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29/07/2017

Consideraciones sobre la lluvia y la crisis

Consideraciones sobre la lluvia y la crisis | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El 30 de marzo FM Capital, la radio municipal neuquina, levantó el ciclo “Ciudad Líquida”, conducido por Pablo Biondi. Lejos de naturalizarlo, el comunicador reclamó ante la justicia que se restablezca su derecho a expresión, y denuncia que hubo censura por algunos de sus dichos sobre la crisis económica.

Fernando Barraza

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El preámbulo de esta nota abre con un testimonio, el de la persona que acusa a un medio de comunicación público neuquino de haber ejercido censura directa sobre él: “siempre estuvo latente el hecho de que nos podíamos llegar a quedar sin espacio en la radio. Desde el comienzo de este año -dice con tranquilidad y mucha seriedad- los que tuvimos esta sensación adoptamos distintos caminos. Un par decidieron irse por sus propios medios, Romina, por ejemplo, de la Asociación Barriletes en Bandada, que era un programa que también tenía un contenido social fuerte, y luego un chico que tenía un programa de blues. Bueno, los que se suponía que estábamos en la cuerda floja decidimos qué hacer, ellos se fueron solos, yo elegí seguir, pero… no pude”

Aquí comienza la historia del abrupto final del programa radiofónico “Ciudad Líquida”, emitido durante siete años por FM Capital y levantado del aire el 30 de marzo de este año.

Jurisprudencia

Sin cobertura mediática despampanante, ni grandes movilizaciones sociales al respecto, Neuquén está por vivir, en el transcurso de este año judicial, la resolución de un caso que puede llegar a sentar jurisprudencia no solo en la provincia sino en el país entero.

Las partes son dos y claras: por un lado está Pablo Biondi, profesor y comunicador neuquino, con más de veinticinco años de trayectoria al aire, y por el otro está el Estado Municipal de la Ciudad de Neuquén. El primero acusa al segundo de haber violado la ley nacional 23592 que versa sobre el ejercicio de derechos y garantías constitucionales regulando las medidas contra actos discriminatorios. Si la denuncia de Biondi prospera y la justicia falla a su favor, la provincia tendrá un histórico primer caso testigo en el que un medio público que ha ejercido censura directa sobre uno de sus trabajadores, luego tenga que dar marcha atrás y restablecer el derecho al aire del programa radiofónico vulnerado en su derecho a expresión.

Marcha atrás en un acto de censura. Para los tiempos que corren, una idea fuerza que entusiasma.

Llueve sobre mojado

“Empecé a tener reuniones en el mes de febrero y enseguida tuve aclaraciones del tipo ‘ojo que este es un año político, tené cuidado’ -cuenta Pablo Biondi- todas realizadas en un tono semi jocoso, pero… Luego comencé la temporada 2017 del programa, el 2 de marzo, y el 30 hice el último programa”.

Esta historia de censura comenzó ese mismo 30 de marzo, cuando la ciudad de Neuquén se preparaba para recibir una tormenta que nunca se desató y que pasó de largo, un posible diluvio anunciado con un alerta meteorológico que ocasionó que muchos comercios del bajo neuquino cerraran sus puertas con trapos, bolsas y otras contenciones pluviales caseras antes del anochecer, previniendo posibles inundaciones que estropeen miles y miles de pesos en mercadería: “Yo tengo mucha actividad sobre la calle Perito Moreno, ahí viven mis viejos, ahí doy clases en una escuela, ese día había un alerta meteorológico y viste que esos alertas generan una reacción importante en la gente; así que me puse a relatar al aire como lo vi. Yo estaba fumándome un pucho en la vereda de la escuela, en un recreo, y miraba cómo los negocios iban cerrando. Ese fue el relato que hice, pero lo cerré diciendo que en realidad la situación de la calle Perito Moreno estuvo mucho más agravada en los últimos tiempos por la situación económica que por la lluvia, es decir: que la situación económica cerraba más negocios que la lluvia”.

El comentario de Biondi al aire generó una seguidilla de llamados inmediatos que preguntaron una y solo una cosa: ¿quién estaba al aire diciendo eso? Una vez satisfecha la curiosidad, los llamantes cortaban la comunicación, sin interés alguno en apoyar lo dicho por Biondi o dar debate al respecto. “¡Nosotros pensamos que teníamos un pico de audiencia!” bromea Biondi ahora, pero supo desde un primer momento que aquellos llamados muy probablemente provenían de lo que él mismo denomina como “el séquito de alcahuetes que la radio municipal tiene y tendrá”.

Algunas prácticas naturalizadas

Quienes trabajamos en medios, públicos o privados, sabemos que estas prácticas son habituales cuando al aire se está expresando algo que choca con los intereses ideológicos o comerciales de un medio. Cuando se trata de un medio privado, el tema es cuestionable y puede estar sujeto a interpretaciones complejas y enrevesadas, mas el ejercicio de estos actos de amedrentamiento desde un medio público traen de sí sonoras tormentas oscuras, como la que aquí estamos contando.

Veinte horas después de haber hecho ese programa, en un asado del Sindicato de Prensa -y no en un sitio formal y a través de una comunicación formal- Eduardo Benjamín, el director de la radio municipal, notificó a Biondi que “los de arriba” no habían autorizado la grilla de ese año y que su programa se levantaba, siendo el del día anterior su último programa al aire de FM Capital.

Sorprendido por la decisión, Pablo fue exigiendo con el transcurso de los días explicaciones más serias, notificadas por escrito. Inútil fue el esfuerzo ya que ni el director de la radio ni el coordinador de la Unidad de Gestión de Prensa y Comunicación del municipio, José Luis Pacheco, fueron capaces de notificarle con argumentos muchos más sólidos la decisión tomada.

La grilla como excusa

“Estamos arrancando con una grilla y una programación nueva y así se le notificó a Biondi: hay una reestructuración de la programación”, dijo José Luis Pacheco al diario “Río Negro” en la única declaración que brindó al respecto en los medios. En esa nota -brindada el 13 de abril de este año- Pacheco también blanquea un vacío legal que la propia emisora tiene con los espacios cedidos al reconocer que “Biondi no tiene contrato con el municipio, sino que (el suyo) era un programa que se le cedía el espacio para que él hiciera su programa”.

Si los términos esgrimidos para el levantamiento de “Ciudad Líquida” son razones de grilla, la desprolijidad es notable, ya que Pablo había comenzado su séptima temporada al aire, irradiándose su audición nueve veces durante marzo y – en la sumatoria de las advertencias de “cuidarse” en lo que decía, su comentario “de tarde lluviosa” y los llamados misteriosos posteriores- es levantado de la programación de la radio pública municipal para siempre.

En cadenas televisivas privadas es habitual que razones de escasa medición de rating ocasionen que un programa sea levantado tras unas pocas emisiones, la vorágine comercial de la tele es así de demandante e ingrata; pero en radio –ni en la privada y mucho menos pública- un ciclo se levanta una vez comenzada una nueva temporada anual. Este cronista hizo varios intentos por comunicarse con Pacheco para dar a conocer sus argumentos, pero no obtuvo respuesta de su parte.

Todos estos argumentos relacionados con una supuesta renovación integral de la grilla de la emisora son discutibles en tanto solo quedó fuera del aire “Ciudad Líquida”, y también porque el reemplazo del programa de Biondi son (ni más ni menos que) dos programas “enlatados”.

El hilado fino que hay que efectuar sobre la decisión repentina de levantar este programa es necesario. Estos son años en los que el gobierno nacional ha purgado de voces disidentes los medios públicos y ha desinvertido notablemente en producción periodística, comunicacional y audiovisual, achatando contenidos en sus medios públicos hasta -por ejemplo- hacer descender a la AM de Radio Nacional desde el cuarto puesto en encendido que tuvo en el prime time de la tarde durante 2014/2015, al actual puesto número 14. Si tenemos en cuenta que el gobierno municipal neuquino entronca muchas de sus acciones en el mismo sentido que Nación, no sorprende que -tras la purga ideológica en Radio Nacional Neuquén, de la que ni provincia ni municipio dijeron ni una sola palabra- el único programa donde eventualmente se escuchara una voz no oficialista de la radio municipal sea levantado.

En manos de la justicia

Lejos de entender que esto que le había sucedido era algo “que puede pasar”, Pablo Biondi se fue al Juzgado Civil, Comercial y de Minería N°2 de Neuquén y presentó una acción de amparo que solicita que “se obligue a la Municipalidad de Neuquén a dejar sin efecto el obrar discriminatorio contra Pablo Daniel Biondi y toda la comunidad” conforme lo prescribe el artículo 1 de la Ley 23592, exigiendo también que “se ponga nuevamente al aire, en las mismas condiciones previas al acto discriminatorio, el programa Ciudad Líquida”.

Durante la primera audiencia pública de conciliación, los representantes del municipio siguieron la línea de argumentación vinculada al cambio efectuado en la grilla de programación. Tanto Pacheco como Benjamín mencionaron razones tales como que “el programa llevaba mucho tiempo al aire”, que había sido “puesto por Farizano”, que “era hora de que sonaran otras voces”, sin terminar de explicar cómo es que se legitima el levantamiento de “Ciudad Líquida” por un supuesto cansancio de trayectoria, siendo que el reemplazo son dos programas enlatados que reproducen voces de otros trabajadores de la radio que ya están haciendo aire desde hace varios años.

Por lo demás, el municipio de Neuquén se niega a asumir que tiene algo que probar en materia de un posible acto de censura. Teniendo todos los medios probatorios a su disposición, los responsables de FM Capital llegaron a la audiencia sin la grabación del último programa de Biondi, solicitada por el demandante. Ni siquiera alegaron no poseerla. Al ser mencionada por el representante legal de Biondi, Pacheco simplemente señaló: “No, no la pedí, ¿para qué?”

Voces

Si entendemos que durante los primeros meses de este año -como en años anteriores- la mismísima directora de Programación llamó a Biondi para incluir “Ciudad Líquida” en la programación 2017, lo convocó para que comience en el horario habitual y le entregó el proyecto de contrato, y a esto le sumamos que Pablo Biondi es un comunicador social con vocación y vasta trayectoria, que durante siete años realizó este magazine cultural con opinión política y colaboró desde la creación de la FM municipal en otros aspectos relacionados con la producción radiofónica de la emisora, como la organización y producción de eventos musicales, las grabaciones de publicidad institucional, separadores y artística radial, poco puede entenderse como es que -tras una serie de advertencias verbales sobre lo que tiene o no tiene que decir y un simple comentario pertinente pero “incomodo”- su programa sea barrido de la grilla de un solo soplido.

La Convención Americana de Derechos Humanos, en su artículo 13 consagra la libertad de pensamiento y expresión. En su faz colectiva -el derecho a la información- tiene por objeto proteger el debate público con la expresión de los distintos sectores y pensamientos de la sociedad. Esta es la motivación principal que Biondi ha manifestado formalmente frente a la justicia para defender su caso.

Fantaseando sobre el futuro, dice que si le restituyen su espacio, va a abrir su programa con un editorial sobre “las palabras, lo que dicen cuando dicen”. También dice que va hablar de lo “seco” que está, que ni siquiera puede ir a ver a Jean Michel Jarré o a U2, siendo lo fanático que es de ambas formaciones.

Pablo Biondi termina la entrevista con una sonrisa melancólica. Entiende que la causa que defiende es emblemática, que de aquí puede salir jurisprudencia que sirva a otras personas o colectivos de trabajo comunicacionales en situaciones similares a las suya. Si se le pregunta qué piensa, si cree que su programa volverá al aire, se encoge de hombros, cierra los ojos, amplía la sonrisa y remata con un sonoro “y síííí”.

El tiempo, y los actores de la justicia neuquina a cargo, dirán si su optimismo es realista.  

29/07/2016

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