Evidentemente la salida de Rubén López y los buenos resultados de las reuniones que funcionarios gubernamentales mantuvieron en la difusión del plan de obras de infraestructura, más la firma de los acuerdos salariales con los estatales, judiciales y docentes, le proporcionaron una cuota de aire fresco a la gestión que comanda Alberto Weretilneck.

Sin bien se trata de dos situaciones totalmente disímiles, las dos primeras inciden directamente en el accionar presente y futuro de la gestión de gobierno y en el camino a las elecciones de medio término a desarrollarse en octubre.

En el inicio de la semana el legislador de Juntos Somos Río Negro, Rubén López, presentó la renuncia a su banca en la Legislatura rionegrina, que fue aceptada inmediatamente por el vicegobernador Pesatti.

Ahora solo falta la correspondiente oficialización del cuerpo legislativo y asume su reemplazante que es María Liliana Gemignani, una mujer de las Grutas, acérrima defensora de la hasta ahora frustrada municipalización del balneario y que ya había ocupado una banca en el periodo anterior.

López había pedido previamente una licencia, que le fue otorgada, pero el martes la cosa no dio para más y envió la nota con la renuncia indeclinable. Ese mismo día el también titular del Sindicato de Obreros de la Fruta, recibía la notificación de un segundo procesamiento por otro caso de abuso sexual.

En la misiva dirigida al gobernador y al vice, López manifiesta que se trata de una campaña en su contra originada en los distintos sectores de poder que “gustan golpear desde la oscuridad escondiéndose en el anonimato, que se encarnizaron conmigo por defender los derechos de los trabajadores” y planteó que buscará su vindicación.

Hay otros temas que involucran al ex legislador y golpean al gobierno de Weretilneck, que ante la gravedad de las denuncias por abuso sexual, pasaron un poco más desapercibidos, y que hacen referencia a millonarias transferencias de recursos oficiales a favor del gremio de la fruta que superan los 20 millones de pesos.

A principios de marzo el titular de la CGT y del gremio de los camioneros, Rubén Belich acérrimo enemigo de López, afirmó que “iba a romper la legislatura si el único gremio que recibía subsidios era el de la Fruta”. Nadie le contestó al menos públicamente y tampoco nadie rompió nada.

Sobre el otro tema que involucra a López, el hombre de la CGT también se había expresado manifestando que “acá hay una demora en la Justicia, estamos muy calientes, estamos esperando que se resuelva rápido” y apuntando a Weretilneck había dicho que “si no pasa nada, vamos a tener que ir contra el gobernador, porque el gobernador es parte de esto, de lo que pasó. Y estoy caliente por el dinero que le ha dado a este personaje”.

Si bien no se puede decir que el tema esté resuelto ni mucho menos, al menos en lo estrictamente político, se ha superado una instancia.

El gobernador dijo tras conocerse la formalidad del pedido de renuncia que “nosotros habíamos manifestado que íbamos a esperar la investigación judicial, y en la medida que arroje algún tipo de resultados, íbamos a ir evaluando lo que la justicia resolviera y a partir de ahí tomar las distintas acciones”.

Subrayó que “decidido el procesamiento, esto deja de ser una denuncia para transformarse en una prueba del hecho”, afirmó Weretilneck, y por último destacó que “el legislador tuvo el gesto hacia Juntos Somos Río Negro de presentar su renuncia”.

Desde la oposición el legislador sorista Nicolás Rochas dijo que “la sociedad entera” reclamaba la renuncia de López y apuntó contra el gobernador entendiendo que “el partido le tenía que haber pedido la banca, y en cambio se lo encubrió”.

Este caso y el de la muerte del policía de Bariloche fueron indudablemente los que más golpearon la gestión de gobierno de Weretilneck, sin embargo las consecuencias deberán ser cotejadas con el tiempo.

El otro tema de la semana son las acciones, por ahora positivas, que encaró el gobierno en una adecuada difusión, al menos para sus propios intereses, de las posibilidades que en cada ciudad y cada pueblo abre el Plan Castello.

Los principales referentes del gobierno y de Juntos Somos Río Negro comenzaron a desplegar reuniones con intendentes, legisladores, concejales, instituciones intermedias, del comercio, la industria y la producción, organizaciones gremiales, colegios profesionales etc., para argumentar a favor del promocionado plan, lo que parece estar logrando los resultados esperados.

La primera necesidad del gobierno es lograr el voto de los dos tercios de la legislatura para que se apruebe el endeudamiento que supone el desarrollo del plan, para lo que le faltan o (¿faltaban?) los votos del bloque del Frente para la Victoria.

Lo que parecía iba a ser una lucha sin cuartel, parece haberse disipado un poco, por lo menos a partir de algunas declaraciones desde el sector opositor al gobierno conocidas en las últimas horas.

Por el contrario ahora la pelota parece que está en el campo de quienes se oponían a la aceptación del proyecto que incluso amenazaron con aplicar sanciones a quienes no cumplieran con ese compromiso establecido en el acta firmada en la reunión del consejo partidario que preside Martín Soria que tuvo lugar en enero en Las Grutas.

El intendente de General Roca y presidente del PJ rionegrino pasó de afirmar que el plan era “un disparate similar al cuento chino de Saiz”, que era lo mismo que pasó con los fondos petroleros donde se despilfarró plata y no hubo obras, que era “hipotecar el futuro de nuestros hijos y nietos”; a decir que “hoy como está, al proyecto le falta mucho diálogo”, y enfatizó que desde el “inicio” del debate “fuimos cautelosos y pedimos transparencia” y argumento que “nunca dijimos que no, pero tampoco dar un cheque en blanco”.

Incluso, según afirmó el legislador Ariel Rivero, en la reunión de autoridades y referentes políticos del Frente para la Victoria, Soria les expresó que “nunca dijo que había dicho que no a ese proyecto. Afirmó que había invitado a su ciudad al Gobierno Provincial para debatir, pero nunca fueron”.

Por lo pronto se sabe que hay un grupo disidente de parlamentarios y jefes comunales contrarios a las posiciones que había adoptado en su momento la máxima conducción partidaria del PJ, y a partir de sus recientes declaraciones, Martín, parece haber asimilado el golpe y las consecuencias.

Sin embargo, Rivero reflexionó sobre Soria que “me pareció una posición madura y responsable - más allá de todas las diferencias – que tenga la predisposición para dialogar y debatir sobre el Plan. Esto lo tenemos que tomar con mucha seriedad, hay que ver que es lo mejor para la Provincia y después se verá si se vota o no”.

Evidentemente, Soria como dicen en el barrio “no come vidrio” y abortó su intransigente posicionamiento, sin perjuicio de seguir profundizando su rol extremadamente crítico hacia la figura del gobernador y sus colaboradores y de buscar una polarización del electorado con manifestaciones tales como “el FpV debe ser ampliado, y aglutinar a los muchos que están en contra de Macri y Weretilneck, que son lo mismo”. “Gobiernan de la misma manera, tienen en la cabeza el símbolo del dinero”.