Para esta octava edición de la Feria del Libro en Neuquén, las autoridades calculan atraer, en cuatro días, un público de más de 150 mil personas, aun cuando en la edición de 2019, sin pandemia y con un programa de diez jornadas, se contabilizaron 100 mil visitantes.

Gerardo Burton

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Hay una zona gris en la gestión cultural oficial que, unas veces con frecuencia y otras por casualidad, coincide o se confunde con la política del espectáculo. Sucede con los grandes recitales musicales para el público joven; ocurre con las fiestas populares o no tanto, que a veces derivan en megafestivales, y pasa también con las ferias del libro. Las hay locales, regionales, nacionales e internacionales. Si pudieran, algunos empresarios las organizarían interplanetarias o galácticas, aunque hubiese temor a que aparezcan los bomberos de Farenheit 451.

Para no ir tan lejos, esta primera semana de octubre se realizará la octava edición de la Feria Internacional del Libro en la ciudad de Neuquén. A punto de derrapar con la convocatoria, el gobernador Omar Gutiérrez y el intendente Mariano Gaido dieron un volantazo, retomaron la iniciativa y aseguraron que la feria se hará.

La realización languidecía porque desde agosto se mantenían casi sin variantes las restricciones por el covid 19. Pero, como se trata de un emprendimiento contratado llave en mano, es decir, un paquete completo que incluye desde libros hasta la presentación -charlas, lecturas, firmas de ejemplares- de autores y autoras, la cuestión es encontrar un lugar y ya está, especialmente en medio de la campaña electoral para renovar parcialmente el Concejo Deliberante de la capital y plebiscitar la reforma de la carta orgánica. La municipalidad aporta el lugar -el edificio del Museo de Bellas Artes y su entorno-, la inversión en dinero y el público, y los dueños de la marca proporcionan la mercadería -libros- y el programa que supone la participación de escritoras y escritores de sus catálogos.

Pero el apuro no resultó gratis. Una semana antes de la inauguración y el día previo a los anuncios oficiales, una decena de librerías y editoriales de Neuquén y la región Comahue emitieron un amargo documento en el que reclamaron contra el “destrato” por parte de las autoridades. En efecto, el texto recordaba que, efectivamente, se anunció la realización de la feria en agosto pasado, pero luego no se volvió sobre el tema, un poco en virtud de las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia.

Sin embargo, y en los últimos días de septiembre, libreros, editores y distribuidores se enteraron por un volante difundido por redes sociales que la feria se haría entre el 7 y el 10 de este mes sin que mediara comunicación previa del municipio con ellos. Además de la falta de convocatoria, se quejaron por los eventuales costos para alquilar los puestos de venta; la falta de tiempo para organizar las actividades y para proveerse de los libros de quienes serán invitados (ver al final de la nota el texto completo del documento).

Tanto Gaido como Gutiérrez asumieron con rápidos reflejos el desafío y aseguraron que “este año” la participación de editoriales y librerías vernáculas será “gratuita”: o sea, no pagarán los espacios que se utilicen, todo será a cargo del Estado -municipal-. Esta medida de apoyo se suma, dijo el intendente, al paquete de acciones en favor de la reactivación de las empresas grandes, medianas y pequeñas de la provincia afectadas por la parálisis económica derivada de la pandemia de covid19 (https://www.rionegro.com.ar/lanzaron-oficialmente-la-feria-del-libro-de-neuquen-pese-a-la-queja-de-los-libreros-1981146/).

Con este acontecimiento, las autoridades calculan atraer, en cuatro días de feria, un público que supere la cifra de 150 mil personas, aun cuando en la edición de 2019, sin pandemia y con un programa de diez jornadas, se contabilizaron 100 mil visitantes.

El paquete contratado incluye la participación de editoriales -multinacionales en su mayoría, aunque también asistirán representantes del sector independiente-, distribuidoras y librerías que habitualmente realizan los itinerarios de las ferias nacionales.

En estos días se utiliza el término ecosistema para referirse metafóricamente a ciertos ámbitos, por caso el del libro y la literatura. Esa palabra, que predispone favorablemente al pensamiento por su contenido de completud y abrigo, no abarca, en lo descripto hasta ahora, a la totalidad del sistema. Se habló de literatura; de políticas culturales; de espectáculos, de feria, de libros, librerías y editoriales. También de autoras y autores. Son esos nombres que en las gacetillas oficiales se mencionan como “celebridades”, que parece una nueva categoría, más propia de revistas del corazón o de animadores televisivos que para designar a las autoras y autores que visitarán Neuquén en estos días (abrir enlace).

Pero, ¿dónde están los locales? En la información oficial del municipio, se explica que “se organizaron charlas y presentaciones de libros que se realizarán en el auditorio principal del MNBA”, con una aclaración: “y en esta edición se generó un mini auditorio con capacidad para 60 personas que van a poder diagramar, firmar autógrafos y hacer las presentaciones aquellos autores locales”. Son escritoras y escritores que sostienen una actividad independiente -en conjunto con todas las disciplinas artísticas que se desarrollan en esta sociedad- muchas veces a pesar de condiciones macroeconómicas y políticas desfavorables. Es necesario recordar que el federalismo no pasa sólo por el petróleo, también tiene que ver con políticas culturales que protejan el medioambiente de creadoras y creadores, el “ecosistema” completo. De lo contrario, será, otra vez, sopa.

 

Documento: ¿Feria del libro sin libros?

Las librerías, distribuidores y editores abajo firmantes queremos expresar nuestra total disconformidad con la manera en que se está organizando la Feria Internacional del Libro de Neuquén 2021.

La Municipalidad de Neuquén organizó la feria del libro sin convocar e invitar a libreras y libreros de la ciudad, ni a feriantes que históricamente han participado.

Las Ferias del Libro tienen como principal protagonista a los LIBROS y, por supuesto, requieren de la participación de quienes trabajamos diariamente en la difusión de la lectura. Para que esto sea posible se necesita de una planificación que nos incluya y que permita garantizar, por ejemplo, que estén disponibles los títulos de las autoras y autores que fueron invitados al evento. Pero principalmente se necesita tiempo para brindar al público lector lo necesario para que sea un verdadero encuentro con los libros.

En cualquier feria del libro de cualquier localidad del país se invita a los expositores con, por lo menos, dos o tres meses de anticipación. Esto permite resolver cuestiones logísticas como ordenar el calendario de las personas que van a atender el stand y, fundamentalmente, seleccionar el material que se va a ofrecer. Además, insistimos, a quienes participaron de ediciones anteriores de esa feria y a las librerías locales se las INVITA, no se enteran por los medios poco tiempo antes de la fecha de inicio.

A fines de agosto se anunció públicamente, sin previa consulta y sin siquiera informar a las partes involucradas en la actividad librera de la ciudad, que la feria se realizaría el primer fin de semana de octubre.

Una vez hecho el anuncio, intentamos averiguar en la municipalidad qué características tendría la misma. Por ejemplo: quienes serían las escritoras y escritores invitados (esto nos permite conseguir sus libros para ofrecer al público, ya que en muchos casos es necesario solicitar un envío especial desde Buenos Aires); cuáles serían los requisitos para ser expositor, si se cobraría stand y en ese caso cuál sería el importe a abonar.

Nadie pudo darnos ningún tipo de información. Nadie sabía nada.

Aun así, considerando el destrato que recibimos quienes trabajamos todos los días sosteniendo la actividad librera de la ciudad y notando una manifiesta falta de pericia en la organización de un evento de este tipo, algunas librerías nos organizamos internamente para poder participar en la fecha que se había anunciado.

Pero unos días antes del 1 de octubre, cuando ya suponíamos que la feria no se iba a realizar porque desde el municipio seguían sin brindar ningún tipo de información, nos enteramos, nuevamente a través de los medios de comunicación, que el evento seguía en pie pero con cambio de fecha: del 7 al 10 de octubre.

Parece increíble, pero es así: anunciaron sobre fines de septiembre que van a realizar una Feria Internacional del Libro que comenzará el 7 de octubre.

Finalmente, el 29 de septiembre, a una semana del inicio y por medio de flyer de difusión, nos enteramos de la convocatoria a expositores lo cual vuelve completamente inviable nuestra participación.

Desconocemos los pormenores que llevaron a que no se nos convoque a las librerías (muchas de las cuales fuimos declaradas Espacios Culturales por el Ministerio de las Culturas de la Provincia de Neuquén a partir de la Resolución Nº005 /21), sobre todo teniendo en cuenta que venimos de un año y medio de pandemia y ésta hubiese sido una excelente ocasión para reencontrarnos con el público lector.

En resumen, es importante remarcar que cuando la organización tiene en cuenta a todos los actores, resulta una ayuda fundamental a la cadena del libro, sector que viene de muchos años de crisis y que con la pandemia complicó aún más su situación. Que se realice la Feria del Libro debería ser una alegría, una oxigenación a nuestras economías familiares. De la manera que viene planteada la edición 2021 en Neuquén Capital, nos genera una profunda tristeza.

Pensamos que sólo se trata de negligencia, que no hay mala intención. Por todo esto, proponemos posponer la fecha de inicio de la Feria Internacional del Libro de Neuquén 2021 y nos ponemos a disposición de los entes públicos y privados que la organizan para colaborar, desde nuestro lugar, en realizar la feria que la ciudadanía y los distintos actores vinculados al mundo del libro nos merecemos.

 

Firmas: Malapalabra - Casa Librera (Neuquén) / Distribuidora Vallari (Neuquén)/Galerna Libros (Neuquén) / El Anticuario Libros (Neuquén) / Ediciones con Doble Z (Neuquén) / Librería Mil Hojas (Plottier) / Manuscritos Libros (Cipolletti) / Veo Veo (Chos Malal) / Tanta Ceniza Editora (Neuquén) / Libracos (Neuquén.

29/07/2016

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