“Fuimos a las puertas de Costa Salguero a decir no a la venta del río, no queremos torres para ricos, queremos parques para el pueblo. Esta actividad que empezó con una bicicleteada que salió de Plaza Almagro y una caravana desde el Planetario, se organizo desde nuestro espacio, Les Jóvenes y el Observatorio de la Ciudad y después se fueron sumando organizaciones políticas y sociales como los chicos y chicas de “Jóvenes por el clima”. Algunes se sorprendieron por la cantidad de gente que asistió, pero no debería sorprendernos porque lo que muestra la realidad es que las sociedades están para mucho más.

Es un primer paso para llegar fortalecidos a las audiencias públicas, el objetivo es seguir visibilizando el problema y convocar a los porteños y porteñas con una mística y una épica que les haga sentir que esta también es una lucha por una sociedad más igualitaria”. Esto decía Diego Belaunzarán Colombo, de Les Jóvenes, uno de los organizadores de la actividad realizada en la tarde del domingo.

“Hay que romper la disociación que existe entre lo que plantean algunas organizaciones, como por ejemplo, Pan, Techo y Trabajo y la cuestión ambiental y urbanística, porque no es tal. Para resolver la pobreza hay que discutir la riqueza y en el caso de la Ciudad de Buenos Aires esto es discutir el modelo de ciudad”, así expresa María Eva Koutsovitis, de la CTA, la problemática de la participación en las cuestiones que no parecen tener reivindicaciones de corte popular.

“La urbanización y organización de los barrios populares también tiene que ver con lo que pasa en Costa Salguero, hay que romper esa lógica de que por un lado discutimos la pobreza y por el otro los sectores medios y altos discuten los problemas ambientales.”

En este aspecto coincide con Diego que dice “el ambientalismo pega mucho en la juventud pero tenemos que politizar esta lucha porque es parte de la construcción de una sociedad más igualitaria y no solo hay que encararlo desde la idea urbanística y ambiental de la ciudad, eso va a encontrar un tope, porque hay gente que le gusta la gentrificación y los espacios privados, y hay que involucrar a esa masa militante de porteñas y porteños en esta lucha que puede ser un símbolo para frenar una política que lleva trece años, tenemos un río que nos une, tenemos que construir un país diferente y debemos empezar por esta ciudad”.