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01/08/2018

Gambeteando las armas

Gambeteando las armas | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El escritor español Chema Caballero convirtió el fútbol en un arma de transformación social, donde les devolvió a los niños la infancia que le habían arrebatado los grupos rebeldes en Sierra Leona.

Alvaro Nanton

Regatea, avanza y un empujón en la mitad del campo frena su carrera. Un empujón torpe, malo, que no corresponde con una falta estratégica, ni lógica. El mediocampista, quien fue y sigue siendo víctima de grupos rebeldes en Sierra Leona, se levanta y quiere ejecutar rápido el tipo libre. El infractor, quien fue niño soldado en Sierra Leona, se arrodilla, le toca los pies y le pide perdón. Ambos se miran y el mundo se detiene en ese momento. Quien está supervisando y enseñando a jugar al futbol, grita que sigan, que no fue una falta grave para pedir perdón. Pero ellos, los africanos, dueños de su tierra y de lo que día a día les arrestaban “los blancos” , le explicaron que no le estaba pidiendo perdón por esa infracción, sino por lo que ese niño provocó en la familia del otro niño.

Chema Caballero fue secuestrado por África en 1992. Fue a hacer una misión religiosa y se quedó. Su cultura y su injusticia, lo bueno y lo malo, sus historias y sus habitantes hizo que Sierra Leona pasara a ser su hogar. Y desde ese lugar explica por qué hay tantas injusticias en un suelo tan rico y desde donde todo empezó.

“Seguramente Adán y Eva eran negros, si se tiene en cuenta que biológicamente salimos de ahí”, afirma Caballero quien lideró un proyecto para dar una oportunidad a aquellos niños soldados que habían dejado las milicias.

“Cuando llegás a África te pasan muchas cosas, yo me quedo y me quedaré siempre con lo bueno, tienen una música increíble y muy buenas personas”, relata mientras su rostro se transforma, al mismo tiempo con su mano derecha hace la forma de una pistola y la pone sobre su frente: “Yo ni bien llegué me apuntaron con un arma y lo más curioso es que no fueron los grupos rebeldes, sino que fue la propia Policía, quien me debería haber cuidado”.

En su calma al contar sus historias crueles que le tocó vivir en Sierra Leona, su voz se transforma y su seño se frunce al hablar de la injusticia en el continente: “Hay cientos de personas que ganan mucho dinero con la falta de justicia y es un negocio, porque al fin y al cabo solo importa África y no los africanos”.

Parece que Caballero entiende poco de negociosos y mucho de fútbol, ya que a partir de ese deporte creó un proyecto exitoso que salvó a muchos niños del horror, ya que cuando “son pequeños, cuando ingresan, de siete u ocho años, el jefe, quien los apadrina, los hace matar a su padre, primero como señal de entrega y orgullo a su líder, y luego por si el joven se arrepiente no tiene a dónde volver, ya que él mismo mató a su familia y generan un ciclo en que es muy difícil salir”.

A partir de esa ausencia, creó un lugar para reinsertar a la sociedad a estos niños que no tuvieron infancia haciéndole contar su experiencia, pero sobre todo sacando y exteriorizando sus sentimientos donde la “persona puede empezar a avanzar”.

El fútbol ingresa en la forma de construcción social, donde  “al principio, cuando empezamos a entrenar, un niño víctima le pegó una patada a un ex niño soldado de su propio equipo, terminando a los golpes, pero luego comprendieron que eran colegas y dejaron de hacerlo”. El siguiente paso fue los festejos, en donde al convertir un gol todo el equipo se abrazaba, y la reconciliación estaba a flor de piel. “Pero lo más importante fue que generamos áreas de entendimiento y dialogo, cuando, por ejemplo, iban al colegio tenían temas de conversación, describían tal o cual jugada y ahí está el proceso final de la reinserción de devolverle su felicidad y su niñez”.

Hace algunos años, Chema Caballero volvió a vivir a Madrid pero una parte de su cabeza, de sus sueños y por sobre todo sus contactos de Whatsapp, siguen estando en Sierra Leona. Los niños, ya adultos, siguen escribiéndole y mantiene un diálogo constante.

Pero la problemática sigue. Cuando arrancó el proyecto “los niños africanos estaban de moda” y había presupuesto para trabajar con ellos. Para salvarlos. Es más, se habían creado más de 15 equipos llamado Real Madrid, de muchas ciudades de Sierra Leona, donde competían en una liga. El fútbol fue el puente entre el problema y la reinserción. Entre lo que hicieron y hacen, entre el pasado sangriento y el futuro próspero. Pero la injusticia sigue haciendo lo suyo, dándole dinero a unos pocos que tienen fortunas y rompiendo el puente, ya que muchos niños prefieren morir en batalla, peleando, que morir en sus casas de hambre.

África sigue siendo el terreno en dónde todo nació y donde actualmente los derechos humanos son un concepto que solo se puede encontrar en Google.  Si bien hay ayudas y planes sociales, la justicia juega a las escondidas y el fútbol intenta construir puentes que no llegan a ningún lado. La brecha de la desigualdad social cada vez es más amplia en todo el mundo y se agudiza en Sierra Leona y en los países que conforman ese continente.

“La búsqueda de justicia es la gran incógnita que tenemos, la realidad es que vivimos en un sistema capitalista que mata, y hasta que no seamos capaces de cambiar este esquema no seremos capaces de crear una justicia equitativa, porque no hay nada más injusto que el capitalismo”, sintetiza Chema Caballero.

El partido que dio inicio al texto se sigue jugando. El resultado lo seguirá marcando los años y la historia. Esperemos que haya menos tiro libres rápidos y más perdón, y una sociedad presente, ya sea jugando dentro del rectángulo llamado cancha o desde la grada mirando y haciéndose cargo de la realidad.   

¿Quién es Chema Caballero?

Él se define como escritor. Es Licenciado en Derecho y se especializó en derecho humanos y resolución de conflictos. En 1992 fue a vivir a Sierra Leona, donde estuvo dos décadas dirigiendo programas de reinserción social. Actualmente es asesor de ONG que trabajan en África y escribe en su blog, “Bajo el mango” y en varias secciones más, relacionado o ligado a Sierra Leona, o demás países del continente.

29/07/2016

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