-?
Una de las medidas más progresistas emprendidas por el gobierno kirchnerista fue terminar con el sistema de capitalización individual del sistema previsional y volver al sistema de reparto. De ese modo retuvo la participación accionaria del Estado en empresas privadas de primera línea con dividendos que sirven al día de hoy para solventar el pago de los haberes a más de 6.5 millones de jubilados.
En el camino de esa revolucionaria medida quedó un cuadro del FPV de enorme valor: Amado Boudou, que tuvo la original idea de retrotraer fondos públicos usufructuados por el sector financiero, a la administración de la Anses. Fue, por esa razón, víctima hasta el día de hoy de una carnicería mediática y judicial que arrasó con su promisoria carrera política.
Hoy, como no podía ser de otra modo, Macri ataca aquella medida con un galimatías parlamentario que enviara al Congreso, donde se juntan y se cruzan en un solo texto varias leyes (blanqueo, incremento de la edad jubilatoria, venta de las acciones aludidas y liquidación del Fondo de Solidaridad Previsional), en una especie de “Caballo de Troya” tal como lo bautizara con ajustada propiedad Cristina Fernández de Kirchner.
La zanahoria seductora es el pago parcial de la deuda previsional de aquellos jubilados que se vieron en la necesidad de hacer juicio a la Anses por el pago de sus haberes mal liquidados. Bien dicen que el camino del infierno está sembrado de buenas intenciones y yo agregaría, y de medias verdades. Porque si esa loable finalidad implica liquidar las fuentes financieras con que se abastece el sistema jubilatorio de reparto, de lo que hablamos es de poner en serio riesgo la viabilidad de todo el sistema con el pretexto loable de pagar los juicios mencionados. Hay algo grave que se oculta, o dicho de otro modo, buenas intenciones que nos llevarán al infierno.
Allí estaremos a un paso del descrédito del sistema de reparto y de volver al cuento de hadas de las AFJP. Allí la sociedad volverá a ser la crédula Caperucita Roja y los bancos y el sistema financiero internacional los lobos que la devorarán. A no ser que el leñador bondadoso junto a otros campesinos del bosque salgan a rescatar a la incauta Caperucita y la despojen de las ávidas garras de los lobos.
Si esa retrógrada norma legal, que además servirá para que quienes delinquieron contra la leyes impositivas de la Nación salven su pellejo, su honra moral, y por si esto fuera poco por muy pocas monedas se queden con la totalidad del capital, menos una mísera parte a manera de penalidad, el negocio que está dentro del Caballo de Troya cierra con la perfección con que cierra el seguro broche de una alhaja.
El pueblo se debe defender oponiéndose a esta medida que enajena recursos que no son del Estado y mucho menos del señor Macri. Esos cuantiosos recursos son de los trabajadores que han ahorrado durante toda su vida laboral activa para que en su vejez, cuando ya no pueden competir en el mercado del trabajo, les sirvan para preservar cierta dignidad en los últimos años de su vida activa.
A esa plata apuntan los piratas de este capitalismo salvaje al que quiere exponernos la gestión macrista. La única defensa del pueblo está en su presencia en la calle, en las grandes convocatorias, en las hermanadas luchas por defender sus derechos ante los que hoy los quieren despojar.
Que aparezca la garra del leñador del cuento y sus amigos, y que desgarren, de una buena vez, las fauces de los lobos.
Va con firma | 2016 | Todos los derechos reservados
Director: Héctor Mauriño |
Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite