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Columnistas
08/06/2016

Un fenómeno cultural

El carácter femenino del proteccionismo

El carácter femenino del proteccionismo | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

En muchas mujeres, se desarrolla con intensidad una empatía hacía las restantes especies animales que se convierte en una suerte de proteccionismo de los más desamparados.

Miria Baschini *

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En estos días en que reclamamos para que se haga realidad el “Ni una menos”, se conocen cientos, miles de historias de femicidios, maltratos, abusos y violaciones, hacia niñas y mujeres de todas las edades y situaciones sociales. El abuso de poder que deriva en las más angustiantes situaciones de maltrato y muerte recorre toda la extensión de nuestra patria, y sin duda, conforma un patrón común en buena parte del planeta.

La base cultural del espacio en el cual se nace y se crece impone para las mujeres algunas normativas, variables según las épocas, en cuanto a lo que se espera de ellas en relación a su conducta, su estética o su comportamiento social. A su vez las diferencias biológicas y fisiológicas naturales entre hombres y mujeres (que resultan mucho menores que sus similitudes) parecen otorgarle a la población femenina de nuestra especie algunos atributos destacados en cuanto a su tolerancia, modo de procesamiento de la información y desarrollo de la empatía.

En el campo de la elevada empatía (como participación afectiva de una persona en una realidad ajena a si misma) se desarrolla con gran intensidad en muchas representantes del género femenino, la empatía hacía los integrantes de la comunidad de las restantes especies animales que nos acompañan. Y así, el proteccionismo de los más desamparados, llega a convertirse en una tarea donde casi en su totalidad, sin desconocer la escasa y honorable proporción de hombres que contribuyen en la misma, es llevada a cabo por mujeres.

Estas “proteccionistas” pasan buena parte de su tiempo llevando a cabo una silenciosa e interminable tarea de rescates de cachorros abandonados, perras y gatas preñadas y expulsadas de los espacios públicos y privados, animales de compañía ancianos, dejados a su suerte porque ya perdieron el encanto de su juventud. Estas mujeres desarrollan acciones, que superan largamente lo que puedan decir las palabras, y se ocupan de un tema que es una problemática de toda la sociedad, aún cuando esta misma sociedad no quiera verlo. Los municipios a veces contribuyen con castraciones y desparasitaciones gratuitas, pero aún así, el trabajo que hace este grupo de mujeres, que pone su tiempo, su dinero y toda su energía en esta clase de tareas supera con creces lo que desde los espacios oficiales se realiza.

Muchas veces a causa de estas mismas acciones buena parte de la sociedad critica a estas mujeres, con argumentos tales como ¿por qué no se ocupan de ayudar a las personas que lo necesitan?, argumentos que generalmente proceden de quienes no ayudan a nadie, y que no tienen impedimento alguno para dedicar parte de su tiempo a esta clase de actividades.

La empatía, esa capacidad de involucrarse con el sentir del otro, especialmente cuando se trata de modos de sufrimiento, y la acción que sigue, en el intento de disminuirlo, forman parte de la esencia femenina en ese universo que intenta acabar con el desamparo y abandono de la sociedad hacia las especies no humanas que también forman parte de nuestros hogares.

Cada vez aparecen más hombres que se suman a esta tarea, inmensa, desgastante, necesaria, de cuidar a los seres más indefensos, aún cuando no pertenezcan a la especie humana, pero sigue siendo mayoría absoluta el trabajo de las mujeres en este campo.

Sería un salto evolutivo favorable que como especie nos impregnáramos de una mayor dosis de empatía, llegando a convertir en innecesario el trabajo del proteccionismo animal. El día en que eso suceda, sin lugar a dudas para quien escribe estas líneas, también será innecesario pedir que se acaben los femicidios, porque en lugar de prevalecer el poder y la violencia, el amor y la empatía habrán ganado la batalla.



(*) Profesora de la UNC, doctora en Química
29/07/2016

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