Entrevistas
27/12/2020

Sergio Chouza

El objetivo del 2021 debe ser “la recuperación de salarios”

El objetivo del 2021 debe ser “la recuperación de salarios” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El economista y docente universitario destacó la importancia para el año que viene de la mejora salarial “después de tres años de caída”, y recordó que el ministro Martín Guzmán espera un 4% sobre la inflación.

Diego Colao

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Sergio Chouza, economista y docente de la Universidad de Buenos Aires aseguró que “el centro del programa para 2021 es la recuperación de salarios”, luego de tres años de caída, y remarcó que incluso el ministro de Economía, Martín Guzmán, le puso “un 4% a la recuperación que espera de los salarios sobre la inflación”.

“Para tener una convergencia a esos niveles que sea exitosa, lo que necesitas es que la inflación no se desbande y uno de las factores explicativos por excelencia de lo que pasa en materia de precios tiene que ver con las tarifas”, indicó el economista a Va Con Firma y agregó que por eso “es una actitud responsable el hecho” de haber postergado el congelamiento “para el 31 de marzo y descomprimir un poquito ese primer trimestre”.

Chouza explicó que hay “dos dimensiones de cómo está cerrando el año”, por un lado “buenos números en materia de actividad” pero a la vez “cierta intranquilidad en materia de precios que hay que trabajarla y encauzarla para que el 2021 pueda estar un poco más acorde a la meta presupuestaria que se acaba de aprobar hace un mes”.

Para el economista, las claves para el año que viene tienen que ver con “mantener la estabilidad cambiaria y ganar solidez en materia macro económica donde la variable clave es la acumulación de reservas”.

-¿Cómo termina este 2020 en materia económica después de lo que significó la pandemia?

-Es un año que termina con buenos números de actividad, con una recuperación que es evidente, incluso a un ritmo superior al esperado. Hoy casi la totalidad de las actividades tanto de producción y de comercialización de bienes como de servicios han vuelto a la actividad después de las restricciones sanitarias del segundo y el tercer trimestre, incluso las actividades vinculadas al entretenimiento y la cultura que tal vez se especulaba que tardarían más, han vuelto con medidas y protocolos pero han vuelto al comercio, con lo cual es una recuperación muy significativa. Lo vemos en los rubros que tal vez son más sensibles que tienen que ver con la industria y con la construcción y en algunos casos tienen niveles de producción y de ventas de 2019 o de 2018. Hoy la venta de insumos y actividad de las empresas de la construcción están operando a niveles de inicio de 2018 con lo cual en materia de producción los números son satisfactorios, con el asterisco de que no deja de ser un año difícil, de caída de la producción que seguramente va a estar en el orden de 10 puntos del PBI. Y en el contraste, un poco vinculado a estos mayores niveles de consumo y de producción, se está viendo una aceleración de precios. El último trimestre del año, octubre, noviembre y seguramente diciembre muestra una estabilización de la variación de precios en un nivel un poquito más alto del que teníamos hace unos meses, en la mitad del año, por ejemplo. Ahora nos estamos estabilizando arriba del 3% lo cual es preocupante. Si analizás los dos últimos meses te da una inflación del 48%, 50% anualizada, no creo que sea algo técnicamente correcto, pero igualmente marca que hay cierta efervescencia de precios que hace un par de meses no la tenía.

-¿Cómo se trabaja?

-En ese marco es importante la política de acuerdos por un lado, por ejemplo, en materia de alimentos básicos se ha normalizado la situación de los productos estacionales, que habían tenido un aumento muy importante en octubre y la primera parte de noviembre y ahora en la segunda parte de noviembre e inicios de diciembre han bajado bastante, frutas, verduras y otros alimentos frescos. En el caso de la carne también, con este acuerdo de provisión a precios populares en el marco del programa Carne para Todos, alivia un poco la situación en un momento donde hay más demanda estacional, y después hay otros rubros donde la situación todavía sigue con mucha ebullición, sobre todo aquellos productos que tal vez actualizan después de varios meses de congelamiento y eso llega con algunas remarcaciones importantes. Pasó en teatros, gimnasios, actividades deportivas vinculadas a clubes; todos esos rubros volvieron con aumentos importantes. Esas son las dos dimensiones, el día y la noche, de cómo está cerrando el año; buenos números en materia de actividad pero cierta intranquilidad en materia de precios que hay que trabajarla y encauzarla para que el 2021 pueda estar un poco más acorde a la meta presupuestaria que se acaba de aprobar hace un mes.

-En relación a esto, ¿Cómo analiza lo que mencionó la vicepresidenta en su discurso sobre la importancia del eje salarios, precios y tarifas para el año que viene?

-Definitivamente si querés cumplir con el propósito del presupuesto, de la proyección macro de cómo va a funcionar en 2021, el centro del programa es la recuperación de los salarios. Después de 3 años de caída, un 2018 muy duro en materia salarial, un 2019 también malo y un 2020 que seguramente van a cerrar con una caída, aunque tal vez no tan dramática como la que se esperaba; el centro del programa macro para 2021 es la recuperación de los salarios. A tal punto de que el ministro le puso un número, le puso un 4% a la recuperación que espera para los salarios sobre la inflación. Para eso, para tener una convergencia a esos niveles que sea exitosa, lo que necesitas es que la inflación no se desbande y uno de las factores explicativos por excelencia de lo que pasa en materia de precios tiene que ver con las tarifas. Es cierto que llevan ya un año y medio de no aumentar con lo cual en algún momento te tenés que dar un desanclaje que sea racional, con una lógica de sensatez, como pedía el fallo de la Corte Suprema en 2016, decía un criterio de racionalidad y que puedan ser pagados por la población. Sigue habiendo margen y no parece que sea la primera prioridad a desanclar en 2021. Es una actitud responsable el hecho de haberlas postergado para el 31 de marzo y descomprimir un poquito ese primer trimestre que históricamente, siempre a tono con la temperatura general del país, también tiene una temperatura elevada en la variación de los precios en enero, en febrero y sobre todo en marzo. Es importante esa decisión que se tomó de postergar el desanclaje hasta fines de marzo.

-¿Cuáles son las claves para continuar con la reactivación que se inició a finales de este año?

-Evitar que haya una agudización de las distorsiones en el mercado financiero y cambiario. El resultado que se tuvo desde noviembre, donde se calmaron las cotizaciones paralelas y el mercado logró niveles de convergencia, a un nivel de cotizaciones alternativas que no es ideal pero al menos no está alborotado, no está muy volátil, eso es un primer piso sobre el cual pararse. A partir de eso, en primer lugar tenés que evitar que se vuelva a desalinear, si lográs mantener esa estabilidad en ese mercado, ya tenés una condición necesaria que está satisfecha. Y en segundo lugar, tenés que ganar solidez en tu posición macro financiera. Estos días incipientemente se empezó a incrementar el nivel de reservas vinculado a compras del Banco Central que está pudiendo articular estas mayores liquidaciones que empiezan a haber producto de la mejora, en parte de las perspectivas producto de la estabilidad cambiaria y una mayor armonía en la macro. En esta semanas, poder acumular reservas también te permite ganar en solidez, ahuyentar fantasmas de riesgos de devaluación y con eso que se ordenen algunos incentivos, y algunos dólares que estaban guardados a la espera de qué hacer, tal vez se puedan poner a trabajar en sectores que están siendo muy pujantes y que en un clima de estabilidad tienen grandes perspectivas para tener un buen desempeño en 2021. Va a depender de mantener la estabilidad cambiaria y ganar solidez en materia macro económica donde la variable clave es la acumulación de reservas.

-¿Cuál es la importancia de la negociación con el FMI?

-Desde ya es crucial, se lo puso en el centro del propósito de carácter más macro financiero del gobierno, después del cierre con los bonistas privados y es un programa que es preferible encauzarlo bien, prolijamente, que cierre y con la gente adentro. Es un programa que las dos partes, tanto nosotros como deudores como el acreedor sientan que hay una posibilidad de cumplimiento certera, que nuestro país tenga la seguridad de que esto no va a comprimir la posibilidad de las perspectivas de crecimiento, no va a asfixiar a la producción, que no nos va a tener como una espada de Damocles en los próximos años que nos va a impedir crecer; y para eso hay que coordinar un montón de cuestiones con el organismo. Es importante que ya se parte de una base de una evaluación común, de que Argentina para poder pagar tiene que poder crecer y necesariamente tiene que descomprimir un par de años y no tener que efectivizar pagos netos, por eso es que decidió de mutuo acuerdo con las autoridades del Fondo Monetario de que el programa Stand By es la opción adecuada para este contexto y es mejor marchar a uno de Facilidades Extendidas, que tiene un plazo de devolución del crédito mucho más amplio. Si vos te podés dar 4 años, 5 años de no tener desembolsos o tener desembolsos marginales es probable que logres fortalecer las reservas, bajar tus niveles de riesgo país, recuperar incluso la posibilidad de renegociar deuda con los bonistas que empieza a vencer en 2024; entonces empieces a normalizar tu posición financiera. Después lógicamente en la arena de juego está el detalle fino, la cuestión de cómo se instrumenta, cuáles son las condiciones macroeconómicas. No se está hablando de reformas ni del mercado laboral, ni del sistema previsional, ni del comercio exterior pero si seguramente va a haber mucha exigencia de carácter macro fiscal por parte del organismo, en el sentido que el acreedor va a tratar de tener seguridad de que nuestro país va a caminar en un sendero de consistencia fiscal, de mayor estabilidad y saneamiento de la macroeconomía. En esos detalles va a estar la mayor pulseada de la negociación, que es lo que se viene dando en estos meses y uno es optimista de que en abril se pueda alcanzar un cierre exitoso.

29/07/2016

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