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Argentina
24/04/2018

El gobierno, en su peor momento de aceptación social

El gobierno, en su peor momento de aceptación social | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La distancia entre el relato oficialista y los hechos comienza a hacerse cada vez mayor. El gobierno enfrenta el peor mes desde su llegada al poder respecto a los índices de confianza. El descontento por el ajuste jubilatorio y el fenomenal aumento tarifario parecen ser la clave. Internas en Cambiemos y unión de la oposición.

Agustín Mozzoni *

El gobierno se siente incomprendido por la sociedad argentina y es por eso que lanzará una campaña “concientizadora” para lograr remover usos y costumbres de los consumidores, con el planteo de que si modifican sus quehaceres pagarán menos tarifas.

Aunque parezca fruto de una broma, el gobierno está trabajando en una campaña publicitaria para intentar que la población crea que las brutales tarifas que los argentinos pagan desde la llegada de Mauricio Macri al poder, es por el agua corriendo durante el cepillado de dientes, por la estufa en piloto, por la gotita perdiendo o por la luz al dormir.

Parece de cuento. El lema del gobierno es no abandonar su postura sin importar las marchas, los reclamos, las cacerolas y los reveses políticos que puede recibir y ya está comenzando a sufrir. Al Ejecutivo nacional parecieran no importarle los reclamos populares, e incluso con esta apuesta publicitaria muestra tener intenciones de declararle la guerra al sentido común de la sociedad.

Las medidas antisociales que Macri viene tomando desde el comienzo de su gestión lo enfrentan a su peor etapa. La distancia entre el relato y los hechos comienza a ser cada vez más ancha y el gobierno empieza a perder credibilidad, como lo señala una encuesta de la Consultora Poliarquía, publicada hace pocas horas por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella.

Allí se demuestra que el índice de confianza del gobierno (ICG) para el presente mes de abril es de 2,07 puntos, equivalente a 41,4%. Lo que representa, una abrupta caída respecto a la confianza que la gente le tenía en marzo de 2018 (2,32 puntos, 46,4 por ciento).

Según el estudio, "la significativa caída del índice refleja un contexto signado por la prominencia en la agenda de las subas de tarifas de servicios públicos, la percepción de que la pauta de inflación prevista por el Gobierno ya no podrá alcanzarse, y la discusión acerca de conflictos de intereses y/o inversiones cuestionables de importantes funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional".

Gráfico de ICG desde 11-2001 hasta 04-2018

En el estudio también se puede observar que el único momento donde la confianza hacia el gobierno macrista estuvo en ascenso fue durante el período de campaña de las elecciones intermedias. A partir del ajuste jubilatorio sancionado por la Cámara de Diputados en diciembre de 2017, Macri no ha parado de caer.

El mes de abril, según el estudio, "se trata del menor nivel registrado durante la administración de Mauricio Macri, algo por debajo del anterior piso de 2,24 puntos (44,8%) alcanzado en julio de 2017″.

El informe de la Escuela de Gobierno basado en la encuesta de Poliarquía, sostiene también que "todos los subíndices del ICG han caído respecto al mes anterior. Y detalla la caída de eficiencia en administración del gasto público (-19%), en la evaluación general del gobierno (-13%), en la percepción de preocupación sobre el interés general (-9%), honestidad de los funcionarios (-9%) y capacidad para resolver problemas (-7%), entre otros. 

Pero el problema de Macri no es sólo el creciente descontento social. Probablemente por sus reacciones ante ese descontento o por su dirección política, uno de los principales armadores político del actual gobierno, el actual presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, dejó trascender a la prensa sus intenciones de abandonar su cargo a fines del año que viene.

Los allegados al diputado han manifestado que tiene una cierta disconformidad con el viraje del manejo político de Cambiemos hacia los CEO’s, que se ha hecho evidente en alguna de las posturas del ex intendente de Carlos Tejedor.

Además de Monzó, otra aliada de Cambiemos, Elisa Carrió, manifestó en varias oportunidades su discrepancia con decisiones de la Casa Rosada en cuanto al tema de las tarifas, y en más de una oportunidad deslizó críticas a la gestión, aunque cumpliendo a rajatabla su postura de hacer política, más mediática que institucionalmente.

El radicalismo se posiciona incómodo, y ya varias críticas comienzan a hacerse públicas tanto por parte de dirigentes nacionales como de la provincia de Buenos Aires. En el marco de toda la problemática interna que enfrenta Cambiemos, las tarifas son el tema del momento.

En el día de hoy, la comisión de Energía de la Cámara Baja, presidida por el neuquino Darío Martínez; la de Obras Públicas, presidida por el justicialista pampeano Sergio Ziliotto; y la de Defensa del Consumidor, presidida por la massista Marcela Passo, tratarán temas referentes al ordenamiento tarifario.  

Las comisiones pretenden dictaminar los proyectos que buscan imponer un tope a la suba de las tarifas e incluso algunos que proponen retrotraer los valores a 2017, volviendo más difícil la tarea de evitar los temas por parte del oficialismo. Ziliotto, quien junto con los denominados “diputados de los gobernadores” ha sido un fiel aliado de Cambiemos, hoy tiene en carpeta el tema que más preocupa al gobierno, y el legislador parece decidido a avanzar.



(*) Lic. Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
29/07/2016

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