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19/11/2023

La Escuelita VIII

“Un espejo para ver nuestros poderes judiciales”

“Un espejo para ver nuestros poderes judiciales” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Marcelo Medrano, querellante de la APDH Neuquén en el proceso contra dos ex funcionarios judiciales por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, dijo que el juicio debe servir para problematizar al Poder Judicial en el presente.

Laura D' Amico

“Este juicio tiene que servir para problematizar el Poder Judicial en el presente”, dijo Marcelo Medrano, querellante en representación de la APDH Neuquén en el primer juicio que se realiza en la región contra dos ex funcionarios judiciales por delitos de lesa humanidad cometidos a veintitrés víctimas, durante la última dictadura. 

“En términos de actualizar la memoria del presente es un espejo para ver nuestros poderes judiciales, para ver cosas que son intolerables, cosas que no se pueden repetir”, invitó a reflexionar el abogado, en diálogo con Va Con Firma

Al octavo tramo del juicio “La Escuelita”, el ex juez federal Pedro Laurentino Duarte y el ex fiscal federal Víctor Marcelo Ortiz, llegan acusados por la fiscalía de omitir su deber de investigar y de rechazar los pedidos de habeas corpus y amparos que presentaban familiares de las víctimas, lo que los convierte en partícipes de los delitos que cometieron las fuerzas represivas.

Duarte era miembro del Ejército y se había desempeñado como auditor en la VI Brigada de Infantería de Montaña de Neuquén hasta pocos días antes de ser designado a cargo del Juzgado Federal de Primera Instancia de Neuquén, el 2 de agosto de 1976. Estuvo en el cargo hasta 1985, cuando el Senado no dio acuerdo para que continuara. 

En el pedido de detención e indagatoria formulado en 2015 por los fiscales Adrián García Lois y Miguel Palazzani, consignaron que se trata del “único caso investigado en el país en que un propio integrante del Ejército pasó a desempeñarse como juez federal, dando cobertura a sus compañeros de armas de las torturas, asesinatos, secuestros y desapariciones en Neuquén".

Ortiz, en tanto, era secretario de ese juzgado cuando fue nombrado fiscal federal el 23 de septiembre de 1976. Se mantuvo en el cargo hasta el 1 de abril de 1985. 

Para Medrano, el juicio que se desarrolla en el salón de Amuc sobre la Avenida Argentina tiene un valor histórico para la construcción de la memoria respecto de la última dictadura, pero también tiene que servir para pensar el presente del Poder Judicial, en sus continuidades y los aspectos que aún falta mejorar.

“Hay que pensar el Poder Judicial en términos de protección y de garantía de los derechos humanos”, señaló Medrano, porque “ese es su pilar fundamental”. Pero también resaltó que “nutrir el presente de la historia y de la memoria tiene que servir para aprender qué pueden hacer los poderes judiciales y qué no deben hacer”.

“En ese esquema, todo lo que tiene que ver con el diseño, con el control, con las formas de intervención, con las garantías directas lo podemos pensar ahora”, apuntó, y sumó que también  nos permite pensar sobre las complicidades de los poderes judiciales con los poderes económicos.

“Un puente fundamental para reflexionar es qué rol cumple el poder judicial cuando hay un poder político y económico que no se centra en la protección de los derechos humanos”, agregó.

La presencia de Noemí

El juicio, que comenzó el 21 de octubre de este año, tiene otra particularidad: es el primero sin la presencia física de la histórica referente de la lucha por los derechos humanos en Neuquén, Noemí Labrune, quien falleció el 10 de septiembre pasado. 

Labrune fue una de las grandes impulsoras de los juicios en la región. El 6 de junio pasado, a sus 93 años, declaró junto al abogado Guillermo Correa, en una audiencia preliminar que se realizó para ser incorporada en este juicio, que todavía no tenía fecha de inicio. Debido a la edad avanzada y problemas de salud de algunos de los testigos, las querellas habían solicitado adelantar los testimonios para que sean incorporados una vez comenzado el juicio. 

Durante su declaración de más de dos horas, Labrune repasó cómo fue su relación con los ex funcionarios judiciales, a quienes en más de una oportunidad fue a golpearles la puerta para pedirles información sobre personas que se encontraban desaparecidas. Varios hechos que formaron parte de su relato habían sido anticipados a Va Con Firma en esta nota.

“Noemí dejó la base de construcción de este debate a través de su testimonio” rememoró Medrano, y agregó: “yo creo que tenemos que aprender a pensar que hay otras presencias, además de la física. Yo personalmente siento que Noemí está presente en la sala de debate. La busco y no la veo pero pienso que está”.

En la última audiencia realizada el viernes pasado, se escuchó la declaración de la Madre de Plaza de Mayo neuquina, Inés Ragni. Su testimonio, al igual que el de Labrune, estaba previsto para darse en una audiencia preliminar, pero por problemas de salud la misma no pudo concretarse antes. 

Sentada frente a los jueces María Paula Marisi, Alejandro Silva y Luis Foglia, que conforman el Tribunal Oral Federal de Neuquén, Ragni se quitó el pañuelo blanco y dirigiéndose a los defensores (los imputados no participan del juicio de manera presencial), dijo: “Este pañuelo es el símbolo de la libertad, es el símbolo de nuestros hijos”.

Oscar, el hijo de Inés y Oscar Ragni, fue secuestrado en Neuquén hace 47 años y continúa desaparecido. Sus padres presentaron cuatro habeas corpus para solicitar información sobre su paradero, que nunca obtuvieron respuesta.

29/07/2016

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