¿Qué hará el mundo con las sonrisas que nos quita?, se pregunta Mateo casi al comienzo de este largo monólogo que describe los vericuetos de la culpa y las alternativas de su relación con Keíta, su vecina adolescente. Entre ambos tercia, con una actividad casi celestinesca un gato, el estúpido gato que ser convertirá en la clave de esta novela de Alejandra Rey. Ingresan al relato los vecinos, los padres de Keíta, las novias (actuales y anteriores) de Mateo y el gato, sobre todo el gato.

Alejandra Rey (Buenos Aires, 1980-Neuquén, 2022) había comentado en una entrevista que “Estúpido Señor Cats es uno de los libros más rebeldes que haya escrito, pues acabó en un sitio absolutamente desconocido e insólito para mí. Aunque quizás en esa misma rebeldía encuentre algo parecido a una respuesta. La novela cuenta el proceso de transformación en el que puede sumirnos la culpa. El protagonista se encuentra con un costado suyo que realmente no le gusta, que jamás sospechó. Y se abre camino desde la negación hasta la irresponsabilidad de echarle la culpa al azar, el destino o la maldición.”

Y de regreso a la pregunta del protagonista: el mundo convierte las sonrisas “en dinero, en explotación, en ultraje, en muerte”. Y es casi un anticipo de qué ocurrirá a lo largo de estas páginas pues aunque “nada culpa el deseo”, la obsesión de Mateo por Keíta y la negación de la relación, que tiene como contracara sus visitas cada vez más frecuentes al prostíbulo del barrio.

La materia narrativa se desliza, casi informe, como un ancho río que conduce a la desesperación, la angustia, la clausura de toda salida y se desarrolla en una breve geografía: la de un barrio, sus calles, sus casas y negocios, los vecinos arquetípicos con sus esperanzas y sus mezquindades. Y el escamoteo del drama que, siempre presente, ordena el despliegue de la historia hacia su terrible e irreversible desenlace. Como en las novelas de Roberto Arlt, la sordidez y la desesperanza atraviesan la narración hasta consumar la desesperación.

En la escritura de esta novela, su autora reproduce los diálogos tal como acontecen en la realidad. Por tanto, tienen su correlato en la gráfica de cada página: no existen los usuales guiones que separan a los interlocutores y por tanto no es necesario aclarar quién habla o quién entra o sale. Se trata menos de un recurso que de un guiño al lector, un anzuelo que pretende acaparar su atención y no dejar que se escape de la trama propuesta.

Alejandra Rey vendía sus libros (narrativas, ensayos, editados por ella misma en forma artesanal, en bares y confiterías del centro de Neuquén, aunque también los había llevado (y ellos la habían llevado) en 2011 a un periplo de 15 mil kilómetros por América (vendió más de tres mil ejemplares en ese viaje). Su obra está compuesta por varias novelas y ensayos, algunos publicados en el extranjero: Fines y principio;Martes penitentes; Epifanía; La causa; Lo demás es cosa de valientes; De cómo errar en todo; El talle de mi tumba; Pepsi, Rawson y el coronel; Lola; Aporía; Oda de resurrección; Todas las veces que me salvé; Come off me; Prozac y versos; Corramos mejor suerte; Del feminismo burgués y otras contrarrevoluciones; Crónicas de la rabia; Agujero blanco; Pensamiento contemplativo; La suerte de encontrar una buena razón para no morir de amor.

Alejandra Rey: Estúpido Señor Cats, Neuquén, Con Doble Zeta, 2013, 124 págs.

Borges y Cortázar con Alejandra Rey, escritora independiente y estudiante de Filosofía.