En un histórico debate que comenzó alrededor de las 11 y media de la mañana de ayer, los diputados de la Nación le dieron media sanción al proyecto que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.

El extenso debate incluyó argumentos científicos, religiosos, morales, personales, naturalistas, políticos, jurídicos, constitucionales, económicos; a favor de una y otra posición; donde por ejemplo, Eva Perón fue utilizada para justificar los dos votos; donde se habló de tráfico de órganos de bebés, de cementerios de fetos y donde hasta se dijo que los animales y las plantas no matan a sus hijos.

Algunos diputados dejaron sus creencias personales en las puertas del Congreso y otros argumentaron la imposibilidad de desprenderse de ellas, todos defendieron la vida y destacaron la intención de legislar para evitar la muerte.

Fue un debate transversal donde por casi un día se licuaron los partidos políticos y los bloques partidarios, y quizás sea la última oportunidad de ver a kirchneristas aplaudiendo al denostado representante de Cambiemos Fernando Iglesias luego de su preciso discurso a favor de la ley, o donde un afectado diputado socialista se definió por votar en contra de la firme tradición de su partido en Santa Fe; o cuando el diputado del Frente Renovador Ignacio “Vasco” De Mendiguren irrumpió en llanto al confesar que decidió votar a favor de la ley.

Cierre de bloques

En el momento del cierre de cada bloque, Graciela Camaño, presidenta de la bancada del Frente Renovador, se manifestó en contra del proyecto y felicitó al bloque del Frente de Izquierda porque en la campaña electoral plantearon que estaban a favor de la legalización del aborto.

“Nuestra misión no es fracturar a la sociedad, sino juntarnos a buscar el bien común para nuestro pueblo”, dijo y agregó que “el abrumador 30 de pobreza que sostenemos desde el advenimiento de la democracia nos tiene que llamar al recato y a la cordura”.

El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, planteó en su discurso que este proyecto “nos interpela como dirigencia política, a que salgamos del status quo, a que salgamos de la zona de confort” porque “los problemas son los que causan los abortos clandestinos, las muertes que causan”; y pidió sacar “la interrupción del embarazo del closet” como sucedió con el matrimonio igualitario.

“Ese enorme grupo de mujeres que está afuera, ese colectivo de mujeres que nos sensibiliza vienen a decirnos que lo que venía funcionando hasta ahora está mal, y ese colectivo quizás marca la lucha más genuina que se está dando en nuestra Argentina”, expresó.

Silvia Lospenatto, diputada del PRO, en un emotivo discurso dijo que en la Argentina “estamos hablando de una gran tragedia de salud pública y no podemos salir sin una propuesta para las mujeres”.

“Este es el siglo de los derechos de las mujeres, más tarde o más temprano las jóvenes que portan en sus mochilas los pañuelos verdes van a conquistar los derechos que reclaman; saquemos de la clandestinidad el aborto y legislemos por la salud y por la autonomía de las mujeres”, concluyó con un listado de las mujeres que las precedieron “en esta lucha”, ante un cerrado aplauso de los diputados.

Inicio del debate

Daniel Lipovetsky, diputado del Pro, abrió la discusión y dijo que es “un día histórico, porque por primera vez se va a tratar un proyecto de legalización de la interrupción legal del embarazo” y remarcó que se dio “gracias a la lucha de las mujeres y del presidente Macri”.

“Los miles de abortos que se hacen en la Argentina son un problema que debemos resolver”, agregó el presidente del plenario de comisiones y destacó que “tres ministros de Salud de dos gobiernos, dos del anterior y nuestro ministro actual, dijeron que la legalización del aborto mejora la calidad de vida de las mujeres argentinas”.

Consideró que no es “inconstitucional” y que “el comité de derechos humanos de la ONU jamás dijo que la interrupción violaba una convención internacional de derechos humanos”, así como la CIDH ratificó que “el embrión no es persona”.

“No se trata de salvar dos vidas sino miles de vidas”, remató Lipovetzky.

El proyecto de ley de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo llegó al recinto luego de más de 106 horas de debate en comisiones, con 738 expositores y el dictamen final llevó la firma de 64 diputados; luego de un debate que comenzó el 10 de abril y finalizó el jueves 31 de mayo.

Carmen Polledo, diputada del Pro de la ciudad de Buenos Aires, habló en segundo lugar y señaló que el aborto es “un problema que no negamos” pero “nos obliga a preguntarnos qué modelo de sociedad queremos”.

“Legalizar el aborto no es el único camino para evitar la muerte”, dijo y destacó que “debemos tener cuidado cuando en nombre de la libertad violentamos el derecho de otros”, y agregó “que disponer de nuestro cuerpo no puede implicar el daño al cuerpo de otros; y el niño que crece tiene derecho a expresarse, pero si no le damos vida no tiene ese derecho a expresarse”.

La representante del Frente Renovador, Cecilia Moreau, dijo que “la política punitiva fracasó” y se preguntó si se debe  actuar o que se mantengan “las muertes por abortos ilegales” por lo que sostuvo que “nuestra función es representar la voluntad ciudadana de un Estado laico, y dejar en la puerta nuestras creencias religiosas”.

Agregó que no vio a los defensores de la vida utilizar esa “energía en cerrar clínicas ilegales en la educación sexual, en ir a los barrios a enseñar; tampoco hicieron algo por esas chicas que usan una aguja o un perejil, que les puede causar la muerte”.

Por el lado quienes se manifestaron en contra, la diputada Victoria Rosso indicó que “este proyecto no es el camino para resolver la problemática de los embarazos no deseados” y señaló que “estamos interrumpiendo una vida humana que está en proceso de desarrollo”.

Y remarcó que “en el reconocimiento de la vida, nuestro marco normativo es categórico: la vida inicia desde la concepción” y “este proyecto peca desde sus inicios de anticonstitucionalidad”.

Victoria Donda, diputada de Libres del Sur, indicó que “es un proyecto que venimos presentando hace 13 años” y que “llegué al recinto por el esfuerzo de las mujeres que están afuera”.

“Me pesan los embriones que no van a nacer pero el derecho es progresivo, estamos discutiendo aborto legal o clandestino, y la clandestinidad mata”, definió Donda quién expuso un ejemplo donde se preguntó a quién salvarían si en un cuarto hay 20 embriones y en el otro una nena de 5 años y se preguntó por qué no defienden a los embriones que se descartan en los procesos de fertilización asistida.

Y cerró su intervención, como muchas de las referentes que están a favor de la legalización, con el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.

La diputada Romina del Plá, del Frente de Izquierda, sostuvo que “esto es lo que tenemos que tener claro, quienes voten en contra de esta ley votan porque quede en pie el aborto clandestino, la muerte de mujeres, las miles de mutilaciones, el negocio de las clínicas privadas y toda esta orientación de tutelaje del Estado de la Iglesia y de los gobernadores que hoy están presionando a los diputados para que voten en contra de esta ley”.

Ya ganaron