Si bien 2016 fue un año malo para el petróleo, en el cual la producción neuquina bajó un 3,2% con respecto a 2016 por el declino y falta de inversiones en los yacimientos maduros, Vaca Muerta arrojó datos positivos. La producción de shale oil mejoró un 29,6%, y permitió compensar la caída de la producción convencional (- 12,3%).

La extracción se concentra mayoritariamente en Loma Campana con 83,3% del volumen, y creció en diciembre último al sumarse el aporte de cinco pozos de Shell  en Sierras Blancas y dos en Cruz de Lorena, tras la inauguración de una planta de producción temprana.

Más allá de YPF, que lidera ampliamente la actividad petrolífera de Vaca Muerta, otros jugadores empiezan a ganar peso a medida que van acortando la curva de aprendizaje con las tareas exploratorias.

El consorcio Total-Shell-GyP consiguió el mejor pozo registrado en la cuenca hasta el momento, según indica una importante consultora de la industria petrolera. Se trata de LEsc.e-3(h), ubicado en el sur del yacimiento, cercano al límite oriental con Bajo del Choique, donde Exxon ya cosechó grandes resultados.

En enero, LEsc.e-3(h) arrojó resultados iniciales excelentes de petróleo volátil, con 1.001 barriles de petróleo por día (bopd) y 71.872 m3/d de gas.

Otros pozos destacados de la cuenca fueron el YPF.Nq.LLL-992(h), de YPF-Chevron en Loma Campana, con 965.1 bopd y 25.258 m3/d; y el Bajo del Choique x-2(h) de ExxonMobil-GyP con 813 bopd y 34.792 m3/d de gas.

Pese a la fuerte baja de las inversiones en 2016 por el ajuste de YPF, la buena productividad de los últimos pozos horizontales comenzó a revertir el promedio bajo que arrojaron los pozos verticales que se perforaron durante los primeros dos años de desarrollo de Loma Campana.

El número de pozos que se incorporaron durante 2016 fue sustancialmente menor al de años anteriores. Sin embargo, la producción aumenta debido al cambio de estrategia de YPF-Chevron por la cual con menos equipos en actividad tiene mayores rendimientos. Hoy Loma Campana tiene dos equipos de perforación cuando llegó a albergar 23 en mayo de 2014, un numero inédito para la industria hidrocarburífera del país.

Aumenta el gas

Por otro lado, el desempeño del gas convencional, por su importancia para la matriz energética argentina y por los precios internos superiores a los internacionales, es más prometedor.

En 2016 se registró un fuerte incremento de la producción de las formaciones tight (+42%) y shale (+25,8%). El año pasado los yacimientos no convencionales produjeron, en promedio, 20,1 millones de metros cúbicos diarios.

El Orejano, operador por YPF en sociedad con Dow, es el bloque con mayor aporte gasífero de Vaca Muerta. Está conectado a la planta de Sierra Chata y al Gasoducto del Pacífico. Los pilotos de Total en Rincón La Ceniza y Aguada Pichana son los otros dos proyectos de shale gas con potencial interesante.

El Orejano tiene  45 pozos de dry shale gas terminados a diciembre (27 horizontales), de los cuales 42 se reportaron en producción efectiva. “El aumento en escalones de la producción del bloque comienza a mostrar las limitaciones de infraestructura secundaria que constituyen oportunidades de negocio de interés para empresas midstream, y resalta el valor de Gasoducto del Pacifico como un eje clave de este futuro sistema de captación, tratamiento y transporte al sistema troncal”, indica el informe privado.

El 65.2% del gas proveniente de Vaca Muerta es dry/wet con 3.23 MMm3/d, y el 34.8% es gas asociado a la producción de shale oil (1.72 MMm3/d), mayormente producido en Loma Campana.

Más allá de la coyuntura internacional y local, las bondades geológicas de Vaca Muerta ya no generan dudas. Está entre los mejores plays no convencionales del mundo. Tal es así que XTO Energy, la empresa con mayor cantidad de pozos shale de los Estados Unidos, ya opera en Neuquén. La subsidiaria de Exxon, la petrolera más grande del planeta, armó un equipo especialmente adaptado para perforar el suelo patagónico.