En la semana los gobernadores provinciales firmaron finalmente el acuerdo de devolución del 15% de la coparticipación, que en la mayoría de las provincias argentinas sirve para acomodar la difícil situación financiera por la que atraviesan.

Pasó un semestre complejo y los indicadores económicos no mejoran. No es ninguna novedad indicar que ha habido una merma significativa en todos los ingresos, una caída abrupta en la actividad económica, pérdida de empleo, a lo que se sumó una serie de medidas fiscales que tomó el gobierno nacional que repercutieron de lleno en la caída de la recaudación.

Por eso es que la firma del acuerdo trajo un necesario alivio a las autoridades provinciales. La devolución escalonada de ese 3 % que se irá devolviendo anualmente y que comienza a percibirse a partir el 19 de este mes, significa para Río Negro unos 357 millones de pesos, de los cuales unos 200 millones se pagaran en 5 cuotas en lo que queda del año.

Por otra parte, hay un 6% que se va a dar en función de un crédito con la Anses, con el fondo de garantía de sustentabilidad, que representan unos 713.000.000 para la Provincia. En total, estamos hablando este año de 1.070.000.000 de pesos que recibiría la Provincia, lo que permitirá descomprimir un poco la situación.

De todas formas va a ser necesario un replanteo de los números, porque ahora el déficit, de algo más de 900 millones se encubre con endeudamiento, ya que los ingresos tributarios propios y los de coparticipación federal crecen a menor ritmo que los gastos y estos son inflexibles.

Indudablemente este acuerdo con nación que se extiende hasta el 2019 también trae aparejado un control de la administración central a las cuentas de las provincias que deben cumplir con un adecuado balance de las cuentas públicas y en los niveles de endeudamiento.

Hasta hoy en el acomodamiento del nuevo gobierno y los tira y afloje propios de las circunstancias, propendieron a que muchas provincias recurrieron casi exclusivamente a la emisión de deuda y el pedido de asistencia de nación, a lo que el acuerdo pretende poner freno estableciéndose nuevos parámetros en materia de compromisos tributarios en el país, compromisos y obligaciones que deberán tener los distintos estados provinciales, para alcanzar el equilibrio fiscal en el 2019.

Y aunque las autoridades nacionales y desde algunas provincias se lo niegue, indudablemente estos compromisos implican en realidad la existencia de un monitoreo de las cuentas, es decir, una supervisión y control nacional de las finanzas provinciales y restricciones de los aportes nacionales.

De todas maneras el gran debate, donde se registrará la férrea unanimidad contraria de todos los gobernadores quedará expuesta cuando se trate la pretensión de María Eugenia Vidal de reconstituir el llamado Fondo del Conurbano bonaerense para eliminar el déficit de 25 mil millones de pesos de esa provincia, que incidirá negativamente en los demás distritos. 

El propio Weretilneck ya advirtió su rechazo, ya que para Río Negro esa alternativa tendrá un costo de más de mil millones de pesos menos por año, y la misma actitud, con más vehemencia, hicieron escuchar gobernadores como Mario Das Neves, de Chubut, y Carlos Verna, de La Pampa.

Reforma electoral

También la semana finalizó con un primer encuentro que reunió a autoridades de los tres poderes del Estado que pusieron en marcha las jornadas de debate sobre la reforma electoral provincial. Apuntan a abordar fundamentalmente la incorporación del voto electrónico como parte de la reforma del sistema electoral que se debate a nivel nacional.

El vicegobernador Pedro Pesatti indicó que este tipo de reformas tiene “un alto contenido político” y en ese marco refutó que la agenda sobre la implementación del voto electrónico se haga necesaria porque el sistema actual vigente desde la recuperación democrática en 1983 esté caracterizado por el fraude.

Dijo al respecto que “hay que reivindicar un sistema electoral que desde 1983 ha garantizado la expresión de la voluntad popular, independientemente de circunstancias aisladas, como en cualquier sistema, que contradijera los principios que deben regir un sistema electoral. No fue un sistema concebido para hacer el fraude, esto es falaz”, enfatizó.

Indicó que “el argumento que más nos debería entusiasmar es que estos medios tecnológicos seguramente nos van a permitir utilizar mucho más a fondo los institutos de democracia directa que a través de los sistemas tradicionales son más difícil de poder utilizar, como consulta popular y plebiscitos”.

Weretilneck, que realizó el cierre de las jornadas, dijo "tenemos la predisposición a debatir y cambiar las cosas y en el marco de la Legislatura adaptar todas las leyes que rigen la materia electoral en la provincia". 

Agregó que “las reglas de la democracia son un cuerpo viviente, no hay algo que pueda decirse y que perdure para siempre. Me parece que este debate que lanzó el gobierno nacional tiene que ver con esto, y por eso que debemos recibir bien el intercambio, y la movilización de las ideas”.