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09/05/2017

No saludaba, se ahogaba

No saludaba, se ahogaba | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El autor plantea que en el presente “quienes emiten mensajes políticos son creíbles o desacreditados, no en función de un esfuerzo de argumentación sino por un posicionamiento. Analiza que “la comunicación ultra macrista, progresivamente va a confundir un ‘saludo’ con cualquier otra cosa”.

Javier Elizondo *

 

“Not Waving but Drowning”

Nadie escuchó, al hombre muerto

desde el fondo se lamentaba:

-Fui más lejos de lo que pensaban,

y no saludaba, me ahogaba.

 

“Pobre tipo, era un bromista nato,

y ahora está muerto desde hace rato.”

“El agua estaba helada”, comentaron,

“debió de sufrir un infarto.”


-¡No, no, no! Pasé frío desde la infancia,

toda mi vida guardé las distancias

(desde el fondo el finado se lamentaba).

Y no saludaba, me ahogaba.

Stevie Smith (1953)

Florence Margaret "Stevie" Smith, era una poeta inglesa del siglo XX. Su escritura recurrentemente poseía trazos sobre los lados oscuros de la existencia, debido a su persistente depresión. El reconocimiento a su obra, llega como a muchos autores, después de la muerte justamente a ella que intentaba incluso someter a ambos (vida y muerte) al humor.

Not waving but drowning, es la historia de una persona que a pesar de estar muriéndose los amigos creen que está fingiendo, aún junto al cuerpo. 

Hoy en día, la escenificación política de nuestro país deja a los ciudadanos sólo como público. Quienes emiten mensajes políticos son creíbles o desacreditados, no en función de un esfuerzo de argumentación sino por un posicionamiento. El "público" que bien podría tomar el rol de ciudadano, sólo se permite el ejercicio crítico de lo que cree incorrecto sin indagar demasiado si existe fundamento o no.

Hasta aquí, no existiría mayor inconveniente respecto a que cada posicionamiento en definitiva en el mejor de los casos, se refiera a modelos de país. El conflicto aparece cuando en una movilización como la del primero de abril, el gobierno nacional decide profundizar el ultra macrismo con una comunicación completa de lugares comunes y prejuicios. Es posible, que semejante decisión con un contexto económico y social adverso sea tomada como un mecanismo de fidelización del voto oficialista, ahora bien de la misma manera transforma a todo el resto del "público" en "oposición" sustituyéndose ambas palabras sin distinción.

Ya con la decisión de la Corte Suprema de igualar los delitos de lesa humanidad con delitos comunes, el ultra macrismo se encierra en su propia lógica. Si en campaña la estrategia era inclusiva, ya en el ejercicio del gobierno se opta sólo lo propio. Incluso, ya desde lo más alto del poder judicial se ofrece un nuevo "relato" contradictorio con la jurisprudencia que permitió retomar los juicios a partir del 2003. 

Si alguien creyera en la sustitución de importaciones; la industrialización del país; el aporte de sectores científicos; la educación y salud pública; el desarrollo equitativo e inclusivo; un sistema tributario progresivo; el desarrollo de la industria cultural; o los juicios de lesa humanidad; ese alguien no es necesariamente kirchnerista.

La comunicación ultra macrista, progresivamente va a confundir un "saludo" con cualquier otra cosa. ¿Saluda o se ahoga?



(*) Sociólogo, docente, consultor y asesor de la Cámara de Diputados de la Nación.
29/07/2016

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