Entrevistas
29/05/2016

Gustavo Crisafulli

"En agosto la UNC decidirá a quién dejaremos de pagarle"

"En agosto la UNC decidirá a quién dejaremos de pagarle" | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El rector de la Universidad Nacional del Comahue describió con crudeza que el déficit, producto de la inflación y los tarifazos, amenaza la continuidad de carreras y pone a la casa de estudios al borde de la cesación de pagos.

Carlos Marcel *

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Gustavo Crisafulli mostró con detalles la delicada situación de la Universidad Nacional del Comahue (UNC). En diálogo con Va Con Firma el rector dijo que, de no mediar los desembolsos comprometidos por el gobierno nacional, en el mes de agosto deberán elegir a quién pagarle, porque no alcanzarán a cumplir con todos los compromisos.

Explicó que el presupuesto de la UNC tiene sólo dos componentes; salarios y gastos de funcionamiento, y que este último representa apenas el 6% del monto total, por lo que cualquier aumento impacta mucho más. Dijo que han llegado facturas de gas con el 1.000% de incremento y que en el caso neuquino, los mayores impactos son en los costos de traslado, por los aumentos de combustibles y pasajes.

-¿Cual es el estado actual de la universidad?

-Las universidades nacionales argentinas estamos pasando por una etapa compleja de ahogo financiero, producto de las medidas macroeconómicas del gobierno nacional, desde la devaluación hasta el aumento de los precios, y fundamentalmente por la pérdida de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos, que han impactado muy fuertemente sobre lo que denominamos los “gastos de funcionamiento” de las universidades.

Si uno saca salarios, todo lo demás que hacen las universidades, desde pagar la luz y comprar papeles o insumos para los laboratorios, está en una partida que se llama gastos de funcionamiento. Esa partida fue votada por el congreso nacional a fines del año pasado, y el impacto de todos estos aumentos prácticamente la ha licuado, con lo cual las universidades estamos en serio riesgo de no poder cumplir con nuestras actividades.

-¿Dónde consta en el presupuesto lo que sería la obra pública, si se tiene que construir un nuevo edificio?

-Eso va a aparte, el presupuesto tiene salarios y gastos de funcionamiento, después hay una vía aparte que son las obras de infraestructura.

-¿Qué relación presupuestaria tienen salario y gastos?

-En la mayor parte de las universidades, más del 80 % del presupuesto se va en salarios. En el caso de la UNC es del 94%. Con lo cual el margen que denominamos gastos de funcionamiento es pequeño.

-¿Entonces cualquier aumento impacta más?

-Impacta mucho más porque no tenés espalda para sostenerlo, salvo que quieras desplazar personal, cosa que no vamos a hacer. Esto tiene que ver con que durante décadas los presupuestos fueron muy malos, recién desde el gobierno de Néstor Kirchner tuvimos un incremento sustantivo de los presupuestos.

-¿Cómo es la situación con respecto al gas?

-Estamos empezando a recibir las facturas, tenemos 10 sedes en distintas ciudades de dos provincias, y las primeras tienen un aumento del 1000 %.

-¿De dónde son?

-Algunas de Rio Negro y otras de Neuquén. Esperamos un impacto un poco menor. En el caso de la UNC, los impactos más grandes que nosotros estamos evaluando es en el gas, pero fundamentalmente el incremento de los costos de combustibles y de las tarifas de transporte aéreo y terrestre, porque por la dispersión de las facultades tenemos muchos gastos de movimiento interno, que nos impacta fuertemente. Las universidades del conurbano, por ejemplo, no tienen este problema. Nosotros estamos en un radio de 600 km.

-¿Tienen de donde sacar ese dinero que falta?

-No, y se lo hemos hecho saber el conjunto de las universidades al ministro. Que no nos alcanza lo que tenemos.

-¿Si no se pueden afrontar los gastos, la universidad podría cerrar?

-La universidad no debería cerrar, empezaría a tener que decidir qué cosas paga y qué cosas no paga. En algún momento tendríamos que decir: este mes no vamos poder pagar las becas de investigación, o no vamos a poder pagar el subsidio al comedor de la universidad porque vamos a tener que pagar una factura de gas enorme, o vamos a dejar de pagar a los proveedores.

-¿Cuándo llega esa fecha?

-En agosto, septiembre. No deberíamos llegar. Yo creo que el ministro de Educación, con dificultad, está tomando nota de que hay una crisis financiera de las universidades que no es un invento de los rectores. Por eso el presidente de la república nos dio un refuerzo presupuestario extraordinario. Lamentablemente respecto de esos 500 millones ha pasado casi un mes y no tenemos información de cómo se va a ejecutar, ni de cómo se va a distribuir. Pero es una señal.

-¿Entonces no es sólo una cuestión de aumento del gas, es una situación más compleja?

-Si, es muy compleja, porque pueden afectarse el funcionamiento de carreras o el desarrollo de investigación. Porque es una crisis general, el ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, que financia buena parte de la investigación, tiene retrasos muy importantes en definir un conjunto de inversiones que estaban acordadas con las universidades y ya estamos llegando a la mitad del año.

-¿Cómo considera el diálogo con el gobierno nacional y con las autoridades en materia educativa?

-Establecería ciertos matices, con la secretaría de Políticas Universitarias, que es nuestro interlocutor natural, el diálogo es bueno pero se ve dificultado por los inconvenientes que la secretaría tiene para llevar adelante los pedidos que les hacen las universidades. La relación con el ministro Bullrich es más difícil, porque tiene una mirada un poco prejuiciosa de ciertas características de las universidades nacionales. Ha hecho algunas desafortunadas declaraciones en torno a la mala administración o de la politización de las universidades; me parece que no lo han asesorado razonablemente sobre cuál es el lugar de la universidad pública en el sistema científico tecnológico, en la formación de profesionales. Con lo cual la relación del ministro con algunos rectores es un poco más difícil.

-¿Qué esperan para el próximo presupuesto y cuál es el piso para mantener lo que se ha logrado en los últimos años?

-Es una cuestión que se aproxima porque en el mes de junio comienza la discusión del presupuesto 2017. La aspiración de la UNC, es una actualización que el piso sea al menos la inflación completa del año anterior.

-¿Este año mantener el presupuesto universitario sería una buena noticia?

-Sí, porque frente a un discurso de reducción del gasto público, de reducción de los déficit fiscales del Estado, va a ser una batalla compleja.

-¿Cuál es la relación con los gobernadores de Neuquén y Río Negro y que espera de ellos?

-La relación es muy buena con los dos gobernadores, suelo reunirme periódicamente con ambos. Tenemos mesas de trabajo, entre provincia y universidad que van llevando un cronograma de actividades conjuntas. Las dos provincias han hecho aportes, no en volumen de financiamiento pero si en impacto de ese financiamiento sobre actividades que sino la universidad no podría financiar de otro modo.

-¿Cómo es la relación con el resto de la comunidad universitaria?

La relación con los claustros y las organizaciones políticas que los representan es muy buena. Hemos generado una mesa de trabajo conjunto con los representantes para coordinar nuestros reclamos sobre el presupuesto de la universidad, para sostener la calidad de los salarios de docentes y no docentes, para profundizar las políticas de bienestar universitario y acompañar la lucha del boleto estudiantil.  

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(*) Conductor del programa “La Palangana” de FM Mix.
29/07/2016

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