Es claro: nadie quiere default, ni corralitos, ni ninguna de esas hijaputeces a las que nos sometieron a los argentinos hace 18 años, pero parece que andamos muy cerca, que todos esos fantasmas neoliberales están acechando en sombras demasiado cercanas. El mapa es similar, tan pero tan similar… aunque hay diferencias y —toda vez que pareciera que la historia se repite como en un simulcop fatal— hoy no somos iguales a quienes fuimos en aquella crisis, no somos aquellxs: hoy somos otrxs.

La similitud que nos emparda al 2001, nuestra parte responsable, es que el grueso de la sociedad sigue empecinada en votar al hacha que tala el bosque, en eso estamos igual, sí, pero aunque repitamos ese error político, no estamos constituidxs de la misma forma que en el 2001, porque el mapa del “común” de la gente ha cambiado y este es un cambio que va muchísimo más allá de los evidentes avances tecnológicos que han ingresado en nuestro cotidiano desde hace 20 años a esta parte. Ha pasado algo muy importante en estos 18 años y no lo podemos soslayar, es algo clave para entendernos de otra manera, es un algo que constituye una nueva realidad, un algo de fuerza imparable: se llama movimiento feminista.

Nuestra sociedad hoy está atravesada por los feminismos como nunca antes, nadie puede ponerlo en duda. El movimiento feminista se ha convertido en la fuerza sociocultural y política más importante de este país durante los últimos años, una fuerza horizontal que fue ganándose un lugar de jerarquía durante esta última década y media, con una explosión enorme de raigambre popular. Los feminismos, como movimiento igualitario de planteo horizontal, traen consigo una nueva manera de entender “el todo” que a más de unx ha dejado con —vamos a usar un término bien mundano pero claro— el culo al norte. Lo que el feminismo ha venido a “revolver” y cambiar es tan significativo que más de un cimiento tembló.

Los agoreros dirán que aún no se puede celebrar nada, porque el patriarcado y el neoliberalismo siguen en pie, y porque sus infames movimientos siguen anestesiando y haciendo bolsa al oprimido. Si quiere, señor/a agorerx, le damos la razón en parte, pero usted jamás podrá negar que, a nivel popular, la semilla del quilombo está plantada, y que esa semilla es mucho más feminista que otra cosa. Intente torcer este argumento… se le pondrá difícil, ¿verdad?

¿Y sabe qué?, nada es casualidad. Dicen que las primeras mujeres empoderadas de este siglo (el XXI) nacieron en 2001, con las ollas populares y los clubes del trueque, dos expresiones de resistencia que estaban coordinadas por mujeres. Y de aquellos años —frente a una crisis sofocante para la industria del libro— nacieron también las editoriales independientes y autogestivas. Bueno, ahora tendrá que meter usted en la coctelera ambas cosas y el resultado que se le va a servir es Tanta Ceniza Editora, una editorial de mujeres que edita y editará a mujeres. Agárrese fuerte, porque la propuesta es —para no desentonar con el espíritu de la época en materia revoltosa— estéticamente clara, sutil pero bien brava.

Tanta Ceniza Editora es un editorial independiente y autogestiva que en 2019 comenzará a editar y distribuir libros de mujeres, hechos con una indudable impronta patagónica, que es la que motoriza su coordinadora principal, la escritora fueguina Aixa Rava, quien define el espíritu sureño y femenino del proyecto sin titubear: “La editorial —dice— tiene una estética definida y un anclaje, es una editorial que edita en o desde la Patagonia, que es mi lugar de origen. Yo nací en Tierra del Fuego, luego viví acá en Neuquén y aunque después viví en Rosario y en Buenos Aires, nunca dejé de sentirme patagónica, me llevé el sur conmigo y así lo plasmé también en mi escritura. Este proyecto pudo concretarse recién ahora que regresé al Valle, y aunque hay un puente que tiene del otro lado la orilla de Buenos Aires, donde están las otras hacedoras de Tanta Ceniza, quise que la editorial mostrara esa evidencia, esa huella de mi origen, por eso la colección de poesía se llama ‘Piel de las arenas’, que es un verso del poema ‘Costa’ de Irma Cuña, y la colección infantil es ‘Maras en la Barda’… ¡es Patagonia pura!”.

Este año es —para qué soslayarlo, todo el mundo lo sabe— un año de profunda crisis económica en Argentina; pero el sabor de incertidumbre que puede dejar en la garganta salir al ruedo con un emprendimiento autogestivo se disipa cuando Rava te cuenta cómo lo viven ellas: “Esto que estamos arrancando es la concreción de un sueño —lo dice con una sonrisa amplia— un proyecto que tenía desde hacía mucho tiempo, pero que no podía materializar por muchas cuestiones. En gran parte que tuvo que ver con lo económico, durante años fui trabajadora autónoma y me dedicaba a la corrección de traducciones, a la edición para otrxs, (agencias de traducción, editoriales, instituciones). Y bueno… —hace una pausa, ahora sonríe con melancolía— con todo lo que nos pasó como país en los últimos años las cosas han empeorado, personalmente volví a dar clases, a trabajar en relación de dependencia, a organizar talleres y presentar en todos lados otras propuestas. No es el mejor momento para lanzar una editorial, pero si no lo hacemos ahora, no lo hacemos más, ahora es el mejor momento para apostar por lo que creemos que vale la pena y por lo que es necesario. La literatura, el arte, la música… son espacios de creación necesarios, nos permiten habitar entre lo inhabitable, y la realidad actual es inhabitable”.

¿La impronta femenina de la editorial significa que tienen una impronta feminista? ¿Es ésta una pregunta válida o innecesaria? Contesta Aixa: “Cuando armamos la comunicación para lanzar la editorial no pensé en poner explícitamente que éramos una editorial feminista, pero si te ponés a ver todas las escritoras que participan son mujeres, las diseñadoras, las ilustradoras, las traductoras… y esa sí fue una búsqueda adrede, no hace falta decir nada más, es evidente”.

Aixa está entusiasmada con este proyecto y casi exclusivamente hace soplar los vientos hacia la vela de la editorial, pero este año también ha comenzado a participar de la recientemente formada Colectiva de Escritoras Patagónicas, un proyecto que junta —por ahora— a casi una centena de escritoras del sur del país, la más sureña es ella, fueguina, la de más al norte es  Laura Forchetti, dorreguense. En cierto sentido, ambos proyectos se hermanan en un punto: la necesidad de hacer colectivo lo que se crea. Ese espíritu es el que pareciera empujar en momentos socialmente adversos a quienes tienen ganas de hacer:

“Tenía muchas ganas de que la creación se tornara más colectiva que individual, quería que pasara otra cosa aparte de encontrarme a mí misma escribiendo sola, en mi casa. El año pasado estuve haciendo talleres, cursos y clínicas, de manera virtual y de manera presencial, viendo de cerca cómo se desarrolla un proyecto editorial, cómo se edita, tengo muy afilado lo que es la corrección, pero casi nada de todo lo otro: lo administrativo, lo financiero, tener en cuenta el diseño, todas esas otras etapas del proceso que lleva a que nazca un libro, entonces necesitaba formarme. Me tomé todo el año para hacerlo e incluso pensaba tomarme la mitad de éste, porque pensaba sacar a la luz la editorial en julio del 2019, pero los tiempos de la imaginación pocas veces se ajustan a los tiempos de la vida real y terminé presentándola en enero”.

La búsqueda de colectivización del hacer lleva indefectiblemente a una suerte de cosecha, algo así como una “lluvia de gente”, que es la que vas a terminar conociendo en el camino de proyectos abarcativos como éstos que está vivenciando Aixa. En este sentido, el ejemplo más saliente en torno a la editorial se da cuando conoce a su tocaya, Aixa Sacco, la artista visual y diseñadora que ya está trabajando codo a codo en Tanta Ceniza: “Es excelente cómo nos conocimos —recuerda divertida Rava— porque llegué a ella a través de su propia obra, en la experiencia de ‘Barda del Desierto’, que es una residencia artística que se hace en Contralmirante Cordero y ella es la cofundadora. Viendo uno de los libros de la residencia quedé impactada con su trabajo y la contacté, pegamos muy buena onda desde el principio. Lo loco es que todavía no nos conocemos personalmente, nos vamos a conocer en abril, cuando viaje a Buenos Aires, pero ya estamos trabajando juntas desde hace rato. Ella se encargó de todo el diseño y la estética de la colección de poesía”.

Sobre esta impronta tan actual del “no conocerse” personalmente, pero sí de manera virtual y aun así confiar plenamente en la otra persona, Aixa reflexiona: “Conozco un caso bien patente: Janice, la traductora del primer título de la colección infantil, escribió una novela con otra escritora argentina, Flor Canosa, sin conocerse más que por las redes. Son tiempos en los que esto puede pasar, en cuanto a lo laboral yo estoy acostumbradísima a trabajar así, he trabajado con traductoras que viven en otras partes del mundo y todo lo hacíamos por mail, quizás alguna conversación vía Skype. Lo diferente en este proyecto de la editorial o en el grupo de escritoras patagónicas es que se juegan otras cosas, porque hay mucha afectividad, hay mucho de lo emocional, somos un grupo de mujeres que estamos en permanente comunicación desde otro lugar que no es el mero trabajo, con planteos que nos unen. Hay poetas que se quieren sumar… (piensa)… mirá, esto pasó hace poco, viste que en torno al aborto hay dos posiciones muy encontradas… hace poco se contactó con nosotras —se refiere a la Colectiva—una escritora que quería formar parte, pero se definió como católica y pro-vida. Ahí nos dijimos: ‘Bueeeenooo, ¿y acá que hacemos?’… (risas)…Le explicamos lo que nosotras hacemos y nuestra postura, y que si ella se definía de esa manera y nosotras de esta otra, quedaba en ella la decisión de participar porque como colectiva apoyábamos el aborto legal, seguro y gratuito, la implementación de la ESI… así que le dijimos ‘mirá, pensalo, porque nosotras como colectiva vamos a participar de iniciativas pro aborto legal, pro ESI, nos vamos a movilizar todo el tiempo en este sentido…’ y quedó ahí, por ahora… pensando...”.

Te dejamos uno de los videos, protagonizado en este caso por Aixa, que la Colectiva de Escritoras Patagónicas sube mensualmente a “Algún poema tiene que Haber”, el canal de Youtube oficial de la Colectiva:

Mes a mes la Colectiva selecciona una o varias autoras regionales para leer en video y las mismas integrantes se distribuyen los textos, efectuando una verdadera invasión de poesía escrita por mujeres en las redes sociales. Buscalas en Instagram, en el Facebook o en el Canal de Youtube, en todos los casos aparecen como “Algún Poema Tiene que Haber”. Imperdible.

Pero volvamos a la editorial, que ya falta muy poco (veinte días) para que presente su primer libro. ¿Cómo se plantean el trabajo más cercano? Prestá atención:

“La idea que estamos empezando a materializar ­—cuenta Rava— es esta: editar principalmente voces de mujeres y de niñes, porque en la colección de literatura infantil vamos a publicar trabajos que salgan de talleres para niñes de literatura y de dibujo. Todo lo que editemos queremos que surja de la concreción de un diálogo entre la ilustración y la palabra, por eso en cada una de las ediciones participan escritoras e ilustradoras. Es claramente una postura bien definida la que estamos tomando. En el Facebook de la editorial, en la parte de información, pusimos un texto en el que explicamos que queremos recuperar voces acalladas a lo largo de la historia, voces como las de las mujeres, las de les niñes, las de los pueblos originarios, de hecho estamos trabajando para publicar textos en guaraní, en mapudungún y en lengua wichi. Eso es pensando a muuuuy largo plazo, mientras tanto vamos a ir asentando otras bases. Y como yo estoy dando clases en el Instituto de Formación Docente número 4, que es el de profesorados de educación especial, y enseño Didácticas y Segundas Lenguas en la carrera de sordos, la idea es también poder editar para que se sientan las voces de las personas con  diversidad funcional. Pero (exagera la gestualidad)toooodo pensado con tranquilidad”.

Lo más próximo a aparecer (14 de abril próximo) es el primer título que sale de la colección infantil, “Maras en la Barda”, cuyo título es De los rayos del sol como sogas. Según nos cuenta Aixa: “es una antología de poemas, traducidos del inglés al español por Janice Winkler, una poeta y traductora de Buenos Aires, que es también la curadora de la colección. Las dos elegimos juntas los textos a publicar y vamos organizando el catálogo de la colección. En este caso, la ilustradora fue María Aranguren y la diseñadora de la colección es Natalia Forés Tacca. La antología se compone de once poemas, hay algunos anónimos y otros de Eleanor Farjeon, Emily Dickinson, Christina Rossetti, entre otras. El libro se presenta el 14 de abril en el Centro Cultural Morán, en Buenos Aires. Y la editorial en sí la vamos a presentar formalmente en un evento que se realiza en Zona Futuro, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires”.

El segundo libro sería el de Carina Rita Medina, que se editaría en la colección “Piel de las Arenas”, colección dedicada a la poesía escrita por mujeres: “todavía estamos corrigiendo y definiendo el título con Graciela Cros y Carina, y lo va a ilustrar la diseñadora de la colección, Aixa Sacco”, aclara Rava.

Como mujer joven, escritora, docente y editora responsable, nos interesaba conocer el punto de vista de Aixa con respecto al lenguaje inclusivo, una de las “armas dialécticas” más fuertes y controversiales que ha propuesto el feminismo en su lucha actual. Prestá atención a su punto de vista:

“El lenguaje inclusivo es una herramienta poderosa, difícil de poner en práctica todavía, una va generando estrategias para ‘sortear’ dificultades que se le puedan presentar a quien lee. Es maravilloso, porque esa dinámica de buscarle la vuelta para que el lenguaje sea realmente inclusivo es una aventura viva, es lo que mantiene viva la lengua. Y ahí vamos todes, tratando de que nos cueste cada vez menos y que realmente sea inclusivo no sólo desde lo discursivo, porque tiene que estar acompañado de la acción —y ahí me parece que queda una pata medio floja por el momento—, hay que poner el cuerpo ahí… hay que tomar decisiones”.

Es clara, por eso pica la charla con una reflexión simple: El patriarcado es algo concreto, no es una entelequia ni una intelectualización, parece mentira que las mujeres tengan que estar demostrándolo en la práctica todo el tiempo le decimos. Ella se pone seria y dispara: “No, no, claro, no es algo que inventamos nosotras, creo que eso ya está más que claro. Y quiero creer que estos proyectos que estamos llevando adelante colaboran con la caída del patriarcado, aportar desde el lado de la visibilidad, todo eso que te contaba cuando te definía los objetivos que tenemos como editorial y como colectiva… visibilizar, dejar en evidencia muchas cosas… (mira con la mirada bien fija) esperamos que así sea, que incluso genere incomodidad, porque allí es donde se genera la pregunta, cuando metés el dedo en la llaga”.

Por lo pronto, queridxs lectorxs de , vayan preparándose: Tanta Ceniza Editora ya es una realidad y en apenas unas semanas su primer lanzamiento estará disponible para todes. En un año volvemos a hablar sobre este emprendimiento, ya verán su fuerza en el camino andado, de eso no hay dudas. Mientras tanto pueden ir pasando por [la web de las chicas de ceniza->http://tantacenizaeditora.com.ar/#!/-inicio/] y —como no— hacer sus reservas pertinentes.