La senadora de Neuquén por el Frente de Todos, Silvia Sapag, sostuvo que "el MPN ahora está muy interesado en el negocio del petróleo" y que "pareciera que es la única actividad que rige a la provincia", mientras las demás son "abandonadas y dejadas a su suerte".

En diálogo con , habló de la cercanía que el gobernador Omar Gutiérrez mostró con el presidente Alberto Fernández en su reciente visita a Neuquén y afirmó: "me parece bien que se hayan hecho amigos tan rápido".

Agregó que "el MPN siempre se llevó bien con los gobiernos nacionales" pero señaló que "es llamativo" que la buena relación sea con "dos gobiernos de signos tan distintos en tan poco tiempo", ya que "unos meses atrás teníamos una derecha a ultranza y ahora estamos pensando en el otro".

La senadora auguró que el gobierno nacional consolide la mirada federal y dijo que ese "es el paso que tenemos que dar", al tiempo que valoró que el presidente "escuchó a las provincias productoras" al decretar el precio sostén del barril del crudo. En ese sentido, dijo que "tenemos que empezar a mirar con mucho interés a todas estas empresas regionales porque son las que nos van a salvar".

Respecto de su preocupación por el pasivo ambiental que deja en la provincia la explotación hidrocarburífera, sostuvo que el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, "esta azorado" y agregó que "me preocupan los movimientos de suelo que se registran a través del fracking" en Sauzal Bonito, donde ayer se registraron dos nuevos temblores.

-¿Qué le pareció la visita de Alberto Fernández a Neuquén?

-Siempre es bueno que un presidente venga a nuestra provincia y uno acá pueda decirle las cosas, las necesidades, los anhelos. Él está recorriendo las provincias, llevando ayuda, tratando de establecer una impronta a su gobierno que sea más federal, lo cual me parece excelente, pero yo creo que para ser federal tenemos que dar también otros pasos más. No solamente con los gobernadores sino buscar que los recursos sean manejados por sus propias provincias. Hablo específicamente del petróleo, que es un anhelo constante en mi prédica política. Que el petróleo se pueda industrializar en nuestra tierra, donde se produce, donde cuando se acabe no se quede solamente con la tierra desvastada, sino que podamos reconvertir y tener industrias derivadas del gas, de los hidrocarburos, que puedan dar trabajo a nuestra gente y no que una vez acabado el recurso nos miremos entre nosotros y digamos 'esto se acabó'. Ese creo que es el siguiente paso que tenemos que hacerles ver a los gobernantes nacionales. La pandemia ayudó a ver las dificultades que provoca tener una ciudad como Buenos Aires, con tanta concentración de actividades económicas, de gente, de viviendas, que produce también, que el virus allí se encuentre a sus anchas mientras que el resto del país puede comenzar a funcionar. Como todo está centrado en Buenos Aires es muy difícil. Pero el país no es solo Buenos Aires entonces comenzar a ver este mapa y consolidarlo es lo que tenemos que lograr. Es el paso que tenemos que dar.

-¿Cree que el presidente está trabajando en ese sentido cuando habla de federalismo?

-Sí. Por ejemplo, el DNU 488 que firmó con respecto al precio del barril de crudo, es una clara muestra de eso. Escuchó a las provincias productoras y el desarrollo que ellas tienen con las empresas regionales que se han ido desarrollando con gente de YPF que fue dejada de lado cuando se privatizó, que son gente muy experimentada, muy capacitada, con mucha inteligencia, y que son los motores de la producción hidrocarburífera. Esto logramos hacerlo entender, con Darío Martínez, a las autoridades de Energía, de YPF y del Ministerio de Desarrollo Productivo. Y está plasmado en ese decreto, que dice que damos el precio del barril pero las grandes empresas tienen que tener en cuenta a todos los eslabones de la industria hidrocaburífera, hasta el último, que son los trabajadores, a quienes no pueden despedir.

-Desde la perspectiva del gobierno, Neuquén pasó en un año de ser una "isla" dentro de la crisis, a pedirle plata prestada a Nación para pagar los sueldos.

-Por eso también es importante este decreto. Tenemos que empezar a mirar con mucho interés a todas estas empresas regionales porque son las que nos van a salvar. Les tenemos que dar recursos y no pensar que solamente las empresas extranjeras que vienen a invertir son las que nos van a salvar. Nos va a salvar la gente de acá, las empresas de acá que han acumulado mucho desarrollo, mucha experiencia, como para poder explorar y explotar el petróleo que tenemos en nuestras cuencas.

-Usted hizo un planteo respecto del pasivo ambiental que deja a la provincia la actividad hidrocarburífera y fue retomado por el ministro de Ambiente, Cabandié. ¿Cree que llegó el momento de incluir este tema en la agenda?

-Cuando estuve en la Secretaría General de la Gobernación en Neuquén habíamos logrado financiamiento del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) para evaluar el pasivo ambiental que dejaban las empresas petroleras en el territorio. Logramos hacer un análisis, están los estudios de aquel momento. Habíamos incluso dado los primeros pasos para, con esos análisis en mano, ir a las empresas petroleras para que ese pasivo ambiental sea devuelto de alguna manera a la provincia. Después vino (Jorge) Sobisch y todo eso desapareció. Y desde hace veinte años a ahora es muy poco lo que se hace. A mí me sorprendió lo que me respondió Cabandié. Parece que está azorado. Yo no tengo datos recientes, solamente yendo a Buenos Aires por mi actividad en el Congreso, apenas remonta vuelo el avión uno ve la degradación de la meseta. Y me preocupan los movimientos de suelo que se registran a través del fracking, que nunca antes se habían registrado alrededor de Sauzal Bonito, que es la población más afectada.

-¿Cómo ve el acercamiento de Omar Gutiérrez a Alberto Fernández?

-Me parece bien que se hayan hecho amigos tan rápido. El MPN siempre se llevó bien con los gobiernos nacionales, lo que no quería decir que te tuvieras que travestir para tener esa buena relación. Podías marcar tu propia impronta. Lo que pasa es que ahora son dos gobiernos de signos tan distintos en tan poco tiempo: hace unos meses atrás teníamos una derecha a ultranza y ahora estamos pensando en el otro. Y bueno, es llamativo. Pero me parece muy bien. No sé cómo se va a desarrollar esta relación. Ojalá que bien.

-Usted dijo días atrás que el MPN "ha perdido el rumbo" y que ha perdido su impronta. ¿Cuál sería la impronta actual del partido provincial?

-El MPN ahora está muy interesado en el negocio del petróleo. Pareciera que es la única actividad que rige a la provincia. Yo he hecho la campaña en el norte de la provincia, la he recorrido varias veces y uno ve el atraso y la dejadez con que viven sus pobladores, que tienen una economía maravillosa que es la de la trashumancia, que es única en el país, y que deberíamos conservarla como un patrimonio cultural. Pero está tan abandonada y dejada a su suerte. No hay conectividad y no sé cómo estarán haciendo los chicos ahora para tomar sus clases en pueblos donde no hay señal. El MPN siempre tuvo en primera línea el nosotros, no el yo. Y eso es lo que cambió.