Al analizar la votación en la Cámara de Diputados de la reforma de las jubilaciones de privilegio, el integrante de ese cuerpo legislativo Leopoldo Moreau afirmó que la oposición de Juntos por el Cambio (ex Cambiemos) tiene “un compromiso con muchos jueces y fiscales, sobre todo de Comodoro Py y de la justicia federal, porque fueron la punta de lanza que le hizo la campaña electoral a Macri”.

Para el diputado del Frente de Todos, estos integrantes del poder judicial “actuaron como mercenarios” de quienes hoy están en contra del gobierno, y en la gestión anterior los protegieron “durante cuatro años llevando adelante la persecución política contra la oposición” de entonces, por lo cual ahora “tenían la obligación de salir a defenderlos de alguna manera”.

Entrevistado por , sostuvo que “el presidente poco a poco y paso a paso va cumpliendo con lo que dijo que íbamos a hacer”, por ejemplo “renegociar la deuda externa sin sacrificar al pueblo argentino”, recuperar “el sistema jubilatorio” o “desdolarizar las tarifas”. 

“No vamos a aumentar tarifas hasta que las empresas nos digan cómo invirtieron la plata que ganaron durante el gobierno de Macri con aumentos del 3.000% o 4.000%”, y además “no nos pueden decir ahora que el sistema eléctrico falla” debido a la falta de inversiones, explicó el legislador. “Si no hubo inversiones es porque se la robaron o la fugaron al exterior”, remató.

Moreau consideró a la deuda externa como el “nudo central de los problemas que recibimos de la gestión de Macri”, y dijo que “es imposible pensar en un éxito para todos los argentinos sino resolvemos el problema de la deuda”. 

-¿Cuál es la importancia del proyecto de reforma de las jubilaciones de privilegio votado en Diputados?

-Lo más importante es que nosotros estamos tratando de salvar el sistema de jubilaciones y pensiones de la Argentina para que no tengamos que volver, como pretendía el gobierno de Macri y por esa razón vació el sistema, a un régimen de jubilaciones privadas que fue desastroso para los jubilados y para el Estado argentino. Esa recomposición nos obliga a ir equilibrando los déficits de la Argentina. En el caso concreto del poder judicial, hay un déficit anual de 9.000 millones de pesos en su sistema jubilatorio. El problema es que esos 9.000 millones los pagan entre otros los jubilados que ganan 14.000 pesos, porque estamos hablando de un sistema solidario y de reparto. Lo que queremos es recortar esos déficits, que no es el único pero es un déficit de importancia. Hemos decidido terminar con algunos privilegios que algunos fiscales y jueces tenían en lo que hace a su régimen previsional para achicar ese déficit, recuperar el sistema de jubilaciones y pensiones de la Argentina, recomponer la caja y volver a capitalizar el sistema tal como ocurría en periodo que llegó hasta el 2015. El Fondo de Garantía de la Anses, cuando Cristina Kirchner se fue del gobierno, tenía más o menos alrededor de 68.000 millones de dólares de reservas, hoy tiene 22.000. Cayó un 70%. Cuando Cristina se fue del gobierno el déficit de la Anses era de aproximadamente 1.000 millones de pesos y hoy es de 10.000 millones. Entonces hay que hacer una tarea de recuperación y en esa tarea de recuperación todos tienen que aportar algo.

-En la sesión donde se votaron las jubilaciones de jueces y diplomáticos, ¿la oposición hizo una especie de actuación para los medios de comunicación?

-Por un lado eso. Y por el otro, ellos tienen un compromiso con muchos jueces y fiscales, sobre todo de Comodoro Py y de la justicia federal, porque fueron la punta de lanza que le hizo la campaña electoral a Macri, inventando algunas causas. Y además los protegió durante cuatro años llevando adelante la persecución política contra la oposición. Entonces tenían la obligación de salir a defenderlos de alguna manera. Porque de alguna forma esos fiscales y jueces, no todos por supuesto, actuaron como mercenarios de ellos. Entonces los mercenarios ahora les dicen “no queremos perder plata” y ellos tuvieron que salir a poner el cuerpo. Y tienen la preocupación de que se produzca una renovación en el poder judicial y avancen las causas contra Macri, por ejemplo por el Correo, por los negociados de los peajes o de los parques eólicos, y las investigaciones respecto al fenomenal sistema de espionaje y persecución política que llevó adelante el gobierno a través de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia).

-¿Qué opina de los jueces que amenazan con renunciar por la reforma jubilatoria?

-Naturalmente todos los argentinos queremos que se pague lo que necesitamos porque a cambio de nuestro trabajo. Hay que mantener familias, hay que mantener un nivel de vida, eso es válido para cualquier argentino. Lo que no se puede hacer es abusar de posiciones dominantes. La reforma no es tan dramática. Los jueces se jubilan con el 82% sobre el bruto de su último salario. ¿Qué significa? Que en realidad cobran el 93% de lo que ha sido su último sueldo. Con la reforma van a pasar a cobrar el 82%. Hay argentinos que cobran el 50% o el 40%. Entonces no hay nada dramático, pero tienen que renunciar a algo. No pagan impuesto a las Ganancias, salvo los jueces que fueron designados desde el 2017 en adelante. Se les reconoce la antigüedad desde el momento en que fue emitido el título de abogado, cosa que no sucede con otras profesiones. Se calcula el 93% sobre el último salario y no como se le calcula a cualquier otro jubilado, que es sobre los últimos 10 años. Es hora de que hagan un aporte en un momento tan difícil como el que está viviendo la Argentina.

-¿Cómo ve los primeros pasos del gobierno?

-El presidente poco a poco y paso a paso va cumpliendo con lo que dijo que íbamos a hacer. Dijo que íbamos a renegociar la deuda externa sin sacrificar al pueblo argentino y estamos en ese camino. Dijo que íbamos a recuperar el sistema jubilatorio y estamos en ese camino, empezando por los que menos tienen. Porque en un naufragio, como es lo que recibimos nosotros al llegar al gobierno, suben primero a los botes los niños y las mujeres. Tampoco nadie puede suponer que en 60 días se puede volver a levantar una ciudad como Hiroshima después de la bomba atómica. Y eso fue lo que pasó con la Argentina. El presidente dijo que íbamos a desdolarizar las tarifas de servicios públicos y es lo que está haciendo. Las congeló y estamos desdolarizando, por lo pronto se ha desdolarizado las tarifas en lo que se refiere a la generación de energía eléctrica. No vamos a aumentar tarifas hasta que las empresas nos digan cómo invirtieron la plata que ganaron durante el gobierno de Macri, que les dio aumentos del 3.000% o 4.000%. No nos pueden decir ahora que el sistema falla porque no hubo inversiones. Si no hubo inversiones es porque se la robaron o la fugaron al exterior del país. Estamos cumpliendo paso a paso. 

-Una encuesta de Analogías revela que el 40% de los consultados no está informado sobre la declaración del FMI de que la deuda externa no es sostenible. ¿Hay responsabilidad de los grandes medios de comunicación?

-Los grandes medios de comunicación claramente hoy no ejercitan periodismo. Hoy son operadores políticos. ¿De quién? Primero, de los grandes fondos de inversión precisamente. Clarín y otros medios son la barra brava de los fondos de inversión, son la voz política de la embajada norteamericana. Entonces ocultan lo que les conviene ocultar y exaltan lo que estos intereses económicos necesitan, creando inestabilidad en el mercado, versiones que nunca se cumplen, etc. No les podemos dar el crédito de que son periodistas independientes, sino que son operadores políticos que operan para los grandes agroexportadores, para las empresas de servicios públicos que tenían tarifas dolarizadas, y para los intereses geopolíticos de la embajada norteamericana.

-¿Hasta dónde va a influir una buena reestructuración de la deuda en el éxito del gobierno?

-No es todo el éxito, pero es imposible pensar en un éxito para todos los argentinos si no resolvemos el problema de la deuda. Es el nudo central de los problemas que recibimos de la gestión de Macri. Por el volumen de la deuda que es monstruoso, por la cantidad de vencimientos que están acumulados en los próximos cuatro años y que son absolutamente impagables, y por las tasas de interés con las que Macri endeudó a la Argentina que son las más altas del mundo. Hoy las tasas de interés que se pagan en el mundo son del 2% o del 1% o inclusive negativas, y el gobierno de Macri se ha comprometido con tasas del 8%, del 9% y del 10%. Si no resolvemos este problema no se puede resolver ningún otro problema en la Argentina. Estamos encaminados en esa dirección, que es lograr una moratoria de no menos de cuatro años sin pagar ni capital, ni intereses. Que nos reduzcan capital e intereses en el momento de pagar, y en ese ínterin esos recursos que son enormes, volcarlos a reanimar la economía argentina y llevar adelante un proceso que haga desarrollar el trabajo, la producción, la inversión. Y entonces sí poder enfrentar la posibilidad de pagar, pero en condiciones diferentes.