Entrevistas
12/05/2024

Hugo Yasky

“La unidad es la medida más inteligente que podemos tomar”

“La unidad es la medida más inteligente que podemos tomar” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El secretario general de la CTA de los Trabajadores analizó para Va Con Firma el paro general del 9 de mayo, la continuidad del plan de lucha contra el ajuste y al movimiento sindical como cabeza de la resistencia. “La acción nos va aglutinando, a diferencia de lo que ocurre con la política”, advierte.

Daniel Giarone

Hugo Yasky habla despacio y sin levantar la voz, pero con la firmeza que le da ser uno de los principales referentes del movimiento sindical. Cabeza de la CTA de los Trabajadores, que junto a la CTA Autónoma y a un amplio conglomerado de organizaciones sociales y políticas se sumaron al paro nacional convocado el jueves pasado por la CGT, destacó la unidad del movimiento obrero, alertó sobre los peligros que supone el avance de las políticas de Javier Milei y consideró que el movimiento obrero puede ser clave para “apuntalar la reunificación de todo el movimiento popular”.

- ¿Qué evaluación hacen desde la CTA del paro del jueves 9 de mayo?

- Fue un paro masivo en todo el país. La marcha del 1ro de mayo fue la mayor que se hizo en esa fecha. La sociedad ha reaccionado frente a las políticas de Javier Milei. Estamos viendo, en todos los gremios, una actitud decidida, a pesar de las presiones y amenazas patronales. Un rechazo contundente contra el DNU y la ley Bases, y fundamentalmente a la política de ajuste que significa caída de salarios, pulverización de las jubilaciones y estrangulamiento de las provincias, donde se está empezando a sentir cada vez más fuerte la recesión y la pérdida de puestos de trabajo.

- ¿Qué efecto puede tener el paro sobre el resto de la sociedad, sobre los sectores medios e incluso en quienes aún albergan alguna esperanza en las políticas del gobierno?

- A casi seis meses de haber asumido Javier Milei la situación se fue modificando. Hace cuatro meses estaríamos hablando de otra cosa. La marcha convocada por la comunidad educativa da cuenta del cambio que vivimos. Hasta ese momento las luchas tenían cierto distanciamiento e incluso rechazo. Y esto es lo que empezó a modificarse. Se está empezando a construir la empatía propia de las situaciones de crisis que afectan a distintos sectores.

- ¿Cómo evalúa la continuidad del plan de lucha contra el ajuste?

-Vamos a discutir movilizarnos al Congreso, junto a otros sectores, cuando el Senado trate la ley de Bases. Los trabajadores tenemos que darle continuidad a la lucha. El paro no fue algo episódico. Frente al intento de convertir a la Argentina en un país abierto al saqueo, con un orden financiero que lo va a transformar en un paraíso fiscal y que además castiga a los que trabajan, no podemos pensar que todo eso deja de existir al otro día que hicimos un paro.

- Más allá de las declaraciones e incluso descalificaciones, ¿el gobierno va a intentar hacer algún acuerdo con algún sector del movimiento obrero?

- No sería extraño si uno ve lo que está haciendo con los gobernadores. La política del garrote y de la zanahoria buscó desarticular ese frente que habían articulado las provincias de manera transversal. Van a intentar lo mismo con el movimiento sindical. Pero se van a encontrar con una CGT más cohesionada, menos porosa y menos proclive a dejarse neutralizar por el canto de sirena del sector más político del gabinete.

- A propósito de la transversalidad que mencionaba, ¿qué tipo de unidad hay hoy entre las centrales sindicales?

- Es una unidad basada fundamentalmente en la acción, que no requiere demasiada discusión. La CGT está tomando iniciativas detrás de las que nos abroquelamos. En tanto tengan continuidad, la unidad está fuera de discusión. La unidad es la medida más inteligente que puede tomar el movimiento obrero, que coloca al sindicalismo en la primera línea de lucha para impedir el daño que la política de Milei está infringiendo a la economía y a los sectores populares.

- La CGT propuso 17 puntos para la construcción de una Argentina con "desarrollo, producción y trabajo" ¿Estamos ante un nuevo programa del movimiento obrero, tal como sucedió con los 26 puntos de la CGT de Ubaldini, a mediados de los 80?

- Creo que la propuesta recoge lo que hemos venido planteando desde el movimiento sindical. El 17 de octubre del año pasado hubo un acto unitario donde se leyó un documento que tiene una línea de continuidad con este. El movimiento obrero no es solamente reactivo y defensivo sino que también tiene un proyecto de país. Vamos por los puntos mínimos para seguir viviendo en una Nación que respete la Constitución, los derechos de los trabajadores y el principio de progresividad de las leyes.

- ¿Hay en el movimiento obrero más unidad, mayor cohesión, que la que se observa en las fuerzas políticas opositoras?

- Creo que sí. En este momento tenemos una propensión a construir escenarios de unidad. Esto tiene que ver con haber saldado discusiones que abrieron grietas por las que circulaban contradicciones. Aprendimos de la experiencia de lo que fue el gobierno de Mauricio Macri. En un comienzo hubo sectores que se dejaron seducir con la idea de ser la pata oficialista de esa gestión. Pero a poco de andar quedó claro que era un camino no conducía a ninguna parte. A partir de ahí, sin demasiada estridencia ni puestas en escena, la unidad se fue consolidando. A diferencia de lo que ocurre con las fuerzas políticas, la acción nos va aglutinando.

- ¿Qué es lo que ocurre, desde su perspectiva, en la política partidaria para que no asistamos a un proceso similar?

- Vemos que definirse frente a una ley, ante una convocatoria que surge por fuera de la política, como la realizada por la CGT o por la marcha universitaria, genera distintos posicionamientos. Y esto quizás tenga que ver con que el movimiento obrero tiene menos margen para permitirse, en un momento como el actual, una pérdida de fuerza que genere zonas blandas y especulaciones que exhiban la debilidad del campo popular.

- A partir de esto, ¿es muy arriesgado imaginar a las centrales sindicales siendo la prenda de unidad de un bloque más amplio, que incluya también a los movimientos sociales y a distintos sectores políticos, económicos y de la producción?

- Eso va a depender de cómo evolucionen los acontecimientos. Si el movimiento obrero mantiene el protagonismo que hoy tiene en la confrontación con las políticas del gobierno, es muy probable que vaya generando un campo de gravitación que puede convertir a los trabajadores organizados en un elemento clave para apuntalar la reunificación de todo el movimiento popular en torno a una propuesta política que le devuelva centralidad. Esto va a depender de si somos capaces de sostener la iniciativa y la capacidad de confrontar con una realidad cada vez más dura.

29/07/2016

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