Una imponente multitud volvió a colmar ayer la Plaza de Mayo y sus calles circundantes en la ciudad de Buenos Aires, en lo que constituyó la movilización principal de todas las realizadas en el territorio nacional para repudiar, como cada año en esta misma fecha, a la dictadura genocida iniciada hace 43 años, el 24 de marzo de 1976.

La manifestación del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia en el lugar público más emblemático de la política nacional y de las luchas populares, concluyó con la lectura de un documento elaborado por las principales organizaciones del movimiento de Derechos Humanos, entre ellas las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo. El pronunciamiento incluyó el reclamo histórico de juicio y castigo a los culpables y la reivindicación de los 30.000 desaparecidos.

Pero además, tanto en esa declaración como en las pancartas, los cánticos y las expresiones de los participantes, hubo al mismo tiempo fortísimas críticas al gobierno de Mauricio Macri y a integrantes del sistema judicial.

La consigna convocante central fue “Con memoria y unidad luchemos por la patria que soñaron los y las 30.000 desaparecidos y desaparecidas”. El documento lanzó cuestionamientos de fondo a las autoridades nacionales, tanto por sus decisiones económicas y sociales como las políticas que involucran a la vigencia de los derechos humanos y las libertades democráticas.

Uno de los tramos más significativos expresaba: “Nos manifestamos contra el avasallamiento que el gobierno de Mauricio Macri genera todos los días: los despidos masivos, la miseria planificada, la entrega del país a los buitres; la persecución contra los pueblos originarios; la persecución a militantes; las presas y presos políticos; la grave injerencia del gobierno sobre el Poder Judicial; retrocesos en Memoria, Verdad y Justicia; la violencia institucional; la represión a la protesta social; la censura a la prensa; y el negacionismo”. Esta última es una referencia a voceros oficiales que niegan que la dictadura haya perpetrado la desaparición de 30.000 personas.

Organizaciones y participantes independientes

Los participantes, como es habitual en esta conmemoración, están mezclados entre los que forman parte de algún tipo de organización política, sindical, estudiantil, cultural, etc., junto con aquellos que concurren de forma independiente, sin estar integrados a organizaciones y generalmente con grupos de amigos o familiares.

También como es habitual, se repitió la presencia multitudinaria de jóvenes, adolescentes e incluso niñas y niños que durante su formación van adquiriendo valores e ideas que parten del principio básico de repudiar a las dictaduras y reivindicar la democracia, la paz y los derechos humanos.

Los sectores organizados, además de las entidades de derechos humanos, se destacaron por su pertenencia política, en particular por la presencia de diferentes expresiones de la izquierda y también del kirchnerismo. Hubo también una importante presencia sindical, representada en columnas de los sindicatos de docentes, estatales, metalúrgicos, camioneros y de la construcción.

Una característica que se acentuó notoriamente en la marcha de ayer respecto de las anteriores por el Día de la Memoria, fue la participación de colectivos feministas. En su caso, al repudio a la dictadura y el reclamo de justicia por los desaparecidos, se unieron las consignas contra el patriarcado y las demandas por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

Por otra parte, una de las columnas que recibió emocionados aplausos y muestras de admiración fue la de “Historias Desobedientes”, que es una agrupación conformada por hijas, hijos y otros familiares de aquellos integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad que fueron autores de los crímenes de la dictadura.

En Buenos Aires, por la Memoria