La fiscal Soledad Rangone insiste con que la joven Mariana de los Ángeles Mercado se suicidó colgándose en la casa de su pareja. Más allá de las sospechas de los familiares de la víctima, una de las conclusiones del informe del perito Enrique Prueguer es contundente: “la víctima nunca estuvo colgada”.

El camino judicial de la causa fue sinuoso y según el padre de Mariana, quienes en el Poder Judicial mostraban su asombro luego callaban.

El próximo 12 de agosto la justicia debe resolver una impugnación hecha por la familia.

 El 26 de enero del 2014 Mariana apareció sin vida en la casa de su pareja, José Rezuc, en Plottier. El lugar estaba desordenado. El cuerpo de Mariana yacía sobre unas bolsas y tanto la víctima como su pareja tenían lesiones. Particularmente Mariana, según concluye Prueguer, “presentaba lesiones en las uñas y en su cuello, lesiones de defensa”.

Prueguer además es categórico en afirmar “la víctima nunca estuvo colgada” y sostiene dicha afirmación en su informe con detalles sobre el fenómeno de lividez, caída de líquidos del cuerpo y lesiones. 

Otro dato que llamó mucho la atención a la familia de Mariana y al perito es la aparición en la escena de un cable perfectamente enrollado con el cual supuestamente se colgó de un tirante del techo.

El padre de Mariana, Luis Mercado, dijo, “pedimos hacer peritajes con el cable encontrado en el lugar. Se realizó una prueba con solo 25 Kg de peso, se marcó el  tirante y el cable se comenzó a desarmar. Mi hija pesaba 50 Kg  y el cable con el que supuestamente se ahorco estaba intacto y los tirantes sin marcas”. 

Al desorden del lugar en donde se encontró el cuerpo de Mariana, las lesiones de la víctima, los indicios señalados por el perito Prueguer, el cable enrollado e intacto con el que se habría colgado, hay que agregar los antecedentes de la pareja de Mariana.

Mercado agregó que hay dos denuncias contra Rezuc asentadas por violencia de género, una en la policía y otra en el hospital después de un ataque que sufrió su hija.

Hay que sumar un intercambio de chat de la víctima que poco tiempo antes mantuvo con una amiga en la que confiesa que su pareja la había amenazado con un “fierro” por lo que había hecho la denuncia correspondiente.

Los familiares suman el hecho que Mariana, con 23 años, había decidido terminar sus estudios secundarios y trabajar para criar a su pequeño hijo. No creen que con los proyectos que tenía en mente hubiera decidido suicidarse. Todos elementos suficientes para que la familia Mercado exija a la justicia que aclare las dudas y pueda explicar como murió Maru.