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Columnistas
13/05/2016

Colocación de bonos

Bola de nieve

Bola de nieve | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El futuro de la provincia de Neuquén luego del último endeudamiento en dólares. Consecuencias de una "bicicleta" con la deuda pública.

Héctor Mauriño

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La sociedad neuquina, sobre todo su clase dirigente, no parece haber tomado consciencia de las consecuencias que tendrá para el futuro de la provincia el nuevo endeudamiento en dólares para cancelar parte de la deuda pública preexistente que está llevando adelante por estos días el gobierno.

Por un lado, el gobierno provincial colocó en el mercado internacional los bonos Ticade (Títulos de Cancelación de Deuda), por 235 millones de dólares a una tasa del 8,62 anual con 12 años de plazo -se terminarán de pagar el 2028-y cuatro de gracia, con la garantía de regalías de gas.

La ley que creó los Ticade autorizó una emisión de 350 millones de dólares, de los cuales 115 millones ya se usaron para tomar un préstamo del Credit Suisse, a siete años y con una tasa del 7,25 por ciento.

Según la ley 2952, que autorizó la emisión, estos bonos servirán para refinanciar deudas y está prohibida “su utilización para solventar gastos corrientes”.

Por otro lado el gobierno dispuso una emisión adicional de Ticade destinada a cambiar los Ticap (Títulos de Cancelación de Pasivos) emitidos en 2011 por el ex gobernador Jorge Sapag, operación que le permitirá postergar los vencimientos de la deuda externa que operaban en 2021 hasta 2028.

En 2006 el ex gobernador Jorge Sobisch emitió, en medio de su alocada campaña presidencial, los bonos Tidepro (Títulos de Deuda para el Desarrollo Provincial) por un monto de 250 millones de dólares, destinados a financiar obras faraónicas como el Canal Mari Menuco y el inverosímil Tren Trasandino del Sur.

En 2007 el peso de la deuda arañaba el 70 por ciento de los ingresos de la provincia. Para cubrir el rojo financiero que le dejó Sobisch, Sapag emitió en 2011 260 millones de dólares en Ticap, que vencen en 2021 y de los cuales hasta ayer quedaban sin colocar 158,6 millones.

Hasta anoche las autoridades provinciales habían cambiado Ticap por Ticade por un monto de 113 millones de dólares. Una operación que elevará la tasa original del 7,87 que tenían los bonos originales al 8,62 por ciento y que tiene una yapa de 3,3 millones de dólares para los inversionistas, porque además del interés se pagará una tasa de canje de 1,03 por cada dólar.

Eso sí, el negocio le permitirá al gobierno patear la pelota para adelante del 2021 al 2028.

Estas dos operaciones, que el gobernador Omar Gutiérrez y su equipo económico están llevando adelante hace dos semanas en Estados Unidos, están destinadas a mejorar las condiciones financieras del Estado provincial de cara a los próximos cuatro años, pero plantean un severo interrogante respecto del futuro no tan próximo.

La colocación de los Ticade convierte a Neuquén en la primera provincia del país en endeudarse luego del arreglo del gobierno de Cambiemos con los fondos Buitre. Inmediatamente le seguirán Mendoza y Córdoba. El ejemplo cunde.

La tasa del 8,62 por ciento que pagará Neuquén es levemente inferior a la que obtuvo la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, quien emitió antes del acuerdo con los llamados holdouts 1.250 millones de dólares a una tasa del 9,37 por ciento.

Pero de todos modos, es una tasa sensiblemente superior al 7,14 por ciento promedio que pagará el país por los 16.000 millones de dólares que tomó para pagarle a los Buitre.

Neuquén es sin duda una de las provincias que mejor trato ha recibido por parte del gobierno de Mauricio Macri. Fue rápidamente autorizada para tomar deuda en el mercado internacional y ya embolsó adelantos de coparticipación por 2.000 millones de pesos.

Durante el debate en el Senado por la derogación de las leyes de Pago Soberano y Cerrojo, que permitieron arreglar con los bonistas especulativos, el gobernador neuquino compareció para dar su apoyo a la iniciativa oficial.

Ahora se sabe que Neuquén no sólo hace bien los deberes, también toma los ejemplos que el gobierno nacional le ofrece en materia económica.

De paso por Neuquén hace una semana, el economista y asesor del Frente Renovador Aldo Pignanelli, opinó que Argentina está pagando una tasa de interés por estos créditos del doble de lo que pagan Chile, Uruguay, Colombia, Perú o Ecuador.

Por eso, le aconsejó al gobierno neuquino que tome “gradualmente la plata porque (…) dentro de un año la tasa de interés va a ser más baja”.

Pero Neuquén está muy apurada. Desde que terminó la campaña electoral en abril del año pasado, sus finanzas se encuentran en estado delicado.

La deuda acumulada, sumada al aumento incesante de la masa salarial y la prolongada baja de las regalías petroleras -que ahora se volverá a profundizar por la caída del precio internacional del barril y la nueva política energética- configuran un cuadro complicado, que la actual administración busca conjurar con este nuevo endeudamiento.

Este año el Tesoro debería pagar unos 5.000 millones en concepto de deuda y el alivio financiero servirá para liberar partidas.

Actualmente se debe aproximadamente el 30 por ciento del presupuesto de la provincia y el 75 por ciento de la deuda neuquina es en dólares; la que se tomó antes de la devaluación creció al ritmo del nuevo tipo de cambio.

Lo cierto es que, en el largo plazo, esta suerte de “bicicleta” con la deuda pública amenaza con convertirse en una bola de nieve, salvando las distancias, comparable en escala con el ahogo que sufrió la Argentina en el 2001.

AUDIO RADIO NACIONAL

29/07/2016

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