Columnistas
04/06/2016

Panorama legislativo

El carro y los melones

El carro y los melones | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

A la Legislatura, como resultado de las últimas elecciones generales, llegaron diez bloques. A poco de andar se dividieron en catorce. La práctica legislativa, sin embargo, nos permite diferenciar entre tres y cuatro espacios.

Carlos Marcel *

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El Movimiento Popular Neuquino ganó el año pasado unas elecciones atípicas, con el porcentaje más bajo de su historia y también con la diferencia más chica con respecto al segundo, el Frente Para la Victoria.

Diez fuerzas o alianzas políticas obtuvieron representación parlamentaria y el oficialismo, con doce diputados propios, obtuvo una magra cosecha con la que no consigue mayoría ni obtiene quórum propio ni siquiera con los aliados electorales, que sumaron tres diputados más.

Sin embargo, la dispersión y diversidad del resto de las fuerzas políticas impidió una posición única y un proyecto común, ya sea desde el tratamiento legislativo y el funcionamiento de la Cámara, hasta las cuestiones de fondo.

Apenas unos días después de conformadas las comisiones tras una interpretación cuanto menos particular del reglamento, esos diez bloques se transformaron en catorce, por divisiones internas en el FPV, el frente Cambiemos y la alianza del Frente de Izquierda.

Pero esas divisiones, explicadas las más de las veces en diferencias administrativas y contractuales (los bloques unipersonales obtienen más recursos comparativos), en la práctica se diluyen y reencuentran a los protagonistas en discusiones que los pone espalda con espalda, frente a sus adversarios ideológicos.

La agenda nacional ha dominado buena parte de las deliberaciones legislativas, en las que se discutieron (o intentaron discutir) apoyos y críticas a la frenética lluvia de decretos firmados por el presidente Macri, que modificaron el diseño del Estado argentino.

Esas discusiones encontraron afinidades que forjaron una inesperada relación de empatía entre los diputados del MPN, sus aliados electorales y los representantes de Cambiemos, sobre todo los legisladores del Pro, NCN y UCR.

El “paraguas” provincial con el que sueñan Horacio Quiroga y Ramón Rioseco se llena de agujeros cuando los temas nacionales dominan la vida cotidiana de la política. Ni uno ni otro tienen mayor influencia sobre sus legisladores luego que estos se enfrentan en duras discusiones que agrandan la “grieta”.

Como consecuencia, con un MPN muy próximo al gobierno nacional, los legisladores de Cambiemos deben realizar un gran esfuerzo en busca de su propia identidad. Llegan, en ese intento, a ser “más macristas que Macri” (lo del Papa, en virtud de las públicas diferencias, queda extemporáneo en esta comparación).

Esta suerte de interbloque, cuenta con siete legisladores, si es que se anota dentro de él a Gabriel “Tom” Romero, aunque su conducta es lo suficientemente irregular como para encasillarlo en algún lugar.

Los tres aliados electorales del Movimiento Popular Neuquino suelen acompañar todas las iniciativas del oficialismo. Sólo muestran algunos matices en las discusiones nacionales.

En ellas, el representante del Massismo, Carlos Sánchez, también busca su identidad, que deberá ampliar necesariamente. Es lógico que busque puntos de encuentro con Romero y que pretenda “agrandar la hacienda”, aunque ese escenario sea aún lejano.

El resto, once diputados y diputadas, tienen orígenes y pensamientos diversos pero se ubican desde el centro hacia la izquierda del pensamiento político.

Pertenecen a la izquierda a través del Partido Obrero y el Partido de los Trabajadores Socialistas; al Frente para la Victoria que integran el Partido Justicialista, el Frente Grande y Nuevo Encuentro; a la alianza entre el partido de Rioseco y Unión de los Neuquinos y al Movimiento Libres del Sur.

Están juntos en muchas de las discusiones provinciales y las más de las veces suman los cinco votos que tienen en las comisiones, que no alcanzan para llevar proyectos al recinto con posibilidades de triunfo.

Las discusiones en la Legislatura dejan al desnudo los verdaderos pensamientos de las fuerzas políticas de la provincia y tornan a las alianzas electorales en envases publicitarios, ubicados en los escaparates del supermercado de las elecciones, pero que se desarman apenas se abren para ser consumidos.



(*) Conductor del programa “La Palangana” de FM Mix.
29/07/2016

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