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28/11/2021

Venezuela: tras las elecciones se abre una nueva instancia de diálogo

Venezuela: tras las elecciones se abre una nueva instancia de diálogo | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La oposición venezolana volvió a participar en comicios regionales y municipales convocados por un gobierno que ofrece una instancia de negociación. A los sectores opositores los preocupa su propia fragmentación. El chavismo ratificó su mayoría, pero advierte cierto desaliento en sus bases.

Leandro Etchichury *

Finalmente, las elecciones regionales y municipales del domingo 21 en Venezuela tuvieron una amplia participación de los partidos políticos opositores que venían absteniéndose de presentarse tras la victoria del 2015 para la Asamblea Nacional, y el consecuente conflicto desatado con el gobierno de Nicolás Maduro que remató en la autodesignación como presidente del parlamentario Juan Guaidó, con el apoyo de Estados Unidos.

Esta vez la oposición desarrolló su campaña electoral, llamó a participar de la elección, y a la hora del recuento aceptó la voluntad popular manifestada por poco más del 42% de los venezolanos y venezolanas en condiciones de votar. Si bien puede parecer un número bajo de participación para los parámetros argentinos, no lo es tanto para un país en el cual el voto no es obligatorio, como también ocurre en Chile (desde 2012), donde la reciente participación para la primera vuelta presidencial fue del 47%. Según datos de la organización IDEA Internacional, la concurrencia estuvo en niveles semejantes al de otros países con voto optativo, mencionando los casos de Colombia, El Salvador y el citado Chile.

Según anunciara el presidente de la Comisión Nacional Electoral (CNE), Pedro Calzadilla, de los 335 cargos a alcaldesas y alcaldes, 205 correspondieron para el oficialista Gran Polo Patriótico (GPP), 59 para la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), 37 a la Alianza Democrática y 21 para otros partidos. En lo que hace a las gobernaciones, el GPP ganó 19 de las 23 gobernaciones, mientras que la oposición obtuvo tres. Al momento de redactar esta columna aún quedaba por definir una reñida elección por el estado de Barinas (oeste de Venezuela), lugar de nacimiento del ex presidente Hugo Chávez, hoy representado por su hermano Argenis. Allí había mucha tensión, pero salvo incidentes aislados las elecciones se desarrollaron con bastante normalidad.

El triunfo del GPP en Caracas fue muy festejado. Allí, Carmen Meléndez ganó con cerca del 59% de los votos y un nivel de participación por debajo del promedio nacional. Meléndez fue Almirante en jefe de la fuerza naval bolivariana, gobernadora del estado de Lara y ministra del Interior designada por el presidente Maduro.

Veedores Internacionales

En esta ocasión los partidos opositores participaron de todo el cronograma electoral, conducido por una CNE renovada, en la que tuvieron espacios de participación. Se llevaron a cabo 17 auditorías técnicas para garantizar la transparencia del sistema automatizado de votación. Un sistema renovado que es orgullo de las autoridades electorales, tras el atentado terrorista de 2020 que redujo a cenizas todo el parque de máquinas de votación, entre otros materiales.

Estuvieron presentes para estas elecciones más de 200 veedores representando a países y bloques regionales. Pero, quienes concentraron mayor atención fueron los de la Unión Europea (UE), ya que a través de su Alto Representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se habían arrogado la potestad de dictaminar si en Venezuela existía o no democracia. El recuerdo del rol de la OEA (Organización de Estados Americanos) en el golpe en Bolivia estuvo muy presente.

No obstante algunas críticas respecto a una supuesta falta de imparcialidad de los organismos públicos en temas de financiación y publicidad de las campañas, la delegación de la UE señaló que "las elecciones se han implementado en mejores condiciones comparadas con los procesos electorales anteriores". Para enero prometieron un informe final.

El parlamentario del Mercosur y director del Observatorio de Asuntos Latinoamericanos de la Cámara de Diputados de Argentina, Carlos López (a la derecha de la imagen), entrega informe al presidente de la Comisión Nacional Electoral de Venezuela.

 

El resto de los equipos de veedores, incluyendo el Centro Carter de Estados Unidos, rescataron el proceso electoral, señalaron algunos inconvenientes y elevaron recomendaciones a futuro en sus distintos informes.

También estuvieron presentes el Observatorio del Parlasur, la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Copppal), el Observatorio de Asuntos Latinoamericanos de la Cámara de Diputados de Argentina (OAL) y el Observatorio de Pensamiento Estratégico para la Integración Regional (Opeir).

El Chavismo

Desde que el chavismo irrumpiera como fuerza política y social, cuenta en su haber con 27 triunfos electorales sobre un total de 29 contiendas. Las dos significativas derrotas fueron, en 2007 por la reforma de la Constitución del 99, y las elecciones para la renovación de la Asamblea Nacional en 2015.

El triunfo electoral de Hugo Chávez en diciembre de 1998, marcó el colapso del pactado sistema bipartidista (Acción Democrática – COPEI). Haciendo una simplificación se podría decir que Chávez fue a la Venezuela de finales del siglo XX lo que Perón a la Argentina de 1945.

Barrio San Agustín de Caracas.

 

La nueva Constitución de 1999 se propuso una refundación del Estado, con el fin de garantizar un proyecto de justicia social y redistribución de derechos. La inclusión social se convirtió en el camino de una democracia representativa a otra con mayores niveles de participación. Importantes sectores sociales, antes marginados, accedieron a derechos y mejoraron sus niveles de vida. Mientras eso sucedía, buena parte de los beneficiados del viejo sistema comenzaron a incubar rencor e impotencia ante el despertar de una nueva fuerza. Ese fue el caldo donde se cocinaron futuras y violentas tensiones. Un frustrado golpe de Estado, la violencia callejera (guarimbas), arbitrariedades de las fuerzas de seguridad, sanciones de los Estados Unidos que complicaron la importación de bienes esenciales, hiperinflación, crisis petrolera, devaluaciones, y hasta un presidente autopercibido al que le fueron otorgados recursos del Estado incautados en el exterior, hicieron el resto.

¿Una nueva etapa?

El inicio de las negociaciones entre el gobierno y la oposición en México, con el patrocinio noruego, fueron fundamentales para que el antichavismo se decidiera a participar de estas elecciones. Ninguno de ellos habló de fraude o impugnación alguna tras conocerse los resultados. Más bien, en su gran mayoría autocriticaron su nivel de dispersión y falta de acuerdos. Mientras, aquellos que gozaron de algún triunfo, se preocuparon por fortalecer su imagen. En palabras de Henrique Capriles, “nadie es dueño de la oposición”, según dijo al hacer un llamado a la “reorganización” de esos sectores. Así, las fuerzas opositoras comienzan a hablar de construir la unidad de cara a las elecciones presidenciales del 2024. Existe una posibilidad de llamar a un referéndum revocatorio de mandato del presidente el año que viene, pero de momento esa alternativa no reúne mayores voluntades.

Por su parte la coalición de gobierno, y en particular el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), analiza con cierta preocupación un bajón de ánimo que la militancia percibe en sus bases, lo que entienden provocó una caída en el apoyo.

Mientras tanto, Venezuela recupera su vida cotidiana. En Caracas, almacenes y farmacias se ven abastecidos. Las autoridades aseguran producir la casi totalidad de los alimentos que se consumen en el país, a excepción del trigo. Hay dificultades para la producción de gasolina, por la falta de aditivos que deben ser importados, y que Estados Unidos dificulta su acceso. Aun así, la cantidad de automóviles que se ven circulando por las calles y autopistas es alta. La producción de petróleo aumentó significativamente tras la crisis, pero tienen claro que el desafío es salir de esa dependencia productiva.



(*) Antropólogo y miembro del Observatorio de Pensamiento Estratégico para la Integración Regional (Opeir).
29/07/2016

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