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Entrevistas
31/08/2020

Enrique Viale

“Hay lobbys muy poderosos en contra de la Ley de Humedales”

“Hay lobbys muy poderosos en contra de la Ley de Humedales” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El abogado ambientalista y ex asesor de Pino Solanas en el Congreso, sostuvo que es “dramática” la situación de incendios de humedales en el Delta del Paraná y remarcó que “son intencionales” y que su objetivo es el “agronegocio”. Señaló que instalar las “megafactorías pocinas” chinas sería como poner “una fábrica de pandemias en nuestro país”.

Diego Colao

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Enrique Viale, abogado y fundador de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas consideró como “dramática” la situación de quema de humedales en el Delta del Paraná y aclaró que “son intencionales, y tienen como objetivo el agronegocio”.

“La ley de humedales puede ayudar muchísimo a conservar estos lugares, a hacer un plan de ordenamiento territorial, que es lo que necesitamos”, indicó sobre el proyecto que se discute en la comisión de Recursos Naturales de Diputados, aunque aseguró que existen “lobbys muy poderosos” en contra de la ley; tanto de parte de los “agronegocios”, como de la “especulación inmobiliaria” y de “la minería”.

Viales sostuvo en este diálogo con Va Con Firma, que “no parece razonable” el proyecto para producir carne de cerdo a través de un acuerdo con China, porque traer “megafactorías porcinas” en el marco “de una pandemia, cuyo origen es un virus zoonótico” sería como “instalar la fábrica de las pandemias en nuestro país”. 

Planteó que Argentina “no va aumentar exportaciones”, tampoco “genera mucha mano de obra” y que la alimentación de los cerdos “va traer mayor presión sobre los bosques nativos”.

El abogado ambientalista, coautor del libro “El colapso ecológico ya llegó”, indicó que es necesario discutir “los modelos de mal desarrollo que se han impuesto en nuestro país”; y en ese debate incluyó la necesidad de “una transición energética” que implica “repensar, sobretodo en la Patagonia, en Neuquén, cómo va a ser esa sociedad post fósil”, ya que “los combustibles fósiles están siendo repudiados y rechazados en el mundo”.

 -¿Cómo está la situación de los incendios en los humedales del delta y a qué obedecen?

-La situación es realmente dramática, los humedales del delta del Paraná se están incendiando desde principios de año, claramente son intencionales, tienen orígenes intencionales con una combinación de una sequía histórica que hace que las lenguas de agua que existían históricamente, que actuaban como cortafuego naturales ya no estén y hacen que todo se desmadre. Obviamente son intencionales y tienen como objetivo el agronegocio, que quiere avanzar y avanza sobre esos territorios, y que utiliza también una técnica que debería ser obsoleta, que es la quema de pastizales para el rebrote de pasturas para la ganadería. Es preocupante lo que está pasando y hay ciudades enteras como Rosario que están bajo humo hace meses, y hay una situación de total destrozo de la flora y fauna en la zona.

-¿La ley de humedales puede ayudar a resolver este problema?

-La ley de humedales puede ayudar muchísimo, a ordenar el territorio, a conservar estos lugares, a hacer un plan de ordenamiento territorial, que es lo que necesitamos. Ordenar lo que se va a hacer en los humedales. La ley no es que prohíbe toda actividad y crea un gran parque nacional de humedales, sino lo que hace es ordenarlos. Eso es fundamental. La ley de humedales puede ayudar pero no va a resolver la totalidad del problema si no discutimos o debatimos los modelos de mal desarrollo que se han impuesto en nuestro país; todo lo demás serán meros parches.

-Se habla de lobby empresariales o políticos, ¿Existen esas presiones para que no salga la ley?

-No tengo ninguna duda de que hay lobbys de todo tipo en contra de la ley de humedales. Tenés el lobby de los agronegocios, que avanza sobre estos territorios; le sumamos el lobby de la especulación inmobiliaria, los barrios cerrados que se construyen sobre la destrucción de humedales, como ha sido todo el gran Buenos Aires como Nordelta, pero también en Entre Ríos y otras provincias. Y hay por lo general un tercer lobby, lo que hace más difícil la sanción de la ley, que es el de la minería; tanto la minería del litio, que está sacando ese mineral de humedales, que son los salares de altura, como la minería metalífera, como el caso veladero, de Barrick, que también tiene humedales en la zona donde hacen las explotaciones. Los lobbys son enormes, de primer nivel, muy poderosos, y cada uno tiene sus representantes políticos que de manera transversal trabajan en contra de la ley.

-¿Quiénes son esos representantes?

-En el Senado tenés a Alfredo de Angeli, representando a los intereses del agronegocio; tenés a José Luis Gioja, que es diputado, con la minería; tenés de todo.

-¿Los incendios de Córdoba tienen que ver con estas causas también?

-En Córdoba, según denuncia la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo, están mucho más relacionados con la especulación inmobiliaria y con la construcción de algunas rutas que se quieren hacer en esos lugares. Así que en estos incendios, porque el agronegocio es muy poderoso en Córdoba y ha destruido mucho de bosque nativo, en este caso, segín denuncian, está más relacionado con eso.

-¿Cómo ve la propuesta para producir carne de cerdo a gran escala para China?

-Lo vemos con mucha preocupación, un acuerdo que se está haciendo a espaldas de la sociedad, que tomó estado público a partir de la denuncia de distintos actores sociales que empezaron a preguntar y a pedir más información. Hay rumores que se va a firmar el martes este acuerdo y no hay ninguna certeza para la sociedad de qué se va firmar. Nos preocupa por varias capas. Una es que en el marco de una pandemia, cuyo origen es un virus zoonótico, traer acá megafactorías porcinas, no parece muy razonable. Sería como instalar la fábrica de las pandemias en nuestro país. No parece lo más razonable. Después son megafactorías, no es que vamos a aumentar las exportaciones de carne porcina, sino que se van a instalar megafactorías controladas en mano por los capitales chinos y que hacen que poco tenga que ver con nuestra soberanía alimentaria, e incluso no generen mucha mano de obra. Y también alimentar a estos cerdos va a implicar mayor presión sobre los bosques nativos, aumentar la superficie sembrada. Así que el combo es preocupante.

-¿Qué cuestiones puso de relieve la pandemia en relación al ambiente?

-Creemos que debería haber puesto mucho más. Es una pandemia que tiene orígenes en la degradación ambiental y debería estar haciéndonos repensar todo. Y va a traer una crisis fenomenal, no solo sanitaria y sino económica, y la salida a eso no puede ser más extractivismo. Eso nos preocupa, porque pareciera que van a justificar todo en nombre de esta crisis. 

-En septiembre sale su último libro “El colapso ecológico ya llegó”, ¿Qué camino recorre?

-Es un libro que hicimos con Maristella Svampa, con quien venimos hace muchos años recorriendo y acompañando distintas luchas y conflictos socioambientales en todo el país y en América Latina. Es un libro que no solo relata lo que está pasando, el colapso ecológico es clave y es evidente, estamos confinados hace 5 meses tres cuartas partes de la humanidad por un virus que tiene orígenes en la degradación ambiental. Argentina está bajo fuego, Australia, Brasil; el cambio climático global. El subtítulo es “una brújula para salir del mal desarrollo”, porque tratamos de rescatar y de poner en valor distintas experiencias que están buscando otras alternativas, otras formas de desarrollo.

-¿Cuáles son esos modelos alternativos, por ejemplo el modelo de soberanía alimentaria de la Unión de Trabajadores de la Tierra?

-Hay mucho de eso, hay que pensar otra agricultura, todo transicionalmente, salir del modelo de agronegocio, para una agricultura con agricultores, una agricultura relacionada con los ciclos de la naturaleza, con la agroecología, que produzca alimentos, que produzca trabajo, que produzca arraigo. En Argentina el 92% de nuestra población vivimos en ciudades. Una locura. Es insostenible. Hay que volver a una nueva ruralidad y otorgar las condiciones para que eso suceda, trabajo, tierra. Mucho de lo que hace la UTT tiene que ver con eso. Y también, para que se entienda, hay que avanzar en una transición energética. Repensar, sobretodo en la Patagonia, en Neuquén, en Chubut, que vivieron tantos años del petróleo, pensar cómo va a ser esa sociedad post fósil. Los combustibles fósiles están siendo repudiados, rechazados en el mundo, el Acuerdo de París va para otro lado. Aún si no tienen ningún tipo de conciencia ecológica, hay que pensar en términos racionales cómo van a ser esas sociedades después que se termine el petróleo. Me parece fundamental, la transición energética que incluye a los trabajadores del petróleo. Cómo se forman nuevamente para las energías renovables, etcétera. Hay que repensarlo en términos conservadores si se quiere, porque el mundo está yendo hacia otro lado.  

29/07/2016

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