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Ver y oír

Los fantasmas del encierro

Durante el confinamiento obligatorio a causa del Covid un grupo de teatro comunitario del barrio de Parque Patricios de la ciudad de Buenos Aires,“Pompapetriyasos”, le dio forma a una instalación teatral, pese a las limitaciones para reunirse, que transmite los sentimientos que emergieron en ese tiempo tan especial.

Pepe Mateos

Los Pompapetriyasos ( conjunción de Pompeya y Parque Patricios) son un grupo de teatro barrial y comunitario que está cumpliendo 20 años de actividad. Surgieron inspirados en experiencias similares en otros barrios como Catalinas Sur (La Boca) y Barracas en épocas de políticas culturales más afines a estas expresiones y han mantenido una actividad constante de creación y vínculo con la identidad de los barrios del sur de la ciudad. 

Agustina Ruiz Barrea, directora teatral, forma parte de Los Pompa, desde los inicios hace ya 20 años. “Cuando comenzó el aislamiento recién nos habíamos mudado a este nuevo espacio, que además estaba casi en ruinas y nos propusimos mantenerlo pese a las dificultades para sostener los gastos. No era la única cuestión, también era importante como continuábamos los procesos creativos. Una de las preguntas clave para mi fue como sostener el teatro comunitario sin una composición coral, sin una convivencia de los cuerpos, con una imposibilidad de reunirnos”, cuenta Agustina.
 
 
Teatro en las ruinas

Agustina relata con énfasis el proceso creativo que fue llegando a la concreción de “Retazos de una espera”.

Cada pregunta que se planteaba se bifurcaba en distintas posibilidades que fueron decantando en lo que es la puesta final de la obra. Preguntas que primero se hacía a sí misma y luego extendía al grupo.

“ Una de las cuestiones claves”,dice Agustina,”fue a partir de Bertold Brecht y Tadeus Kantor, que vivieron y crearon en situaciones muy adversas, ¿cómo hacer teatro en las ruinas? Nosotros tenemos que mantener viva la fantasía y encontrar la forma de hacerlo colectivamente es lo que nos da una potencia muy distinta que fantasear en soledad. Pensar en Brecht, en sus teorías acerca de cómo desnaturalizar lo real, como poner de manifiesto los artilugios que construyen la realidad, fue una guía para internarnos en este proceso”.

Las máscaras para ver

“La máscara nos permitió construir una distancia para ver con otra lupa una realidad determinada, extraña. Por otro lado elegir el cartón como material para su construcción nos dio una homogeneidad cromática, además de los significados que encierra. El cartón tiene mucho que ver con cubrir, proteger lo frágil y a la vez es un descarte. 

La pregunta (otra de las tantas) que fue el origen del trabajo fue, ¿que nos poseía en cuarentena, que de nosotros empezaba a aparecer en ese encierro?, ¿que locuras afloraban?. Además, que pasaba con nuestros espacios. A partir de estas consignas comenzamos a convertir nuestras casas en espacios escénicos. Ahí surge la cuestión de cómo acompañar la composición de los personajes a la distancia. Fue bastante tranquilizador laburar con lo material. Ahí llamé a Alfredo Iriarte, un excelente mascarista que nos acompañó en la creación de las máscaras.¨ expresa Agustina.

Una melancolía indescifrable

Cada uno desde su casa fue construyendo un personaje, dejándose atravesar por esa máscara que además le exigía la elaboración de un relato en un espacio determinado, sin palabras, solo con una gestualidad.

La instalación fue pensada en función del protocolo Covid cuando las condiciones lo fueron haciendo posible. No es una obra fácil. Le exige al público un involucramiento sensorial distinto al que está habituado. Las máscaras adquieren una emotividad a través de los gestos corporales y los distintos objetos, impregnada de una melancolía indescifrable, como si todavía los fantasmas de la pandemia nos estuvieran rondando.

Hacer con lo que hay, que nada nos detenga

¨Hacer con lo que hay, esa fue siempre la filosofía de acción de Los Pompa, hacemos lo que podemos y si podemos más, mejor. ¿cómo hacemos para poetizar esta realidad con las condiciones que tenemos?. Agarrémonos de lo que podemos.¿Tenemos la limitación del Zoom?, hagamos Zoom. ¿tenemos cartón? Hagamos máscaras con cartón. Lo importante es que nada nos detenga.¨ dice Agustina como quien se planta frente a una realidad áspera y expresa un Manifiesto fundacional, creador.

¨Nos gustaría llevar la puesta a otros espacios, a otras ciudades, expandir el territorio¨ cierra Agustina, antes de dirigirse a los ensayos de la otra obra, ya mítica de Los Pompa, ¨Lo que la peste nos dejó¨ referida a la peste amarilla, pero esa es otra historia.

 Y como cierre un link a un video que es una breve recorrida por la experiencia de relatar el encierro:

29/07/2016

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