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09/04/2023

Derecha muy histriónica

Derecha muy histriónica | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El histrionismo de Milei aparenta un cambio, pero solo es una actuación mediocre con un libreto que falsea la tradición humanista de la Libertad.

Osvaldo Pellin

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El histrionismo como representación siempre llamará la atención porque por su misma esencia, corre el telón de la realidad donde se encuentra y despliega su arte. Si es en el ámbito urbano o desde un estudio de televisión, desde una caricatura, o desde un podcast. Desde cualquier parte la ficción inscripta en el convencionalismo que ceden al histrión los espectadores, llamará la atención.

En ese aspecto es frecuente que la política y más que nada la propaganda política, se preste al histrionismo. Es que hay que llamar la atención del electorado, sorprenderlo, comprometerlo a que mire hacia el lado del histrión.

Siempre surgen esos personajes en años electorales y luego desaparecen como pompas de jabón. Javier Milei es un buen ejemplo de histrión. Si alguien cree que cuando se expresa lo hace con sentido de realidad creo que se equivoca. Frente a las cámaras sobre todo parece que se enoja, insulta a eventuales oponentes y siempre se encara contra lo que él llama la casta política, cuando paradójicamente lo hace ejerciendo todas las representaciones que hacen de él un hombre político.

Esta conducta ha obligado a la mayor parte de la ciudadanía a hablar de él hasta poder afirmarse que siendo un hombre nuevo en la política ha logrado instalarse en el territorio, cosa por demás nada sencilla.

Habla de la libertad como si nadie supiera qué es, como si la secularización del término no nos hubiese permitido conocerla y vivirla, en especial cuando históricamente tuvimos la desventura de perderla.

En uno de sus libros, “Defender la Sociedad”, Michael Foucault se pregunta qué es la libertad para los impostores de ella,“no es en absoluto una libertad de independencia, y tampoco la libertad por la cual, en lo fundamental, respetamos a los otros. La libertad de la que disfrutan es, esencialmente, la libertad del egoísmo, de la avidez, del gusto por la agresión, por la conquista y la rapiña. La libertad de esos pregoneros no es la de la tolerancia y la igualdad para todos; es una libertad que sólo puede ejercerse por la dominación. Es decir que lejos de ser una libertad del respeto, es una libertad de la ferocidad”.

Esta situación en la que se encuentra hoy el electorado nacional se parece bastante en su propaganda a la que ventilaron los de Cambiemos en 2015, cuando hablaban de la República, de la Justicia y también de la Libertad. Todo se deshizo en el aire al momento mismo que se pusieron a aplicar los principios que implican llevarlos a la práctica. Se vio que no eran republicanos, como ejemplo de ello se dieron el lujo de paralizar el parlamento no asistiendo a los debates y con ello hacer fracasar las sesiones de ambas Cámaras.

Amañaron la Justicia a sus propios intereses en una alianza inquebrantable que les garantiza impunidad durante todo el tiempo. Y en cuanto a la libertad, que lo digan Amado Boudou, Cristina Kirchner y Milagro Sala, que padecieron el armado de causas para deshabilitarlos políticamente en su calidad de opositores. Y por lo contrario, observar los casos de Stornelli y el señor Pepín, que pueden negarse a cualquier demanda del Poder Judicial apoyados en su impunidad.

Con Milei la impostura y el fraude se renuevan. Es la continuidad por las mismas vías que practicó el macrismo, buscando profundizar sus efectos, con un actor que trata de diferenciarse. Su histrionismo aparenta un cambio pero solo es la actuación de un mediocre actor con un libreto que falsea la tradición humanista de la Libertad.

29/07/2016

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