La canciller argentina Susana Malcorra tuvo un mal día. Primero tuvo que ir a informar a la comisión de Relaciones Exteriores del Senado sobre el polémico acuerdo con Gran Bretaña y luego tuvo que resignar sus aspiraciones a secretaria general de la ONU a manos del portugués Antonio Guterres, quien quedó como claro favorito para el cargo.

En el Senado, la canciller calificó como "muy positivo" el comunicado conjunto suscripto con el vicecanciller de Gran Bretaña, Alan Duncan, en el que el país tomaba el compromiso de “remover todos los obstáculos” para el desarrollo económico de las islas Malvinas en lo que se refiere a comercio, navegación, pesca e hidrocarburos.

Durante su exposición en la Comisión de Relaciones Exteriores, la canciller insistió en que no se trata de un acuerdo y aseguró que si se llegará a uno será enviado al Congreso para su debate. “Lo único que quiere decir es que ha habido un primer intento de avance en la discusión”, sintetizó.

Más tarde, Malcorra felicitó a su rival a través de Twitter minutos después de conocerse que el ex primer ministro portugués había sido el claro ganador de la sexta votación secreta sobre el relevo del actual secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, cuyo mandato culmina en diciembre.

En la comisión del Senado, la funcionaria tuvo que repetir que la soberanía sobre las Islas Malvinas no se está tratando con "liviandad e irresponsabilidad" por parte del gobierno de Cambiemos y calificó de "error semántico" el traspié diplomático del presidente Mauricio Macri, quien había dicho que, durante un encuentro informal en la Asamblea General de la ONU, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, se había comprometido a poner en agenda la discusión por la soberanía de las Islas Malvinas. Algo que fue desmentido primero por Malcorra y después por el Foreing Office.