El economista Andrés Asiain se refirió al índice de inflación de 6,5% de septiembre que publicó el Indec y sostuvo que “se esperaba una inflación muy alta producto de la combinación de la suba fuerte del dólar con los aumentos de tarifas y combustibles” y aclaró que para fin de año vamos a estar en un 48% anual.

“Ésta inflación de septiembre, más la que esperamos en octubre cercana al 5,5%, y si logran un escenario de estabilidad un 3% para noviembre y diciembre; ya estaríamos en una inflación anual del 48%, cabeceando el 50%”, describió en diálogo con y agregó que “habría que remontarse a la previa de la convertibilidad para tener una inflación anual tan elevada”.

Para el director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) la inflación de septiembre “podría haber sido más alta” porque “por los aumentos bajos que pusieron en combustibles, es probable que el aumento de nafta de casi el 10% del 29 del mes pasado no lo hayan contabilizado en septiembre, y recién impacte en el IPC de octubre”.

El Indec dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre que alcanzó un 6,5%, contabilizada como la más alta del año, e informó que el incremento en  los primeros 9 meses del años es del 32,4%; y la comparación interanual del 40,5%.

Los rubros que tuvieron mayor incremento fueron Transporte (10,4%), Prendas de vestir y calzado (9,8%), Equipamiento y mantenimiento para el hogar (9,7%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (7%).

Asiain describió que “el incremento es parejo” pero “los que más sufren son los sectores más humildes porque los alimentos no dan tregua con aumentos por arriba del 7%”.

“Lo más dramático detrás de estos números es que los argentinos empiezan a tener problemas a la hora de la alimentación, a saltear comidas, no les alcanza ni siquiera para alimentarse”, señaló el economista, y consideró que “siempre que sube el dólar los alimentos son de los rubros que más aumentan y dentro del rubro, los más básicos, como harina, fideos y polenta; son los que más se disparan”.

En cuanto a la política del equipo económico del gobierno de eliminar las Lebacs y reemplazarlas por Leliq, Asiain sostuvo que “es un sinsentido reemplazar una letra por otra” con el costo de que “una tasa que estaba muy elevada, cercana al 40%, ahora esté arriba del 70%”; y criticó que se haya llevado adelante “porque al FMI no le gusta que sean del Banco Central y quiere letras del tesoro, parece un absurdo”.

Para el economista “esto se solucionaba con tasas mucho más bajas y con una clara intervención del Banco Central en el mercado de cambios” pero como “el que gobierna en la Argentina es el FMI y se ata a dogmas ideológicos y burocráticos” se resolvió de este modo.

“Para ellos, si la Argentina se hunde en el camino es un pequeño error del programa económico, ya lo dijeron con Grecia”, agregó y sostuvo que el fondo argumentó que tuvieron “que sacrificar a Grecia para salvar al euro” por lo que mañana podrían decir que “sacrifican a Argentina para salvar el sistema financiero latinoamericano”.

El dólar y el año electoral

El director del CESO indicó, sobre el freno de la corrida del dólar, que le “sorprendió que se haya logrado estabilidad aún con esas tasas bestiales” y sostuvo que es “escéptico” sobre el futuro  “porque el FMI le dio muy pocas herramientas al Banco Central para intervenir en el caso de una alta demanda de dólares”.

“Básicamente le dio la venta de 150 millones de dólares cuando hubo jornadas en los últimos tres meses en las que llegó a perder más de mil millones de dólares en un solo día”, agregó.

Y consideró que “en el caso más exitoso de este programa económico”, aunque duda “que lo logren”; el dólar va a “aguantar hasta abril o mayo del año que viene hasta que se reanude la corrida por las elecciones”.

Sobre el resultado negativo que va a tener la economía el año que viene, en un año eleccionario, Asiain indicó que “el FMI es antipolítico, no le preocupa la viabilidad política del gobierno actual y le impone un plan económico ultrarecesivo en un año electoral”.

El economista consideró que el gobierno “está en el horno” para afrontar las elecciones, y agregó que lo aseguraron “los inversores internacionales cuando fue Macri a Estados Unidos” porque le dijeron “que si no hace un plan de ajuste como pide el FMI” no iban “a poner la plata” y si hacía el “plan de ajuste, tampoco, porque el año que viene hay elecciones y con ese plan no gana”.