Columnistas
30/05/2017

Y Cristina va…

Y Cristina va…  | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Un triunfo de Cristina se supone que frenaría o moderaría el conflicto de intereses de la banda gobernante y el despojo de los derechos sociales, y daría firmeza a la política de Derechos Humanos.

Osvaldo Pellin

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Superando múltiples canalladas del gobierno de Cambiemos, pareciera que Cristina finalmente se presentará como candidata en las próximas elecciones.

Desde diferentes fuentes de información se sostiene que la ex presidenta cuenta, en las encuestas preelectorales, con preferencias manifiestas a su favor.

Cabe valorar la decisión que la convierte, por si hubiese habido alguna duda, en una verdaderafighter política, resistente a la difamación y expuesta a las operaciones más agraviantes pergeñadas, en este caso, con el respaldo de un sector del Poder Judicial.

Deliberadamente en diciembre de 2015 se autoexcluyó de ser elegida para cargos con fueros que hubiesen podido protegerla de los ataques que recibió, renunciando, entonces, a ser candidata al Parlamento.

Eso también habla de una mujer con coraje, pues no dudaba que de perder esa elección se avecinaba una ola revanchista contra su persona absolutamente hostil y amañada por los poderes fácticos, como finalmente ocurrió. Se vendría una ola antiperonista tan recalcitrante como la vivida en 1955.

Gran parte de la sociedad argentina vive con angustia la gestión de Cambiemos porque la economía no da respuesta, la clase pasiva  advierte la impunidad con que se apoderan de los fondos de garantía previsional, para pagar intereses de la cuantiosa deuda que han contraído, las pymes se derrumban lo mismo que la industria nacional. La gente aspira, entonces, a que un retorno a la época dorada del kirchnerismo frene este despojo gratuito de la gestión Cambiemos.

Los problemas que se le presentarán no serán fáciles, sobre todo el ya mencionado re endeudamiento dispuesto por Macri, pero Cristina demostró durante su gestión en especial durante el debate por la Resolución 125 que tiene aguante y carácter para mantenerse firme y no perder la iniciativa.

Además hay que saber que ella no será la presidenta aunque gane la elección. Será senadora o diputada. Desde los cuerpos colegiados se puede avanzar pero con lentitud y solo si las mayorías parlamentarias la acompañan en el perfil opositor que vaya a encarnar, el que podrá instalarse con el criterio de unidad del campo popular reiteradamente señalado como una condición indispensable para el éxito electoral en el 2019.

En realidad esta presentación va en busca de un alivio a la hegemonía de Macri y el ajuste y es una apuesta esperanzada de derrotarlo en octubre próximo, peldaño previo a la disputa por la presidencia de la República en el 2019.

En este momento su presencia, no se puede afirmar que asegura el triunfo de octubre pero la impresión que provoca en estos momentos se aproxima a esa realidad. Un triunfo de Cristina se supone que frenaría o moderaría el robo de la banda gobernante y el despojo de los derechos sociales, y daría firmeza a la política de Derechos Humanos que iniciara Alfonsí y que siguieran con determinación el kirchnerismo y el pueblo argentino, que salió a la calle masivamente a repudiar el escandaloso 2x1 de la Corte bajo el lema “ningún genocida libre”.

Y Cristina va… a encontrarse con su destino de líder político, un sino que no tiene alternativas para vivir la gloria, pero donde no estará exenta de las afrentas y los agravios.

Sin embargo, Cristina va, porque cuenta con las dotes necesarias que ya la han colocado en la historia grande del pueblo argentino.

29/07/2016

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