Entrevistas
26/11/2021

Creciente enemistad con la policía precedió el crimen de Elías

Creciente enemistad con la policía precedió el crimen de Elías | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Nélson Ávalos, miembro de la APDH Noroeste de Chubut, narró detalles de lo que ocurrió antes y en las horas posteriores al asesinato de Garay en Cuesta del Ternero, cerca de El Bolsón. "La primera pericia ya se perdió", dijo.

Laura D' Amico

El integrante de la APDH Noroeste de Chubut, Nelson Ávalos, contó a Va Con Firma cómo fueron las horas previas y posteriores al asesinato de Elías Garay, ocurrido el domingo pasado en la lof Quemquemtreu, en cercanías a Cuesta del Ternero, donde también resultó con heridas de bala otro integrante de la comunidad, Gonzalo Cabrera.

Dijo que la noche del domingo, una persona de Criminalística y una médica del Hospital de El Bolsón subieron al territorio para constatar la muerte de Garay y que luego el fiscal Martín Losada se negó a subir, tal como habían acordado con la comunidad, porque no había condiciones de seguridad. Pero aclaró que durante más de 50 días previos al crimen se generó un clima de creciente de enemistad con los policías del COER que cercaron el área.

"No quiso subir, por lo tanto la primera pericia ya se perdió, porque después se retiró el cuerpo y ese primer paso, que yo creo es necesario para cualquier investigación de un asesinato, no fue hecho", dijo Ávalos.

Agregó que al cuerpo lo bajaron personas de la comunidad hasta la entrada a la lof, y fue traslado en un coche fúnebre hasta la morgue. Según informó el Ministerio Público Fiscal de Río Negro, la autopsia que determinó que la causa de muerte fue un "shock hipovolémico a raíz de un disparo de arma de fuego, efectuado en la zona del tórax".

Con respecto las personas que efectuaron los disparos que terminaron con la vida de Garay, contó que vecinos "los describen como uno petiso y otro más grandote pelado". Agregaron que llegaron en un Gol rojo y que días antes del crimen habían sido vistos en la zona, hablando con policías. Ávalos remarcó que sean civiles o miembros de la fuerza "acá la policía de Río Negro, que mantuvo un férreo control durante 53 días, dejó pasar a estas dos personas en ese auto con esas armas largas. Ahí está el punto".

-¿Cómo venía funcionando la presencia del COER (Cuerpo de Operaciones Especiales de Rescate) en el lugar?

-La presencia del COER comenzó el 26 de septiembre. Ahí instalaron el retén y hubo denuncias porque en un primer momento se decía que usaban la escuela Lucinda Quintupuray, que está cerca en Cuesta del Ternero, como base, como alojamiento del COER. Hubo tanto revuelo con ese tema que trajeron dos carpas y las instalaron en donde estaba el acampe y ahí están las carpas todavía. Después con el grupo COER hubo varias situaciones de amenazas, de violencia, y la última más grave fue la denuncia de acoso sexual que hizo la compañera de Elías Garay unos días antes (del asesinato). Ella denunció que dos efectivos del COER habían entrado al territorio que pertenece a la lof Anticura, una comunidad vecina, y ahí estaban burlándose y diciéndole cosas. Esa denuncia la radicaron en la comisaría de la Familia de El Bolsón. Mientras estuvo el COER hubo muchas situaciones. Fueron 55 días, día y noche, cuatro o cinco policías, a veces más, cortando la ruta. Y se fue generando una situación de enemistad con esos efectivos.

-¿El COER llega cuando se arma el acampe?

-El 27 llega una caravana de más de 50 autos con ayuda humanitaria que partió de El Bolsón. La gente juntó alimentos, ropa y abrigo para llevar a la comunidad. Cuando llegaron al puesto caminero de la policía de Río Negro no los dejaron seguir. Ahí ya estaba el COER y a partir de ese día se instaló el acampe.

-Con anterioridad al asesinato de Elías, ¿habían ingresado personas ajenas al territorio?

-Sí, yo fui la primera vez el 24 de septiembre, el día del procedimiento de la fiscal (Betiana) Cendón, que dijo que iba a hacer una identificación de personas y terminó siendo un desalojo. Ahí se llevaron detenidas a cinco personas mayores y a un niño de 8 años, el hijo de Romina Jones.

-¿Llevaron detenido a un niño?

-Eso se denunció también. Un efectivo del COER lo tiró al piso y le puso la rodilla sobre la espalda. Después, cuando se instaló el acampe, Romina ahí con el niño y ella hizo todos los trámites para sacarlo de la escuela de Bariloche y que le den el pase a la escuela Lucinda Quintupuray. Ella salía con el auto, porque la escuela está a un kilómetro del lugar. Detrás de ella salía el patrullero y la seguía hasta la escuela, y esperaba que ella saliera y la seguían de nuevo hasta la casa.

Hay que aclarar una cosa de lo que dijo la gobernadora porque yo vi todas las resoluciones de los jueces el 24, 25 o 26 de septiembre. El 27 entré nuevamente al territorio como miembro de la APDH, en una comitiva oficial, con una autorización de la fiscal, junto al werken del Parlamento, Mapuche Orlando Carriqueo; Newen Locomán y Elisa Curamil, del Codeci (Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas de Río Negro); y una delegada de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia. En ninguna resolución de los jueces vi que dijera que se debía impedir el tránsito por la Ruta 6. Lo único que dicen es que se prohíbe llevar alimentos o elementos a la comunidad porque, de ser así, se estaría consolidando el delito. No hablaba del corte de ruta. Cortaron el tránsito y dice el juez Pichetto que se tomaran todas las medidas para garantizar la seguridad de todas las personas. Entonces deduzco que la manera que encontró el jefe de la policía, que es el comisario de El Bolsón, fue bloquear la ruta. Ahora, la gran pregunta que tenemos es por qué después de 55 días de bloqueo estricto, dejaron ingresar un auto con dos personas con armas largas al territorio y cometieron este crimen.

-Antes del domingo, ¿ya habían ingresado personas ajenas a la comunidad y sin autorización?

-Esta fue la primera vez. Nosotros entramos el 27, seguidos por la policía, y después no entró más nadie en todos estos días. El 7 de noviembre hubo un traun, un gran encuentro con organizaciones de varios lugares del país. Vino gente de Buenos Ares, de Rosario, de La Pampa, de Neuquén. Hicimos el intento, sabiendo que no íbamos a poder entrar, y los argumentos de la policía eran 'tenemos una directiva de no dejar pasar a nadie'. Y les pedíamos la orden escrita y nos decían que la directiva era verbal. El 20 fui a la Cuesta del Ternero con mi compañera, mi hija de cinco años y Soraya Maicoño. Estuvimos en la casa de Néstor Anticura y cuando salimos fuimos al retén del COER y nuevamente nos dijeron que no podíamos pasar. Fuimos al puesto policial, a cincuenta metros, dijimos que queríamos ir a El Maitén y nos dijeron "no pueden pasar". El argumento era el mismo: que la directiva era verbal. Eso fue el sábado. Al otro día nos llega la noticia de lo que había pasado.

-¿Cómo se enteraron?

-Yo había almorzado con mis padres. Llevé a mi hija a un cumpleaños y cuando volvía me llamó un compañero de un grupo de apoyo que hay en la comarca y me dice estamos yendo la lof y les digo "¿qué pasó?". ¿No se enteró que hubo una represión?", me dice. Porque primero pensamos que había habido una represión del COER. Me dice que hay un herido y se habla de un peñifallecido. Ahí llegué a mi casa, busqué algunas cosas y volví a salir. Llegamos a la noche al retén y me volví. Al otro día como a las 5 de la mañana salí a buscar a Mauro Millán, a Soraya, y ahí hablamos con el fiscal y subimos a la comunidad a hablar con la comunidad a las 8.30, 9 de la mañana. Estábamos ahí junto al cuerpo de Elías, que estaba en el piso, tapado con el poncho. Estaba su compañera, llegó el hermano de Elías, la mamá de su compañera, la novia del hermano de Elías y ahí pude verlo en el suelo.

-¿La fiscalía llegó ahí con ustedes?

-No. Nosotros fuimos ahí con la abogada Andrea Reille, Mauro Millán y yo, y hablamos con la comunidad para ver cómo íbamos a hacer para que todo se haga tranquilamente. La primera condición que puso la comunidad fue que retiren el COER por una cuestión de respeto, porque dijeron nuestro hermano no va a pasar por ese retén. Era una situación muy tensa. Después se habló que iba a subir el fiscal con tres integrantes de Criminalística a hacer la pericia en el lugar. Después se exigió que dejen ingresar al territorio a la gente mapuche y a las comunidades que vinieron de otros lugares de la región para hacer una ceremonia de despedida, después que el fiscal hiciera todo lo que tenía que hacer con Criminalística. La misma comunidad se iba a encargar de sacar el cuerpo hasta la tranquera y ahí lo iba a estar esperando una camioneta de una cochería de El Bolsón, que iba a llevar al cuerpo hasta Bariloche a la morgue. Resulta que a las 3 de la tarde empezó a llegar gente al retén. Ya habíamos hablado con el fiscal y habíamos acordado todas estas condiciones. Él llamó al procurador de la provincia, al doctor (Jorge) Crespo, y Crespo se comprometió a sacar al COER. Empezó a llegar gente que se encontró con que el COER todavía estaba ahí. La orden estaba dada pero ellos se tomaron su tiempo para irse. Ahí se produjo una discusión con los policías. Hubo gritos, piedras, como una trifulca. Ahí llega el fiscal Martín Losada y les dice a los policías que estaba acordado con el procurador, que se retiren. Ahí entró la gente en auto, las comunidades mapuches, gente de las asambleas, de las organizaciones, y entraron hacia la tranquera de entrada al territorio. Ahí le dijimos (al fiscal) ahora va a subir usted, primero, como acordamos. Y ahí el fiscal Martín Losada nos dijo "si el clima es este, si el ánimo es este, yo no puedo subir porque no me siento seguro", y no quiso subir a hacer la primera pericia. Nosotros, con la abogada, le decíamos "acá hay un problema, ¿cómo que no va a venir a hacer la primera pericia de constatación?". Volvimos hasta el puesto policial, que son 4 kilómetros abajo, y le dijimos a Losada que nosotros le garantizamos que no va a pasar nada. Lo de recién fue una discusión, ya está calma la gente, usted tiene que entrar con la gente de Criminalística, haga su trabajo y se retira, y después entra la comunidad a hacer la ceremonia. Se volvió a negar, no quiso subir, por lo tanto la primera pericia ya se perdió, porque después se retiró el cuerpo y ese primer paso, que yo creo es necesario para cualquier investigación de un asesinato, no fue hecho.

-Algunos medios decían que la comunidad no dejaba ingresar al fiscal hasta tanto no hicieran la ceremonia.

-Yo leí un par de notas. Incluso, el primer comunicado del gobierno de Río Negro decía que el fiscal y personal de criminalística habían ido a hacer las constataciones y eso no es cierto. La única constatación que se hizo fue el domingo a las 11 de la noche, en una ambulancia del hospital de El Bolsón fue una médica y subió al territorio con Soraya Maicoño y con Néstor Anticura, y antes de salir del puesto policial les avisaron que venía en viaje otra ambulancia que traía a personal de criminalística. Ahí la doctora dijo "este no era el trato, si va Criminalística yo no voy", así que ahí se produjo un diálogo y se acordó que subiera un solo integrante de Criminalística que dijo "solamente voy a filmar, a sacar fotos cuando la doctora constate el fallecimiento. No voy a tocar nada, no voy a mover nada". Todo esto a las 11 o 12 de la noche del domingo, en la oscuridad. Todos sabíamos que Elías estaba muerto pero hacía falta una confirmación oficial. Después de esa noche no subió el fiscal ni nadie más de Criminalística al territorio.

-Los fiscales subieron el lunes.

-No, no subieron. Subieron hasta el puesto policial. No quisieron ir al territorio. El cuerpo lo sacó la comunidad mapuche hasta la Ruta 6. Ahí lo esperaba la camioneta de la cochería, lo cargaron, la camioneta partió y nadie fue detrás de la camioneta. Yo no sé si paró y el fiscal lo vio, eso realmente se nos escapó.

-Me decía que al comienzo pensaron que había sido una represión del COER. ¿Ahora tienen alguna otra hipótesis?

-La primera versión es que había sido el COER. Después empezó a llegar la versión de la gente de la comunidad que decían que entraron dos hombres con armas largas y dijeron que estaban cazando. El lunes nos volvieron a contar lo mismo. Incluso nos dijeron que el cuerpo, donde estaba en ese momento, no era donde se había producido el hecho. Ellos lo habían corrido hasta el camino y había sido adentro de la plantación de pinos, entre los árboles. Contaron que ellos se encontraron con esta gente, discutieron cuando les dijeron que se fueran, que bajen esas armas. Esa es la versión. Además contaron que un rato antes había sobrevolado nuevamente un dron de la policía que antes había andado por el territorio.

-¿Ustedes tienen alguna hipótesis respecto de quiénes eran esas personas?

-Algunos medios, como Clarín, Infobae, han publicado tres hipótesis. Una que dice que fueron policías de civil, otra que dice que fue un enfrentamiento entre los propios mapuches que se balearon entre ellos, y otra que dice que fueron sicarios contratados por el empresario o por alguien. Para mí es una combinación de la primera y de la tercera. La segunda la descarto totalmente porque de ser así significaría que la gente de las comunidades tiene armas largas en su poder, discuten y se balean entre ellos. O sea, que son tan salvajes, entre comillas, que es su única manera de resolver las discusiones. Eso es lo que quieren instalar. Acá la policía de Río Negro, que mantuvo un férreo control durante 53 días, dejó pasar a estas dos personas en ese auto con esas armas largas. Ahí está el punto, fueran policías o civiles, según dicen la gobernadora y los jueces, a nadie podía pasar por ese lugar.

-¿Hay más personas de la comunidad que vieron a las personas que dispararon?

-No he charlado con ellos pero por lo que me llegó varios más los vieron, solo que Elías y Gonzalo se salieron del grupo y fueron a hablar con los hombres. Incluso los describen como uno petiso y otro más grandote pelado. También vieron el auto, un Gol rojo, porque desde el territorio se ve clarísimo el lugar donde estaba el acampe y donde estaba el retén del COER. Según la versión que me llegó, vieron unos días antes a ese auto ahí parado y los hombres hablando con los policías. Después, unas mujeres mapuches que iban para la Cuesta cuando nos enteramos de la noticia, vieron salir un auto para el lado de la Ruta 40. Un auto rojo, con dos ocupantes, lo vieron salir rápido y les llamó la atención porque no lo habían visto antes. Ahí el punto clave para mí es el retén policial. Yo fui durante montones de días al acampe. En el primer momento fui 20 días seguidos, todos los días. Hasta el día que se levantó el acampe fui a ayudar y me tomaron los datos en una planilla, los datos del auto, de la patente, de todo, todos esos días. Y a la salida me volvían a anotar en la planilla. Entonces nos preguntamos por qué el domingo al mediodía o a la mañana esos hombres pudieron pasar en ese auto.

29/07/2016

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