Guillermo Pereyra anunció este viernes la convocatoria a un paro por 24 horas de los trabajadores de la industria hidrocarburífera. La medida, que incluía a los empleados de las empresas de gas, se consumaba luego de advertir un deliberado retraso de las empresas por acordar un incremento salarial en las paritarias del sector.

“No va más” dijo el secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. “Llevamos dos meses tratando de encarrilar las negociaciones paritarias. Primero dijeron que el Estado les debe 2 mil millones de dólares, después que no se pone en marcha el nuevo precio del gas en boca de pozo y ayer (por el jueves 21 de mayo) esperamos una contraoferta a nuestro pedido del 40% que no llegó, así que me levanté de la mesa y quedamos en libertad de acción”, sostuvo Pereyra.

En la misma conferencia de prensa en la que hizo el anuncio, el dirigente sindical y Senador por Neuquén advirtió que era muy probable que el ministerio de Trabajo de la Nación dictara la conciliación obligatoria, que se conoció hoy.

“El paro es con la afectación de gas y petróleo, estamos seguros que el gobierno va a dictar la conciliación obligatoria. La producción de gas se para porque no hay quien lo atienda”, explicó.

Cuando le preguntaron qué haría entonces, anticipó que “las conciliaciones son para cumplirlas, es una ley. Lo importante es que se acelerarán los tiempos, así que estamos en un pan de lucha”, sentenció.

La conciliación obligatoria es usada por Pereyra como una herramienta de presión a su favor. Como el paro está decretado, ahora las empresas están obligadas a resolver la cuestión de fondo, el reclamo salarial, en el plazo de los quince días que tiene de vigencia la medida dictada por el ministerio. El primer encuentro de las partes se realizará el próximo jueves 26 de mayo.

El gremio publicó un comunicado en el que se afirma que “el paro general determinado por la asamblea para el próximo lunes 23, en el que se hubiese afectado la producción” queda suspendido, “esperando que de las reuniones salgan las soluciones que vienen reclamando los trabajadores".

Encima de los empresarios está ahora la presión de una huelga que afecte la provisión de petróleo a las refinerías y de gas a los hogares, justo cuando comienzan las jornadas invernales.

Eso es un plan de lucha, en un gremio con el suficiente poder como para dejar sin gas a las familias, y sin crédito a favor al presidente.