Entrevistas
12/06/2016

Leopoldo Moreau

“Vienen por los recursos naturales y Vaca Muerta”

“Vienen por los recursos naturales y Vaca Muerta” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El principal referente del Movimiento Nacional Alfonsinista inscribe al gobierno de Mauricio Macri en la estrategia del complejo industrial-militar de los Estados Unidos y denuncia que la conducción de la UCR se limita a levantar la mano en el Congreso. Fuerte crítica a Horacio Quiroga.

Dirigente histórico del radicalismo alfonsinista, Leopoldo Moreau fue diputado y senador nacional por la UCR, además de un referente indiscutible de los sectores progresistas de ese partido. Alineado en la necesidad de recuperar un radicalismo “nacional, popular y humanista”, denuncia que la dirigencia radical se sometió “a los dueños de las empresas que están efectivamente al frente del Estado” y advierte que el gobierno de Mauricio Macri forma parte de una “matriz regional” de entrega de los recursos naturales a los poderes fácticos, ordenados con el complejo industrial-militar norteamericano.

-¿Cómo caracteriza la etapa política que nació con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada?

-Estamos viviendo una enorme regresión. En general, los gobiernos conservadores siempre te devuelven al pasado, pero ninguno lo hizo con la velocidad con que está llevando adelante esa tarea el gobierno de Macri. Esto no sólo se revela en el brutal ajuste que implica que más de 700.000 millones de pesos, a lo largo del 2016, van a pasar de la economía popular a los grupos económicos más concentrados. También en otra serie de decisiones, que pasan más desapercibidas pero tienen un impacto muy fuerte hacia delante, como la decisión de modificar la mirada geopolítica de la Argentina, debilitar el Mercosur e incorporarse a la Alianza del Pacífico, como paso previo a la incorporación al TPP (Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica). Eso hacia adelante va a tener un impacto muy fuerte sobre la Argentina y sobre la calidad de vida de nuestro pueblo. Además, van a comprometer los recursos naturales de la Argentina.

- Es difícil no relacionar estas políticas con el contexto regional

- Hay una matriz común que no sólo se refiere al modo en que están llevando adelante políticas o acciones tendientes a limitar a los movimientos populares o a provocar golpes blandos, como en el caso de Brasil. En realidad la matriz común es que esta vez vienen por los recursos naturales, por Vaca Muerta, por el acuífero Guaraní, por las minas de litio en el norte argentino y chileno y del sur de Bolivia. Y este cambio en la mirada geopolítica, que va a significar la muerte del Mercosur, el abandono del apoyo a los Brics, también viene acompañado de otras modificaciones que son sumamente graves y peligrosas. Algunas definiciones han pasado desapercibidas pero tienen una gravedad inusitada. En la celebración del Día del Ejército Macri dijo que “las Fuerzas Armadas deben volver a tomar protagonismo en la lucha contra el terrorismo”. En la versión que reparte presidencia dice “terrorismo internacional”. Pero en el audio que yo escuché, dice “terrorismo” a secas. En cualquiera de los dos casos estamos frente a una situación sumamente riesgosa. Ya tenemos antecedentes nefastos en esta materia, cuando en los ‘90 el gobierno de Menem decidió involucrarse enviando fragatas al conflicto del Golfo Pérsico y esto terminó en dos atentados brutales en Argentina. Y si habla del “terrorismo” a secas se está refiriendo al orden local y regional. No hay ninguna amenaza terrorista, salvo que el gobierno entienda que una amenaza terrorista son los reclamos de los sectores populares en función de los derechos que se están perdiendo. En materia de defensa y política exterior hay un giro muy preocupante que nos vuelve a subordinar a los poderes fácticos del complejo industrial-militar de los Estados Unidos. Y creo esto tiene que ver con un nuevo escenario de conflicto, porque los poderes fácticos vienen por los recursos naturales, a diferencia de lo que pasó en la década del ‘90 que vinieron por las empresas del sector público.

- ¿La candidatura de Malcorra a la ONU con el apoyo de los Estados Unidos forma parte de esto?

- Creo que sí. En realidad esa fue la razón por la que Macri la designó canciller. Creo que hubo actos preparatorios, antes del triunfo de Macri. Las entrevistas que mantuvo con Benjamín Netanyahu, que es el jefe de estado con el que se ha visto más veces. Ahora anuncian una visita de Netanyahu a la Argentina. Todos sabemos el papel que jugó la denuncia de Nisman, incluso para bastardear la política exterior que llevaba adelante Obama. Creo que el gobierno de Macri está vinculado a los sectores más reaccionarios de los Estados Unidos, al complejo industrial militar y al Pentágono, específicamente.

- ¿Cree que la restauración neoliberal necesita enfrentar los escenarios de crisis con todo un repertorio de medidas represivas?

- Todos sabemos que es muy difícil llevar adelante una política de ajuste de esta magnitud sin represión. También creo que hay anticuerpos en la sociedad argentina, como ha quedado demostrado en estos meses con grandes movilizaciones populares. Esta no es la sociedad del 24 de marzo del '76 ni la del '89. Lo que sucede es que, precisamente en el caso del ’89, el terreno para las políticas de ajuste y entrega lo sembraron con el golpe de estado económico que llevaron adelante contra Alfonsín. Eso fue lo que en su momento le sirvió de telón de fondo para anestesiar durante mucho tiempo a la sociedad y llevar a la práctica la política de privatizaciones y exclusión social que caracterizó a la década del ’90. Como no pudieron hacer lo mismo contra Cristina, no porque no lo intentaran, porque lo hicieron en varias oportunidades, sobre todo en los últimos años de su gestión, creen haber sustituido los efectos de un golpe de Estado económico por el telón de la corrupción.

- Esto parece funcionar, al menos en determinados sectores de la sociedad.

- Lo que pasa es que también eso ha tenido patas cortas, porque cuando fueron por las sociedades offshore y las cuentas en Suiza se encontraron ellos mismos. Fueron a buscar sociedades offshore de Cristina, razón por la cual el grupo Clarín y La Nación formaron parte del consorcio internacional de periodistas que descubrió los Panamá Papers, y encontraron a Macri. Fueron por el dólar futuro y resulta que no sólo eran ellos los que habían hecho las operaciones sino que quedó comprobado que el vicejefe de gabinete había participado de la reunión donde se había decidido el corte que iba a tener la devaluación. Es decir, estaban discutiendo cuánto iban a ganar ellos. Y así en cada uno de los terrenos que exploraron. Fueron por Báez y se encontraron con Calcaterra y todas las empresas constructoras tradicionales que vienen haciendo cártel desde hace muchos años. Ha quedado a la vista de la sociedad que ellos son los que hace décadas practican el juego de la fuga de capitales. Por eso crean las sociedades offshore, que es el último eslabón de la cadena de fuga de capitales. Entonces también se les está agotando el argumento de la corrupción como pretexto para llevar adelante los ajustes.

“Se les está agotando el argumento de la corrupción como pretexto para llevar adelante los ajustes.”

- ¿Qué evaluación hace de la participación del radicalismo dentro del gobierno?

- Cambiemos fue una alianza de carácter meramente electoral. Una vez que Macri asumió el gobierno esa alianza desapareció. No estamos frente a un gobierno de coalición entre partidos políticos. Eso es una ficción. No están gobernando el Pro, el radicalismo y la Coalición Cívica. Por el contrario, estamos frente a un gobierno que tiene una naturaleza puramente corporativa. El radicalismo está relegado a un papel absolutamente secundario. La dirigencia radical que se sumó a este proyecto de restauración conservadora tiene como única función levantar la mano en el Congreso en favor de las iniciativas que elaboran y ponen en práctica los CEO o los dueños de las empresas que están efectivamente al frente del Estado, que ha sido feudalizado en favor de las corporaciones. Así como el gobierno militar feudalizó el Estado, dándole a la Marina el manejo de un sector del aparato gubernamental, al Ejército otro y a la Fuerza Aérea otro, hoy hay un Estado donde el ministerio de Energía se lo dieron al “club del petróleo”, el Banco Central a la intermediación financiera, la secretaría de Comercio al supermercadismo. Por eso, la naturaleza del ajuste es brutal, porque no sólo responde a una concepción del fanatismo neoliberal sino porque cada uno en su sector está pretendiendo maximizar las ganancias de la corporación que representa.

- ¿Puede haber un giro político desde la conducción actual del radicalismo?

- No hay que esperar mucho de esa dirigencia radical porque es la expresión de un radicalismo que desde la Alianza en adelante perdió la identidad y el debate político y tuvo un vaciamiento de militancia extraordinario. Hoy hay muchos más radicales, sobre todo alfonsinistas, fuera de la estructura del radicalismo que dentro. Creo que el radicalismo como lo conocimos no vuelve nunca más, como tampoco vuelve el PJ como lo conocíamos. No se trata de recuperar la sigla de la UCR, sino de recuperar la identidad nacional, popular, democrática, humanista y progresista del radicalismo.

- ¿Cuán diferente es la situación en el peronismo?

- Creo que el PJ cometería un error fatal si cree que puede prescindir de un espacio frentista. Hay quienes suponen, que con unificar el PJ alcanza. A mi juicio están equivocados. También cometerían un error muy grave si caen en la tentación de promover una unidad a cualquier precio, sin contenido. Van a terminar primando los proyectos personales, las especulaciones personales, alimentadas por estos poderes fácticos, particularmente la embajada de los Estados Unidos, el Grupo Clarín, los grandes grupos económicos concentrados, que van a favorecer esas aventuras personales para fraccionar en tantos pedazos como puedan la oposición al macrismo.

- ¿Comparte la convocatoria que hizo Cristina a construir un Frente Ciudadano?

- Es el Frente Ciudadano y un poco más. Es la confluencia de lo mejor del peronismo, del radicalismo, de la izquierda. De muchos compatriotas que nunca van a atravesar un partido político o un espacio político pero que sí tienen un compromiso con un país autónomo y una sociedad solidaria. Y a eso hay que sumar a los trabajadores, a la pequeña y mediana empresa, a los sectores docentes, estudiantiles, religiosos, a los movimientos sociales que, objetivamente, a medida que este proceso se vaya profundizando, van a ir entrando en contradicción con el modelo neoconservador.

Producción periodística Agustín Mozzoni y Simón García Mayer.

29/07/2016

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