En el peor momento de Cambiemos, a cuatro días del veto a la ley contra el tarifazo, ante una fuerte caida en la imagen del gobierno, a poco de proceder a la firma de endeudamiento con el FMI y en el marco de sucesivas medidas como ajustes, aumentos, devaluación y cambios normativos para facultar la represión, la alianza del poder en la Argentina encara una nueva arremetida contra Cristina Fernández de Kirchner, a través de una forzada e irresponsable interpretación de la muerte del ex fiscal Nisman.

Los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, cercanos a Cambiemos, volvieron a revisar el escenario de la muerte del ex fiscal con nuevas investigaciones, esta vez realizadas por Gendarmería Nacional. A partir de las hipótesis de la fuerza conducida por Patricia Bullrich, que contó con su absoluto respaldo tras la muerte de Santiago Maldonado, arribó a conclusiones diametralmente opuestas a las que habían realizado la Policía Federal y la Junta Criminalística dependiente de la Corte Suprema.

Gendarmería, al contrario que la otras fuerzas, realizó su ensayo basándose en fotografías del lugar. Utilizando esas pericias, los camaristas de la Sala Federal número 2 sostuvieron que “Nisman fue asesinado y que dicho suceso fue directa consecuencia de la denuncia que formulara el 14 de enero de 2015 como titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA”.

De esa forma, la pata judicial impuso la hipótesis que sostienen los estrategas de Macri y sus aliados internacionales a una de las causas más emblemáticas de la última década. “Sin pruebas, sin elementos, en un fallo totalmente descolorido, el tribunal confirmó que el fiscal fue víctima de un supuesto homicidio, sobre el que los camaristas no pudieron describir nada: ni quién fue, ni cómo entraron, ni cómo salieron, ni cuál pudo haber sido la mecánica del supuesto crimen”, apunta el periodista Raúl Kollman sobre el fallo de los jueces en relación a la muerte del fiscal.

Si bien la inexistencia de pruebas vuelve inviable el fallo, la pata política de la alianza que gobierna la Argentina avanzará en contra de Cristina Fernández en el Senado, aunque la ex presidenta no haya sido siquiera mencionada en dicha sentencia.

La pata mediática de la alianza intenta desde hace unos días instalar la muerte de Nisman y la supuesta conexión con Cristina Fernández como tema principal de la semana. Lo hace mediante títulos rimbombantes, y con largas horas de televisión, que al igual que las sentencias, poseen nulo contenido.

El oficialismo de la Cámara Alta, buscará  tratar el próximo martes el pedido de desafuero de la senadora de Unidad Ciudadana, que había sido solicitado por el juez Claudio Bonadio por supuesto encubrimiento en el Atentado de la AMIA de 1994. Sin embargo la vaguedad de ese pedido, hace que solo Cambiemos lo acompañe. El bloque que lidera Miguel Ángel Pichetto anticipó que lo rechazará.

Es preciso recordar, que el gobierno continúa trabajando y evitando el desafuero de la actual diputada de Cambiemos y ex intendenta de Resistencia, Aída Ayala, que tiene una orden de detención por lavado de dinero, corrupción, asociación ilícita en perjuicio del Estado con un embargo superior a los 200 millones de pesos.

El gobierno pretende “retomar la iniciativa política”, pero lo hace buscando en el pasado cuestiones ajenas a la política, pero que resultaron efectivas a los fines electorales. A dos años y medio de gestión, Cambiemos no ha logrado resultados satisfactorios y la oposición comienza a ganar las calles, en reclamos cada vez más multitudinarios.