En Bolivia desde el 10 de noviembre de 2019 se vive un verdadero Estado de no Derecho, donde los hechos, autoritarios y abusivos de una dictadura usurpadora priman, sin ningún atisbo de orden racional, sobre una lógica de amenaza latente y presente. Todo eso se comprueba en cada una de las

declaraciones de su presidenta y fundamentalmente de sus ministros políticos, que se los ve como disfrutando cada vez que amenazan con perseguir y encarcelar, que disfrutan cada conferencia de prensa, espacio en el que usan adjetivos para destrozar a sus oponentes y amedrentarlos una y otra vez.

Como lo denunciamos hace algunos meses, cinco ex ministros del ex Presidente Evo Morales, un ex gobernador y un ex director general, se encuentra desde hace ya nueve meses en la residencia de la Embajada de México en La Paz, sin que la dictadura les otorgue salvoconductos y dé explicación alguna de las razones del incumplimiento del Derecho Internacional, manteniéndolos como si fueran rehenes del régimen.

Entre los ex ministros asilados en esta embajada se encuentra el ex Ministro de Justicia Héctor Arce Zaconeta, un connotado jurista boliviano y profesor universitario que cuenta con varios post grados en Bolivia y en España en materia constitucional. Un hombre que fue abogado personal de Evo Morales desde comienzos del siglo y que una vez estando Evo en el gobierno fue clave para el manejo de las grandes transformaciones que vivió para bien, este país hermano. Arce fue un asesor fundamental en el proceso constituyente boliviano ente 2006 y 2009 y fue clave en la definición del modelo de nacionalización de los hidrocarburos que Bolivia adoptó desde el punto de vista legal, fue también más adelante quien creara la institucionalidad de defensa jurídica del Estado, algo que en esta nación hermana era casi una entelequia. 

Más adelante fue Presidente de la Cámara de Diputados de la flamante Asamblea Legislativa Plurinacional y estuvo a su cargo la aprobación de las leyes orgánicas más importantes a partir de la implementación de la nueva Constitución boliviana el año 2009. Como jurista conocedor de los problemas que afectan a los sistemas judiciales de nuestros países, fue autor y constructor de cuando menos cinco códigos para la renovación de la justicia boliviana, justicia que como muchas otras en nuestra región, nunca dejo de ser, venal, retardada, inhumana y obsecuente a los intereses políticos coyunturales.

Luis Arce Zaconeta (Foto de archivo).

Arce fue Procurador General del Estado, asumiendo por primera vez una función que jamás existió en la economía jurídica de Bolivia. Con ella, como bien lo afirmó alguna vez el mismo ex colaborador de Morales, se consolidó el hecho de que este país fue el que más nacionalizaciones hizo los años del gobierno de Evo, más beneficios obtuvo de estas medidas y, lo más importante, fue el país que menos conflictos arbitrales internacionales tuvo.

Pero la labor política de Arce Zaconeta no concluye allí. En 2017 fue invitado por el presidente indígena a ser Ministro de Justicia uniendo a esta cartera de Estado, también el Ministerio de Transparencia, desde allí Arce sentó las bases de la aún pendiente reforma judicial en Bolivia, echando mano de las buenas experiencias internacionales planteó una reforma integral de la justicia boliviana, con énfasis en la justicia constitucional y el derecho penal, que el gobierno de facto abondo por completo.

El ex Ministro de Justicia de Evo Morales, fue también Juez del Tribunal Administrativo de la OEA desde el 2006, hasta el 2018, siendo recordado en esta organización por su aporte jurídico a este tipo de cargos, qué si bien son honoríficos, son de gran importancia para la vida institucional de los

grandes organismos internacionales. En el ámbito académico, es autor de varios textos jurídicos, además de enseñar Derecho Constitucional, en varias universidades bolivianas. Arce es desde el 2012 representante del Estado boliviano ante el Consejo Superior de la Universidad Andina Simón Bolívar, organismo educativo de la Comunidad Andina y es reconocido como un jurista destacado en varios países. 

En consecuencia, la pregunta es: ¿porque el gobierno de facto de Bolivia no le otorga salvoconducto? ¿Porque razón se ensaña, no solo con Arce, sino con seis hombres y una mujer que sirvieron a su Nación y cambiaron la imagen y el destino de Bolivia para bien?

La única respuesta que tenemos para esta pregunta es que se trata de un régimen de No Derecho, o sea de pura fuerza. Por esta razón molestamos la atención de todos nuestros amigos/as para solicitar que difundan la situación en que se halla el Dr. Arce y sus compañeros en la Embajada de México en La Paz. Sólo la presión de la opinión internacional puede hacer que el régimen boliviano cumpla con las elementales normas de asilo del derecho internacional de todos los tiempos. Desde ahora agradecemos sus gestos solidarios de difusión de esta aberración jurídica y humana.

¡Recuperar, restaurar y desarrollar el Estado de Derecho en Bolivia constituye una tarea indeclinable y principal en América Latina!