Los temblores de Vaca Muerta ya no vienen solo del suelo en Añelo y alrededores sino del país campeón del fracking, Estados Unidos, con Joe Biden intentando posicionarse en una agenda ambiental diferente a la de su antecesor. El flamante presidente no prohibió el polémico método de extracción de los hidrocarburos, sino que puso algunos límites específicos, incluyendo el financiamiento. El mensaje no es contundente, pero sí simbólico y golpeará en la región.

Biden anunció que no prohibirá el? ? "fracking", tal como lo había prometido durante su campaña electoral. Pero aseguró que revisará las prácticas para otorgar permisos en el sector energético y las concesiones "relacionadas con los combustibles fósiles" ya existentes en territorios federales".

También marcó territorio sobre el financiamiento para extraer petróleo y gas con esta técnica. “A diferencia de administraciones previas, no creo que el Gobierno federal deba dar apoyo financiero a las grandes petroleras con la suma de 40.000 millones de dólares en subsidios a los combustibles fósiles. Voy a ir al Congreso para pedir que se eliminen esos subsidios", adelantó Biden.

Biden lanzó el miércoles último un plan contra la crisis climática, que entre otras medidas suspende las concesiones de petróleo y gas natural en terrenos federales. "No vamos a prohibir el fracking, vamos a proteger y aumentar los empleos”, afirmó. La prohibición sobre terrenos federales es minoritaria en comparación con la escala del negocio en el país del norte.

Tras ese mensaje, las críticas del sector comenzaron a rodar. El director ejecutivo del Instituto de Petróleo Estadounidense (API, en inglés), Mike Sommers, dijo que, pese a compartir con Biden el objetivo de luchar contra el cambio climático, la orden ejecutiva "no es nada más que una política para importar más crudo, que debilitará el liderazgo energético de EE.UU., entorpecerá la recuperación económica y socavará la seguridad nacional".

La fractura hidráulica fue un asunto esencial durante la pasada campaña electoral en estados clave como Pensilvania, donde este método de extracción de gas natural es utilizado en manera amplia.

Biden cumplió con la promesa de reincorporar al país al Acuerdo de París, del que había salido oficialmente en noviembre tras años de gestiones del Gobierno de Donald Trump, y además, suspendió el resistido oleoducto Keystone XL que transportaría petróleo desde Alberta, Canadá, hasta la costa de Texas.

El proyecto fue bloqueado por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, en 2015, al considerar que los beneficios del gasoducto habrían favorecido demasiado a Canadá y causarían más emisiones de gases de efecto invernadero. Trump revocó posteriormente la decisión y emitió un permiso presidencial para el proyecto en 2017.

Fuente: Telesur y agencia EFE