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Energía
15/02/2018

La desregulación de los combustibles atenta contra la producción nacional

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Durante el gobierno de Cambiemos se desplomó la actividad de refinación y aumentó la importación de naftas. El récord histórico del rojo de la balanza comercial está apalancado por la compra de energía al exterior.

La desregulación del mercado de los combustibles pergeñada por Juan José Aranguren ya produjo los efectos más temidos: el aumento discrecional en los surtidores y la caída de la producción nacional de naftas y gasoil. 

Un informe de la Confederación de Entidades de los Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha) realizado en base a datos oficiales, asegura que otorgarle  a las empresas la libertad para importar crudo o combustibles de acuerdo con sus conveniencias de costos y comerciales, tuvo como consecuencia un fuerte retroceso en la elaboración de derivados del petróleo.

El documento de la Cecha revela que en los últimos dos años se produjo una involución productiva del 8,1 %.

La cámara empresarial indica que el escenario es preocupante y advierte que “la disminución del año 2017 con respecto al mismo período de tiempo del 2016, es un síntoma negativo y una  alarma para tener en cuenta”.

El desalentador panorama para el sector refinador doméstico se complementa con un incremento constante de la importación de crudo que se produjo en el periodo de enero a noviembre 2017. “En 2012 se importó 220.899 metros cúbicos (m3) en tanto que al cierre de 2017 la importación alcanzó 1.034.533 m3”, destaca la Cecha.

Por otro lado, la balanza comercial energética en 2017 registró un importante crecimiento del déficit medido en dólares corrientes, del orden del 13,7 por ciento con respecto al año anterior, al pasar de los -2.877 millones de dólares a -3.272 millones. Es decir, en el acumulado del año 2017 el déficit comercial energético de Argentina fue 395 millones de dólares mayor al del mismo periodo de 2016. 

La suba implica que este saldo negativo representa el 39% del déficit total de la balanza comercial argentina (-8.471 millones de dólares), cifra que quedará en la historia como el peor rojo de la historia de la Argentina. 

Mientras que las importaciones de combustibles en 2017 mostraron un aumento en las compras de naftas al exterior del 63,1%, al pasar de 222 millones de metros cúbicos (Mm3) en 2016 a 362 Mm3 el año pasado. 

El año pasado también disminuyó 36,6 % la exportación de petróleo del tipo Escalante, que se extrae en la Cuenca del golfo San Jorge, y que es el menos apto para el parque refinador local. A este escenario se suma la caída de la producción de petróleo, que en 2017 fue la más baja desde 1980. 

La alianza Cambiemos ya acumula varios récords negativos en apenas dos años de gestión. 

Si bien la semana pasada, durante su desembarco en Vaca Muerta, Aranguren reconoció que las importaciones energéticas significan pagar inversiones, impuestos y empleo a otros países, el efecto de sus políticas de desregulación empiezan a beneficiar las cuentas extranjeras en detrimento de la industria argentina. 

29/07/2016

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