El gobierno del presidente Mauricio Macri introdujo a Argentina dentro de las disputas geopolíticas de Rusia y China con Estados Unidos, a raíz de la crisis en Venezuela. Lo hizo a través del ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, quien interpretó que Vladimir Putin y de Xi Jimping apoyan a Nicolás Maduro por negocios. Además, el embajador argentino en China, Diego Guelar, tuvo palabras irónicas hacia las autoridades del país donde se desempeña.

Faurie abandonó el delicado lenguaje de las reglas diplomáticas, más aún en situaciones de crisis, y opinó sobre las motivaciones que tendrían las principales potencias mundiales que han respaldado al gobierno constitucional con sede en Caracas.

“Conocemos la posición tanto de Rusia como de China, frente al apoyo que ellos mantienen con Venezuela, no se olviden -dijo a periodistas- que ambos han hecho una asistencia financiera muy importante en distintos momentos”.

Agregó que “obviamente la suerte de los acuerdos hechos con el régimen de Maduro para ellos tienen importancia para recuperar la plata que han puesto, y que tienen en este momento comprometida en Venezuela”, prosiguió el responsable de la política exterior argentina.

La llamativa declaración del canciller se involucra en decisiones soberanas de dos gobiernos que, hasta el momento, tienen relaciones correctas con Argentina y además, en el caso de China, se ha convertido en un importante inversor. Incluso, durante las reuniones de Macri con Putin y Jimping, precisamente el tema de las inversiones ha sido uno de los más destacados.

También en los ámbitos diplomáticos y políticos llamó la atención una respuesta en Twitter, de solo dos palabras pero muy significativa por su función, formulada por el embajador en China, Diego Guelar.

“Bien, gracias”, respondió con ironía y de forma despectiva el representante oficial argentino ante el segundo país más poderoso del mundo, cuando le consultaron qué pasaba con el gobierno chino, que no respaldaba a Guaidó, el auto-proclamado “presidente encargado” de Venezuela.

Organismos de derechos humanos

La situación en el país caribeño empezó a cobrar mayor volumen dentro de la sociedad civil argentina. Ayer hubo un pronunciamiento de la Mesa Nacional de Organismos de Derechos Humanos, que exigió “el respeto a la soberanía del pueblo venezolano en esta hora difícil” y “el pleno acatamiento a los principios del derecho internacional”, así como “el reconocimiento a las autoridades electas de acuerdo a la Constitución Nacional”.

El espacio de coordinación está integrado, entre otras entidades, por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Hijos, y Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas, Liga Argentina por los Derechos del Hombre y la Asociación Buena Memoria.

La declaración también sostuvo que “la voluntad popular se manifiesta en las urnas, y la democracia no funciona por auto-proclamación”. Esto último fue una alusión implícita a Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) venezolano, quien se atribuyó a sí mismo el cargo de mandatario “encargado” del país.

“La nuestra es una región de paz y no podemos permitirnos, como ciudadanas y ciudadanos de esta Patria Grande, otro enfrentamiento fratricida”, manifestó la Mesa Nacional de Organismos de Derechos Humanos.

También emitió una declaración sobre el tema el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), pero lo hizo en forma separada. La asociación que preside el periodista y escritor Horacio Verbitsky se pronunció por “una salida democrática y pacífica” para el conflicto en Venezuela, y reclamó el rechazo de la comunidad internacional “el intento intervencionista de Estados Unidos”.

Consideró “necesario que el Estado venezolano garantice la protección de la vida, la vigencia plena de los derechos humanos y el derecho a la protesta, así como la investigación efectiva de las violaciones denunciadas” al respecto.

La entidad alertó que “la intervención de Estados Unidos sobre la política regional evoca situaciones que América Latina ya ha atravesado y que tuvieron consecuencias trágicas”, por lo cual consideró “muy preocupante” que el gobierno argentino avale el papel que está teniendo Estados Unidos en la región.

Un tercer espacio del movimiento de derechos humanos, la Asociación de Ex-Detenidos Desaparecidos, fijó posición al respecto y repudió “la intervención de la OEA y del gobierno norteamericano en los asuntos internos de Venezuela”, al tiempo que expresó su “solidaridad con el pueblo venezolano”.

También “repudiamos enérgicamente, y una vez más, las declaraciones del presidente Mauricio Macri, que no hacen más que expresar a su gobierno nefasto, que solo trae hambre y represión para nuestro pueblo, y que se unifica con los peores referentes de la derecha y el fascismo que recorren nuestro continente sur”, dijo la entidad que agrupa a ex detenidos desaparecidos durante la dictadura.