19/05/2018

Análisis rionegrino

Afloró la interna en el partido del gobierno

Afloró la interna en el partido del gobierno | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Otra semana agitada afrontó el espacio gobernante, esta vez por un tema partidario pero que tocó a las máximas autoridades provinciales. Un legislador oficialista se fue del bloque. Horas después hubo cruces verbales fuertes, y hasta audios filtrados de conversaciones privadas aún más fuertes.

Hernán D´Andrea

[email protected]

 Y finalmente, como alguna vez habíamos anticipado, explotó la interna en el oficialismo rionegrino. La verdad es que era predecible que aconteciera, sobre todo porque tiene algunas similitudes con acontecimientos no tan lejanos en la historia de la provincia.

Hace algunos meses, cuando se disiparon las dudas ante una posible reforma constitucional y por ende quedó confirmada la imposibilidad de que el actual gobernador fuese por un nuevo período, dijimos que Alberto Weretilneck en primer término, y la cúpula de su partido luego, debían estar sumamente atentos al proceso de finalización de un mandato y mucho más si no hay sucesores naturales.

Indefectiblemente, cuando un gobernante se va alejando del poder y deja de tener “el manejo de la lapicera”, comienza un proceso de debilitamiento cuyas consecuencias, si nos son atendidas con rapidez e inteligencia, suelen ser muy complicadas.

Contamos en aquella oportunidad lo que nos pareció el ejemplo más cercano en el tiempo, que sin dudas sumados a otras cuestiones, provocó la caída de los gobiernos radicales en la provincia. El gobernador Miguel Saiz en 2010 ya sabía que no iba a tener posibilidades de ser reelecto al año siguiente, y el paso de los días sin un sucesor natural o formateado al efecto hizo que su poder se licuara inexorablemente.

Dejó hacer, dijo que los interesados debían salir a la cancha, se enojó su vicegobernador que quería ser el postulante, y comenzaron las disputas internas incluso en su propio gabinete. Los funcionarios, desde ministros para abajo, no tenían claro un horizonte y empezaron a tomar decisiones personales en búsqueda de resolver el tema. Todos se sintieron habilitados a batallar por sí solos, surgieron las divisiones dentro del gobierno y del partido, y todo terminó como se sabe.

Cuando el entonces mandatario provincial decide resolver el nombre del candidato, ya era demasiado tarde. Si bien se realizó una elección interna y hubo un ganador, quienes perdieron en esa instancia no solo no trabajaron para acompañar en la general, sino que lo hicieron, pero notoriamente en contra del hombre del partido que había superado el proceso.

Hoy Weretilneck está pasando por una situación similar, pero con un agravante, que es que su partido fue formado a partir de la confluencia de diferentes dirigentes y sectores de las más diversas procedencias partidarias con representación provincial, y que el origen de Juntos Somos Río Negro (JSRN) fue concebido desde el poder. Por lo que es obvio que las diferencias, y por qué no las “traiciones”, sean aún más profundas que lo que pasó con el radicalismo en 2011.

Estas y otras circunstancias hicieron que el oficialismo esté en una encrucijada complicada, tan o más importante que lo que fue la deserción electoral del año pasado.

Si bien el panorama se venía observando, y surgieron candidatos y sectores bastante opuestos en cuanto a los caminos a encarar, todo quedó más exteriorizado a partir de la renuncia del legislador Ricardo Arroyo, proveniente del justicialismo y que en los inicios de JSRN fuera uno de los dirigentes con mayor influencia sobre las decisiones del gobernador, a punto tal que fue de sus principales ministros y desde allí al bloque del oficialismo en la Legislatura provincial.

Si todo hubiera estado ordenado y el poder establecido, la circunstancia podría haberse superado. Pero quedó demostrado que la estructura está endeble y se generaron una serie de manifestaciones públicas de alto voltaje entre los máximos exponentes del partido gobernante. Primero Weretilneck solo dijo que “le deseamos suerte en su nuevo destino político, pero no es un tema para analizar”.

Pero pocas horas más tarde el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, encendió la mecha cuando dijo que la pata peronista en el partido “era apenas una alita con poca carne y mucha grasa”, a sabiendas de que, nada más y nada menos, el vicegobernador de la provincia y ya lanzado candidato a suceder a Weretilneck, Pedro Pesatti, es uno de los principales referentes del justicialismo en el gobierno.

Arroyo le quitó entidad política al ministro y señaló que “el único mérito que le veo a Di Giácomo es levantarse todos los días, ponerse las rodilleras e ir a atender al jefe”. De paso, también le pegó a otro hombre muy cercano al mandatario, el legislador Facundo López, de quien dijo que “junto” con Di Giácomo “la única función que cumplen es de alcahuetes”.

A su vez, Pesatti usó el sarcasmo para referirse al tema, al afirmar que “pensé que lo había dicho Martín Soria, porque el estilo es exactamente igual”.

Luego indicó que “a las personas hay que evaluarlas por las acciones” y ejemplificó, en tácita alusión al ministro, que “yo puedo decir que soy democrático, pero si actúo autoritariamente, chau democracia”.

De manera que lo que había aparecido como un simple alejamiento del bloque de JSRN de uno de sus integrantes por oponerse a la ley de adhesión al programa nacional que lleva el nombre de Participación Público-Privada (PPP) para la generación de obras en Río Negro, proyecto que quedó sancionado en la última sesión legislativa, terminó por plantear y/o transparentar no solo un serio conflicto interno, sino la dicotomía entre unos y otros, en cuanto a seguir siendo un partido estrictamente provincial con un candidato que defienda a rajatablas esos intereses y despotrique continuamente contra el gobierno nacional (Pesatti), o por el contrario pueda ubicarse en tal circunstancia a otro candidato (Palmieri, Valeri o Silva) para buscar la alternativa de aliarse al macrismo.

Ya sobre la mitad de la semana todo parecía sanar, aunque la herida seguía supurando. Fue así que llegó “subrepticiamente” a algunos medios de comunicación, y por supuesto a las redes sociales, un audio en donde el secretario de Gobierno de la provincia, Félix San Martín, segundo de Di Giácomo, se expresa con insultos y frases muy despectivas contra el vicegobernador Pesatti.

Los dichos fueron grabados por alguien de “adentro”, en lo que parece ser la sobremesa de una cena donde San Martín se despacha “a gusto y piacere” contra el vice, con palabras realmente muy groseras.

Ayer el presidente de la Legislatura, al ser consultado sobre el tema, dijo que “no tengo que dar explicaciones ni respuestas, yo no soy su jefe”, dijo en referencia elíptica al ministro de Gobierno. Y agregó “con el perro no pierdo el tiempo, trato de ver al dueño”, cuestionó.

Hay que recordar que este partido nació de un gabinete y un gobierno peronista, por lo que es dable suponer que sus dirigentes, funcionarios, afiliados y simpatizantes en su gran mayoría provienen de ese sector, por lo que no será sencillo llevarlos al camino del acuerdo con Cambiemos, y mucho menos con lo que está ocurriendo en estos días en el país.

En consecuencia, se presume que no son solamente Pesatti y Arroyo los que no acompañarían, por lo menos por ahora, un acuerdo con Cambiemos, y entonces la solución sería manejarse con sondeos y tratar de cerrar posiciones o ir a internas para dirimir el candidato, o bien alejarse del partido.

Si nos atenemos al ejemplo del 2010 en el radicalismo, la decisión fue ir a internas, pero las consecuencias resultaron ser las mismas, ya que los que perdieron se fueron a otro partido o, aun sin irse, trabajaron en contra del candidato del suyo.

Por el lado de los “aliancistas”, entre los que sobresalen, sin decirlo abiertamente, Facundo López y Di Giácomo, y por qué no el propio gobernador, el problema radica en encontrar al candidato, ya que el que tenía todas las fichas, Alejandro Palmieri, está prácticamente descartado por su propia decisión.

Lo que sigue es simplemente una especulación estrictamente periodística, tras un análisis de declaraciones públicas del círculo cercano al gobernador.

Hay convencimiento de que el eje de la fórmula debe ser Alto Valle y Bariloche o viceversa, por el peso electoral de los circuitos. Si esa fuera la decisión, la actual ministra Mónica Silva, que es del Valle Medio, queda descartada junto al “casi renunciado” Palmieri que era el “pollo” del Alto valle.

En Bariloche, Gennuso ha casi confirmado que irá por un nuevo período en el municipio, por lo cual la alternativa que emerge es la del actual ministro de Obras Públicas, Carlos Valeri, de quien Weretilneck dijo hace unas horas que “sería un orgullo que sea parte de la fórmula para la 2019”.

El pasado 3 de mayo, en el aniversario de la ciudad, el gobernador había entendido que Bariloche debería tener “un protagonismo central” en la dupla para 2019.

Algunos personajes del círculo cercano al mandatario están analizando tratar de evitar las internas, y amalgamar las posiciones cerrando una fórmula integrada por Valeri y Pesatti. Ambos son los mejor ubicados en sus respectivas ciudades según las encuestas.

Claro que en ese caso quedaría afuera todo el posible caudal electoral que pudiera sumar alguien del Alto Valle, como una forma de achicar diferencias con la postulación de Soria, justicialista e intendente de Roca.

Ahí es donde aparece la especulación cada vez más convincente de la realización de las PASO provinciales, que permiten una adecuación de las fórmulas para las generales. Si en las primarias abiertas triunfa el FpV, y se ubican en segundo y tercer lugar JSRN y Cambiemos, como se presume; estas dos últimas fuerzas políticas podrían cruzar o unificar la fórmula.

Siguiendo con la especulación, la idea es que Cambiemos integre como parte de su dúo de candidatos al actual intendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello, quien luego podría transformarse en el representante del Alto Valle para jugar juntos en las elecciones generales, y poder enfrentar con muchas más posibilidades a Martín Soria.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]