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21/07/2018

Análisis rionegrino

De pragmatismo y traiciones

De pragmatismo y traiciones | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Esa tendencia a conceder primacía al valor práctico de las cosas sobre cualquier otro valor, ha logrado superar doctrinas fundamentales de la política y de los políticos y partidos más tradicionales, y los resultados están a la vista, pero también trae aparejada una serie de riegos adicionales. Muchas veces deja secuelas difíciles de afrontar.

Hernán D´Andrea

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El sábado pasado hablábamos de tácticas y estrategias y de acuerdo a algunos comentarios y mail recibidos, concluimos en que son varios los que presumen que hay ciertas cuestiones que no pueden o no deberían suceder en la política.

Sin embargo las cosas suceden y si bien los hechos no siempre quedan totalmente claros, la historia demuestra que efectivamente existieron y existen, más aún en este proceso que se vive en el País, profundizado a partir del 2001, cuando los partidos tradicionales entraron en crisis.

Surgieron la farandulización de la política, el pragmatismo, los candidatos de la “tele”, el marketing político, las redes sociales y tantos otros aspectos que posiblemente hayan sido factores fundamentales en que tanto en el país, como en esta provincia, estén gobernando agrupaciones políticas que hace pocos años atrás, ni siquiera existían.

Paralelamente se fueron desdibujando las convicciones, las ideas, las lealtades y mal que nos pese, terminamos acompañando o despotricando a candidatos que dijeron una cosa e hicieron otra e incluso reconociéndolo.

Y no estamos hablando sólo de la actualidad, porque hace no mucho tiempo, en los 90, un presidente surgido de las entrañas del peronismo, una vez en el poder traicionó sistemática y brutalmente las principales ideas de ese peronismo que lo había llevado al más importante cargo al que puede aspirar un político en este país. Incluso alguna vez tuvo al menos la honestidad de reconocer que “si yo hubiese dicho lo que iba a hacer, nadie me hubiera votado”.

Aquí en la provincia, quizás no de esa envergadura, pero también surgieron cosas, que en principio parecían propuestas imposibles o muy difíciles de cumplir y con el correr del tiempo se transformaban en genialidades y obtenían los objetivos perseguidos.

Hubo varios, pero posiblemente uno de ellos que involucró a protagonistas de los dos partidos principales sucedió en 2007 cuando Miguel Saiz y el radicalismo se suma a la Concertación Plural planificada por el kirchnerismo y supera en las elecciones al candidato que representaba al justicialismo que era Miguel Pichetto.

Para el radicalismo fue una jugada a lo Maquiavelo en cuanto a que para los políticos el principal objetivo es obtener el poder, además de preservarlo y que “el fin justifica los medios”.

En la oposición tanto en la previa, durante y después de las elecciones provinciales y de las municipales en Roca que fueron en otra fecha con una contundente victoria de Carlos Soria, se “notó mucho” que la fórmula Pichetto – Arriaga no había tenido una activa participación y acompañamiento del sorismo roquense especialmente, sino todo lo contrario. “Siempre pasa lo mismo con estos tipos. Los Soria no cambian más”, comentaba en aquello días en una céntrica confitería de Viedma un reconocido dirigente del peronismo.

Aquel momento marcó una gran primera diferencia entre Pichetto y Soria que muchos catalogaron como una traición, y que como toda traición es imposible de olvidar.

En virtud de la historia es que en varias oportunidades hemos mencionado en estas líneas que la relación entre el pichettismo y el sorismo está atada con alambre, sin perjuicio de reconocer que el actual senador cumplió con su palabra en las elecciones a gobernador en 2015 en las que se impuso Carlos Soria.

Por todo esto, no es descabellado pensar en conversaciones y acuerdos entre el actual gobernador rionegrino y Pichetto y tampoco es tan llamativo que el hijo del senador, Juan Manuel, hable de estrategias políticas en la residencia de los gobernadores con Weretilneck y su vice.

Vale la pena recordar que Pichetto hijo fue ministro de Weretilneck y que en las elecciones a intendente de Viedma en el 2015 fue el dirigente que más votos obtuvo, aunque Foulkes resulto reelecto, al sumar más de 5.500 votos que aportó la colectora del Frente Progresista.

Su participación en esa reunión provocó reacciones en el peronismo aunque salvo algunas apreciaciones de la barilochense Maru Martini, lo cierto es que en la reunión de Roca celebrada el viernes pasado el tema fue olímpicamente ignorado, al menos por ahora.

Por supuesto que tampoco puede llamar la atención las declaraciones de Ariel Rivero y su cercanía político – institucional con el oficialismo rionegrino, a lo que se suma la existencia del Peronismo Federal encabezado por el propio Pichetto a nivel nacional y sus notorias diferencias con Unidad Ciudadana.

Y, finalmente, no es para nada imposible, a pesar de lo que hoy dice Pesatti, que Juntos Somos Río Negro termine confluyendo en el armado que hoy esbozan Pichetto y Urtubey entre otros.

Es mucho más difícil suponer que el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, se haya equivocado al asegurar que se analiza en el partido posibles alianzas con fuerza nacionales y que ven con agrado la aparición de una tercera opción que enfrente a Macri y a Cristina.

Martín Soria por supuesto siente que le están moviendo la estantería, pero por ahora, por decisión propia o por consejos de algún asesor se mantiene inmutable públicamente, porque además sabe que debe evitar que se le cuele el debate nacional del peronismo y que su principal fortaleza es mantener la unidad y necesita de todos, incluso a Pichetto y los suyos, por más que le pese.

Así es que teniendo en cuenta la historia y estos recientes acontecimientos, se puede pensar que esta posible sociedad es efectivamente posible y que cubre varios objetivos.

Para Weretilneck retener el poder y posiblemente llegar a ser senador. Para Pichetto conservar su banca o ir en busca de un cargo ejecutivo mayor y que su hijo Juan Manuel sea intendente de Viedma.

Y en común cumplen con un mismo objetivo, no explícito pero determinante, que es impedir la llegada de Martín Soria a la gobernación de Río Negro.

29/07/2016

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