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Columnistas
03/07/2022

Escasez de mano de obra, subsidios, empleo y dignidad

Escasez de mano de obra, subsidios, empleo y dignidad | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El autor rebate la idea de que no se consigue gente para trabajar en tareas rurales porque “prefieren cobrar los planes y quedarse en casa”. Argumenta con datos referidos, por ejemplo, a trabajo discontinuo, condiciones climáticas y salarios comparados con España, y concluye con una propuesta integral.

Julián Alvarez *

Muchos argentinos, algunos reafirmando su formación ideológica y otros colonizados culturalmente por la prensa hegemónica alimentada, y muchas veces también, financiada por los primeros, repiten que falta mano de obra, porque muchos prefieren cobrar los planes y no ir a trabajar. Esta aseveración tiene una tremenda inconsistencia si se observa lo que sucede en realidad.

Si tomamos por ejemplo un trabajador rural de nuestra región, que trabaja a destajo en tareas discontinuas, como poda, raleo y cosecha en condiciones climáticas extremas, vemos que sus días completos en el mes se ven reducidos. Calculando lo que puede ganar un trabajador joven con escasa antigüedad, y además si cobra todos los planes llegamos a una cifra aproximada de 141.020 (575 euros). Frente a un trabajador español que cobra en concepto de salarios mensuales $ 344.960 (1408 euros). Casi dos veces más, frente a productos de primera necesidad que valen solamente el 30% más que acá.

De manera que un trabajador español con el salario de un día de trabajo puede comprar 71 litros de leche, y un trabajador argentino con el salario de un día, más los planes, puede comprar 26 litros de leche. Estos salarios en el mundo central son los básicos, y permanentemente los trabajadores luchan por que sean aumentados.

Ante esta situación sucede que los trabajadores, siguiendo las reglas de mercado, también están en éste ofreciendo su mano de obra y se comportan exactamente igual que otro participante: si lo ofrecido no cubre sus expectativas se retira del mercado de algunos rubros que pagan poco, como el caso que detallamos (labores discontinuas en el agro), y se va a otros rubros como la extracción petrolera, la construcción en general, desde grandes obras a viviendas, o al sector industrial o de servicios. O prefieren hacer changas en el sector informal y cobrar los planes. De esta manera bajan los costos.

Y ¿cuáles son los costos del trabajador? Son la indignidad, el hambre y la pobreza. Pero cuando los empresarios esgrimen las causas de porque el mercado es adverso y aumentan los precios y no aumentan adecuadamente los salarios, son cabales personas, respaldados por economistas ortodoxos neoliberales de pensamiento único que aparecen exponiendo en todos los medios. En cambio, cuando los trabajadores se retiran del mercado o cobran planes, son vagos que no quieren trabajar, respaldados por “políticos populistas-planeros”, según la prensa hegemónica. Esta estigmatización del trabajador y de las políticas sugeridas para crear trabajo digno corroe los lazos de una sociedad, genera indignación y violencia y para controlarla se recurre a la represión.

Se podría decir que el capitalismo liberal en nuestro país y en Latinoamérica es pre-fordista. Donde el consumidor nacional cuenta poco, ya que la economía desde hace cerca 150 años tiene un sesgo exportador, donde solo importa el consumidor extranjero, no importando la suerte de los compatriotas. que además en un contexto inflacionario pierden cada vez más. Como muy bien lo explica el Ing. Enrique Martínez, coordinador del Instituto de la Producción Popular, “…en el espacio económico del mundo central, donde se admite que las corporaciones confrontan con el Estado, tratando de eludir impuestos y obtener subsidios; confrontan con sus trabajadores, incluso obstaculizando tenazmente su agremiación; pero no confrontan con sus consumidores, de la manera aviesa que representa aumentarles los precios de sus productos de manera permanente”.

Los planes son un paliativo necesario para disminuir la indignidad que genera el desempleo, las malas condiciones en que trabajan quienes están empleados, y los bajos salarios con los cuales no se alcanza a cubrir la canasta básica. Pero hay que reconocer que es necesario convertirlos en trabajo digno.

Para esto es necesario cambiar la estructura productiva o modelo productivo actual.

- Para afrontar esta situación deberíamos desacoplar a los pequeños y medianos productores de los concentrados a los que les venden la producción para que estos la comercialicen. Y cooperativizar a los primeros para que dejen de estar atomizados y formen grupos de peso económico equivalente a los grupos concentrados.

- Fomentar el mercado interno mediante Programas del Productor al Consumidor, con ferias municipales que eliminen las intermediaciones que pujan permanentemente en la suba de los precios. Con incentivos económicos como quita de impuestos para estas ferias, y subsidios o créditos muy blandos a largo plazo, como por ejemplo para los fletes y acondicionamiento del producto.

- Brindar el acceso a la propiedad de la tierra a miles de pequeños productores de la agricultura familiar que tienen que pagar excesivos montos de alquiler, pujando también esto al alza del precio de los productos.

- Fomentar la agricultura familiar, y también las producciones de cercanía con incentivos económicos.

- Crear un Observatorio de precios, costos y funcionamiento de los mercados de los productos primarios e industrializados en cuestión, fundamentalmente los alimentos y otros de primera necesidad. Y de esta manera el Estado tener datos veraces que permitan tomar medidas adecuadas para cada coyuntura, no comprometiendo el poder adquisitivo de los trabajadores.

- Legislar cada vez que sea necesario para acompañar estos programas, de manera que custodiando paulatinamente vaya creciendo el consumo y el salario de las grandes mayorías nacionales.

- Acompañar a las grandes empresas, que dan mucho empleo y poseen capacidad instalada, en sus programas de exportación, siempre y cuando sea para obtener mejores mercados, compitiendo por calidad y eficiencia y logrando cada vez mejores precios de tal forma que éstos no tengan estar vinculados a una baja de los salarios ni la apropiación de la renta de productores proveedores de manera que se paupericen y salgan del mercado atentando contra el consumo interno. Y además, que estas exportaciones no comprometan el precio de los productos en el mercado interno por desabastecimiento, y más bien que sean los excedentes los que se exportan, una vez garantizado el consumo interno para las grandes mayorías.

- Poner en marcha estas ideas en armonía, con políticas de un gobierno nacional y popular que:

1) Recupere la independencia económica desendeudando al país.

2) Recupere fondos para el desarrollo nacional, con pagos de derechos de exportación y de la aplicación de impuestos a la renta extraordinaria e inesperada,

3) Impida la fuga de capitales de los grandes grupos económicos y financieros concentrados.

4) Control de las exportaciones y cobro de peaje y/o ingresos brutos en ríos (Hidrovía) en puertos allí establecidos como en nuestra plataforma marítima continental. “Los 6.000 barcos que se van al año no pagan un centavo de ingresos brutos en ninguna de las siete provincias ribereñas. Un quiosquero paga más impuestos que un barco de 5 toneladas” (Mempo Giardinelli, escritor y periodista).

5) Recuperación de fondos originados en nuestro país y depositados en bancos en el exterior y paraísos fiscales.

6) Impedir las subfacturaciones en las exportaciones y las sobrefacturaciones en las importaciones para mejorar la balanza de pagos.

7) Custodiar la calidad de vida de todos los argentinos otorgando plenos derechos a la alimentación, la vivienda, la salud, la educación y el trabajo.

8) Proteger el Medio Ambiente y la salud humana.

9) Que exista una plena integración en la Patria Grande, tanto política, como social y como económica. UNASUR.

10) Que se realice la reforma judicial que garantice el funcionamiento de todos estos puntos.

Una vez que se pongan en marcha todas estas ideas y algunas más que seguramente faltan, la rueda comenzará a funcionar y la economía marchará en forma sustentable, el consumo interno crecerá en forma sostenida. Y como Perón dijo: “Entonces los salarios suben solos”.

Junio de 2022

Ing. Agrónomo. Ex técnico territorial del Ministerio de Agricultura y ganadería de la Nación (MINAGRI) 2010-2012. Ex secretario de Fruticultura de la provincia de Rio Negro (2012-2014). Grupo Belgrano. Frente de Todos.

(Texto del documento completo).



(*) Ing. Agr. Julián Alvarez – Integrante del Grupo Belgrano. Integrante de Unión por la Patria.
29/07/2016

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