-?
El motivo de esta identidad común de los diferentes sectores es la emergencia ocupacional, y los proyectos de ley anti-despidos tratados en el congreso nacional.
En el Senado, la Comisión de Trabajo con mayoría del FpV-PJ logró dictamen favorable para el proyecto que busca frenar los despidos por 180 días.
En diputados el dictamen fue firmado por el FpV, el Frente Renovador, el Bloque Justicialista, el socialismo y el delasotismo. El Frente de Izquierda presentó proyecto propio, pero acompañará el voto mayoritario. Se impuso el proyecto que implementa la prohibición de los despidos injustificados y la doble indemnización hasta diciembre de 2017. Allí, se puede escuchar a Héctor Recalde (FPV) y a Facundo Moyano (FR) exponiendo los mismos argumentos en favor del proyecto de ley.
No obstante haber aprobado en plenitud de sus legisladores en la comisión de trabajo junto a toda la oposición el proyecto de ley que prohíbe los despidos, se supo que en las últimas horas el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se reunió con Emilio Monzón y Nicolás Massot. Si bien no hubo declaraciones oficiales sobre esa reunión, el tigrense generó de la mano de De Mendiguren un nuevo proyecto alternativo, que entre otras cosas, elimina la doble indemnización del primer proyecto que ese sector había acompañado.
Tanto Facundo Moyano, como Héctor Daher, ambos provenientes del sindicalismo, diputados del FR y eufóricos defensores del proyecto anti-despido no se mostraron conformes con la decisión del líder del sector.
Tanto el Ministro Triaca, el vice Sabor, Prat Gay, Peña y hasta el propio Mauricio Macri salieron a negar despidos masivos. Sin embargo, acceden a la discusión, y proponen mecanismos de solución para un problema que al menos públicamente no reconocen.
Los diputados de la oposición en línea con las cinco centrales sindicales se refieren a los ya más de 150.000 despidos contabilizados desde la asunción del PRO en el poder.
Estos 1000 despidos diarios en promedio que se dan desde el día posterior a la jura del presidente Macri se desglosan tanto del sector público como del privado. El líder de la Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Sacco, advirtió que habrá cerca de 200.000 despidos mas para lo que resta del año por los tarifazos aplicados en la Argentina y la recesión en Brasil.
Si bien existe una negación de la ola masiva de despidos, hay también un reconocimiento y la generación de las alternativas de solución.
El gobierno propone generar condiciones objetivas para la generación de empleo, en un ámbito de confianza, inversión, desarrollo y desahogo a las Pymes.
Uno de los primeros adeptos a estos argumentos fue el Gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien sostuvo que "la forma de evitar despidos es generar condiciones objetivos para que haya empleo y no prohibirlos".
Urtubey no se equivoca, claramente eso es así. Pero es así en un contexto determinado. No en la actual coyuntura donde existen 1000 despidos diarios, que son 450.000 argentinos que no tiene asegurado los alimentos, que dejan de tener cobertura de salud, que algunos ya empiezan a perder sus viviendas, que empiezan a ser corridos y desplazados del sistema.
Mas allá de Urtubey, los proyectos de ley parecen tomar forma y tener una aprobación pronta.
La ley no busca fomentar el empleo, lo que busca en particular es impedir la continuidad de la masividad de los despidos en todo el territorio nacional.
Claro que hay que generar condiciones de empleo, de estabilidad y de desarrollo. Pero eso difícilmente lo haga una ley, difícilmente lo logren los diputados, los sindicatos o los senadores por su propia cuenta.
Hay un grupo de personas en Balcarce 50 encargadas de generar esa confianza, esas políticas y esas condiciones. El congreso, los sindicatos, los medios, acompañaran o servirán de contralor de los abusos y los errores del ejecutivo nacional. Y si el Ejecutivo pretende encontrar en el parlamento una guía y una flecha de hacia dónde y cómo se tiene y debe gobernar, debería haber empezado por ahí desde un comienzo, o al menos rever sus ideales partidarios y políticos antes de presentarse a elecciones para gobernar un estado.
Esta ley se puede aprobar, se puede vetar y se puede volver a sancionar por encima del veto. Pero hay algo más profundo detrás de todo esto. Se llama capacidad de gobernar.
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite