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El senador y gremialista Guillermo Pereyra se definió como un “ferviente católico” y como tal, en contra de la práctica abortiva. Sin embargo, los profundos debates en el Congreso y la histórica sesión del 13 y 14 de junio pasado, le abrieron una nueva perspectiva.
Como en otros casos, su posición personal también está influenciada por una mujer de su familia -en este caso su hija- que se expresa constantemente a favor del aborto legal, seguro y gratuito.
Por tales razones, el legislador y veterano dirigente sindical aceptó la invitación del colectivo feminista “La Revuelta” y pautó una reunión con todas las organizaciones de mujeres en la sede de ATEN. Antes de ello, hizo lo propio con los grupos que militan en contra de la ley. Fue recibido en el Consejo de Pastores de Neuquén (Copan) por un numeroso grupo de personas.
Las reuniones fueron tan distintas que en un caso, el primero, la disposición fue con gente adelante exponiendo y público enfrente; y en el segundo se trato de una mesa alrededor de la cual se sentaron todos los y las participantes intercambiando la palabra.
Según trascendió por parte de varias asistentes al encuentro de ATEN, Pereyra estaba sorprendido por las posiciones extremas que escuchó en el primer encuentro.
Dijo que primero estaba “en contra de la despenalización del aborto porque soy muy católico, pero después de escuchar a mucha gente en el debate, y principalmente a las mujeres, ha cambiado mi posición”. Se mostró partidario de escuchar a todos porque no quiere arrogarse la representatividad “sin consultar a la gente”.
Entrevistadas por , varias protagonistas del encuentro coincidieron con el legislador.
La diputada provincial Ayelén Gutiérrez (FPV) reconoció que la de Pereyra “es una actitud valiosa, la posibilidad de deconstruir una opinión que traía muy arraigada”.
Lo mismo opinó Ruth Zurbrigen, de La Revuelta. La reconocida dirigente feminista explicó que la reunión “se dio en un clima de mucho respeto y de interesantes escuchas de parte del senador y sus asesores y asesora”.
La secretaria de prensa de ATEN y anfitriona, Marisabel Granda, rescató que hay “que generar estos espacios e impregnarlos de contenido político. Parte de esas acciones es hablar con las y los senadores que representan a la provincia para que cuando voten, hagan honor a esa representatividad”.
Guillermo Pereyra, finalmente, se fue con las manos llenas de pañuelos. Para él, para su hija y para la esposa de uno de sus asesores. Las participantes del encuentro guardan optimismo sobre su decisión final, lo vieron interesado y conmovido. Sobre el final, le pidió a la doctora Gabriela Luchetti quedar en contacto para que la profesional le acerque más material. Dijo que no le gusta leer en la sesión y que desea contar con toda la información posible para hablar, con mucha anticipación.
Las voces de la reunión
El mitin en ATEN contó con la participación de la Colectiva Feminista La Revuelta, Mumalá, Barrios de Pie, ATEN, Empoderadas, el frente de mujeres de La Cámpora, la médica ginecóloga Gabriela Luchetti -expositora en las audiencias del Congreso-, la diputada provincial Ayelén Gutiérrez, y Araceli Cárdenas del Centro de Salud de San Lorenzo Norte, junto a Verónica Arana del equipo social del Castro Rendón, entre otras.
Ayelén Gutiérrez afirmó que “el debate ha trascendido a la cuestión partidaria. El movimiento de mujeres atravesó a toda la estructura política, de ahí el voto tan heterogéneo que se vio en el Congreso. Quienes asistimos a la reunión fuimos mujeres que pertenecemos a distintos espacios feministas. Y trabajamos para unificar nuestras posiciones y militar juntas una sola causa, de una manera un poco más consolidada”.
La legisladora, una de las impulsoras de la declaración votada por la legislatura neuquina a favor de la legalización y despenalización del aborto, estimó que “fue muy bueno que Guillermo Pereyra accediera porque pusimos a su disposición las herramientas con las que nosotros contamos. Esta ley ya se votó. Hay una representación social en la Cámara de Diputados que se expresó. Los senadores, creo que tienen que escuchar esta expresión. Del mismo modo deben escuchar lo que ha decidido la Legislatura de Neuquén, que se manifestó en forma clara. Eso también es una expresión de la provincia de Neuquén”.
Marisabel Granda valoró la posibilidad de compartir con el senador “los datos ciertos de cómo las mujeres abortan y cómo las organizaciones feministas acompañan a estas mujeres. Y que lo que se está discutiendo no es sí o no al aborto, sino el aborto en condiciones de clandestinidad o aborto seguro y gratuito”.
Describió que una representante de cada organización le dio a conocer cada postura y trabajo. Estaban presentes agentes de salud de los centros de Almafuerte y San Lorenzo que dieron cuenta de cuál es el trabajo que organizan con las compañeras de La Revuelta ante la ausencia del estado.
Su representante, Ruth Zurbrigen, ponderó las intervenciones de Araceli Cárdenas del Centro de Salud de San Lorenzo Norte y de Verónica Arana de Almafuerte del equipo social del Hospital Castro Rendón, quienes “dieron cuenta de la situación del Sistema Público de Salud y mostraron las ausencias que hay en la provincia de Neuquén”.
Destacó también el relato desgarrador de una joven que contó su propia experiencia, que conmovió al legislador y reconoció que “valoramos la posibilidad de que revise su posición. Y celebramos que haya tenido la posibilidad de repensar. Destacamos que nos haya contado sobre su hija, una férrea defensora de la posibilidad de abortar”.
Zurbrigen, referenciada por varias legisladoras nacionales en el debate del 13 y 14 de junio sentenció que “el millón de personas en Buenos Aires, mayoritariamente jóvenes, más todo lo que hizo en numerosas ciudades del país dan cuenta de esa sensibilidad despenalizadora y legalizadora. Falta que el senado selle una votación que es ya un deseo popular. Creo que hemos ganado muchísimo terreno. Hemos logrado tanto que es una ley que cuenta con altísimo consenso. No hay en el país otro evento de estas características”.
Una sola de las organizaciones feministas no concurrió a la reunión. Se trata del colectivo “Pan y Rosas”. Sus integrantes sostuvieron que “la media sanción se la arrancamos a los y las diputadas por la histórica movilización que venimos protagonizando las mujeres, no por haberlas/os convencido uno/a a uno/a. Fue la revolución de las pibas, de las hijas que transformaron la marea verde en tsunami las que le impusimos al Congreso contra la Iglesia y el lobby de Bergoglio nuestro derecho”.
Entienden que “es con los sindicatos los centros de estudiantes con las organizaciones feministas, de mujeres que tenemos que volver a ganar las calles. Sólo así vamos a imponer que el aborto sea Ley en el Senado”.
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